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Oir
el catacrac de una bici recién salida de la tienda el mismo día y matriculada oficosamente con el NO OIL, ello debido
al movimiento de los eficaces trenes Catalunya Express que unen Girona
y Barcelona en poco más de 1 hora, ha sido durillo. Era la primera
caída y todo por no poder haber llegado con previsión al espléndido
departamento aparcabicis que llevan estas unidades reinas del
transporte más inteligente y sostenible. Y claro, también por ser un
poquillo corto en esto de los apalanques de bicicleta con estilo.
Bueno,
de la hermosa aventura que comienzo con una impecable bici híbrida
(ciudad-monte) hablo en unos días, y aquí se entenderá porque un adicto
sin remedio a las bicis plegables ha dado un paso directo a las no
plegables, sufriendo eso sí, los cambios de tamaño y sus repercusiones
en la cotidianidad.
El limpio viaje en bici-tren ha sido con motivo de una especial convocatoria que me llego el día anterior. El AMPA del CEIP Joan Bruguera
de Girona invitaba a todas las AMPAS y escuelas para compartir las
experiencias y la información acumulada durante el proceso de creación
y funcionamiento de las primeras semanas de su innovador proyecto de
Comedor Ecológico. Esto ya es mucho, este gesto de oferta tan
bondadosa, sobre cuando uno tiene la experiencia de emprender entuertos
y sabe lo que cuestan los sueños, este gesto me cautivó. El ecológico
AMPA quiso que todas las escuelas del mundo se pudiesen beneficiar de
la faena que están haciendo mucho antes de tener un informe acabado.
Y qué mejor lugar para la histórica cita que el mismo escenario donde ha comenzado la más sabrosa ecorevolución escolar. Ha
sido grato estar en el comedor lleno de papás y mamás donde se lleva a
cabo de forma práctica y nutritiva el proyecto y donde algo más de 100
usuarios infantiles cada vez mejor alimentados gracias a los primeros
resultados del esfuerzo compartido por padres activos, una experta en
alimentación ecológica y saludable, una entidad gestora del
comedor y una Concejalía de Medio Ambiente del ayuntamiento de la
ciudad que apoya la iniciativa con la condición de que todo lo vivido y
por vivir se revierta hacia el exterior de forma pública (como es caso
de esta reunión comentada).
He acompañado a una madre que
también está en un AMPA de la ciudad donde duermo y que además vibra
con el arte del cocinar con el corazón y los mejores ingredientes y
claro, sueña con hacer desde su AMPA lo que ha hecho ya su homólogo
gironés.
Los coordinadores del proyecto han explicado largo y
tendido sus avatares, entre ellos destaco que por el ambiente
respirable el tema sólo ha generado felicidad y satisfacción entre promotores y usuarios, con la más amplia divesidad de opiniones sobre gustos, sabors, presencias y elaboraciones. Mucho de todo esto lo
han entregado a los asistentes como documentación y un cdrom donde está el
material de ecolabores. Por si eso puede parecer poco, un recién
estrenado foro da interactividad a toda persona que desee saber más y compartir conocimientos.
Ahora,
varios comentarios he retenio, uno el de la alegría que se llevaron cuando
tratando temas de precios con un productor local de yogurt de vacas
cuerdas y ecológicas y preparados para el susto, se miraban a la cara
con la sorpresa de tener la opción de comprar el yogurt unos céntimos
más barato que el industrial Danone y llego a éxtasis cuando les
comentaban que cuidaban a las máquinas naturales de hacer leche con
cariño, hasta música les ponían. Me entraron ganas de apuntarme un día
a uno de los menús de los que sirven en el cole y probar todo y sobre
todo el amoroso yogurt de vacas felices que La Selvatana del Camp les
suministra desde aquella reunión.
Y como va de economía local,
que es igual a soberanía alimentaria y a felicidad de las gentes que te
rodean, en otro comentario apareció el tema del pescao, que todavía viene vete a saber de
donde y que el proyecto ha encauzao. Están a punto de consumir pescao
fresco cercano proveniente de un proyecto de envasado gestionado por
pescadores de toda la vida en una mar que está muy cerca del comedor, y
un puerto conocido, el de Roses. De cómo saber más sobre el tema seguro que los
del AMPA te atienden encantaos.
Un pica pica como no podía ser
más que de saludables alimentos ha animao el intercambio de
conspiraciones, proyectos para otros comedores e ideas para cambiar el mundo
desde los platos de comida escolares. Las gentes de BioSpirit, reconocida distribuidora de alimentos y otro productos ecológicos no se perdieron la cita, y es que son vecinos. Cosa buena esto de la ecovecindad.
Pero no sólo eso, para darse cuenta de como pueden cambiar las cosas las acciones que parecen pequeñas, mira que anécdota han contao. Un joven usuario del ecocomedor le pide a sus padres que le compren las mismas naranjas que se disfruta en el menú del cole. El papá se dirige a la tienda local con oferta ecológica y se encuentra que no le salen los números a la hora de pagar (sobre variables y sistemas del precio justo ecológico de las cosas ya comentaré mi visión en otro momento). El papá las compra, algo que no habría hecho si no se lo pidieran, pero aprovecha una reunión del AMPA para explicar el tema y las fuerzas activas llegan a pensar que porqué no montar algo parecido a un economato escolar para familias usuarias, aprovechando los circuitos directos de proveedor a consumidor que el proyecto va abriendo y la disponiblidad de un punto de distribucción tan idoneo y cotidiano como el cole. Bueno, pues nos dicen que están en ello. Otro efecto colateral de hacer las cosas bien y con ecointeligencia.
Ahora amigo/a, a replicar toca, a
enlazar y comunicar a tus entornos esta maravillosa experiencia de amor
a lo vivo que unos padres se empeñaron en que fuese ya una emocionante
realidad.
Ya de retorno, con sabor de boca más sanote imposible,
la mamá soñaba con que era posible conseguir animar su objetivo y yo,
mirando mi nueva bici y su dulce rascada, disfrutando de las
bondades de los servicios de RENFE iba imaginando que algún día todos
los comedores escolares del planeta servirán para nutrir la mente y el
espíritu de los herederos de este invento maravilloso y algo torpe, de
momento, del que soy miembro activo, gracias Humanidad por
tenerme en tu seno (oleeé). ¡Viva la economía local¡, ¡viva la soberanía
alimentaria¡, ¡viva la agricultura sin venenos¡, gracias AMPA del
Joan Bruguera por vuestra sabrosa y saludable eco[R]evolución y por animar a que todas las posibles sean escuelas sanas y sostenibles.
Aquí un diario sobre otro sabroso y saludable proyecto, el MES de la Fundació Futur. La revista Integral, es su número de enero ha publicado un artículo sobre el estado del arte de la cuestión ecomedores, muy complementario y estimulante.
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