Este libro no existiría sin Esther Vivas (Sabadell, 1975), una mujer, periodista e investigadora en movimientos sociales y políticas agrícolas y alimentarias, una mujer que lleva años indagando y denunciando el entramado de la industria alimentaria en el mercado alimentario global. Una mujer que en este impactante libro, El negocio de la comidad ¿Quién controla nuestra alimentación? pone al descubierto las contradicciones que genera la actual industria de la alimentación, como que mientras el planeta tiene capacidad para alimentar a más de doce mil millones de personas más de mil millones pasan hambre.
Los que controlan nuestra alimentación aprovechan los azares meteorológicos que inciden en la productividad agrícola para sacar tajadas a través de la especulación con algo básico para la vida humana. No faltan alimentos, sino que asistimos a una gestión no democrática de los recursos que hace que mientras los agricultores no se les paga ni los costes de producción, los mayoristas se llevan la tajada. Esto permite, por ejemplo, que se puedan tirar cada día alimentos como analiza el libro Xavier Montagut y Jordi Gascón con más profundidad Alimentos desperdiciados, Una análisis del derroche alimentario desde la soberanía alimentaria (publicado también por Icaria Editorial, 2014).
Las políticas agroalimentarias las dictan las empresas del sector que están perfectamente infiltradas en los organismos gubernamentales. Así, por ejemplo, el Estado español es la puerta de entrada de los transgénicos a Europa. El rechazo que los OMG tienen en la población europea ha sido soslayado sometiendo a los responsables de agricultura del Gobierno español para que den todas las facilidades para su plantación. Así, comunidades autónomas como Cataluña y Aragón cultivan el 80% de los transgénicos del continente, concretamente el maíz mon810 de Monsanto. Esto es posible gracias a las vinculaciones de los miembros del ejecutivo español. Por ejemplo, la ministra (año 2015) de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, antes de este cargo público fue directiva en la empresa de fertilizantes y productos químicos Fertiberia.
Esta implicación de los grupos de presión no reconoce ni derechas ni izquierdas. Su brazo ejecutor va variando según las opciones. Así en la anterior legislatura del PSOE el caballo de troya para fomentar los transgénicos fue la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia (2008-2011). Esta mujer antes de ocupar ese cargo fue la presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), el principal lobby pro-transgénico en el Estado español.
Pero estas son sólo algunas de las intimidades de esta perversa industria alimentaria que también tiene vínculos con las farmacéuticas. De este modo las disfunciones causadas por la alimentación repercuten en beneficio del consumo de fármacos. La obra también analiza la especulación alimentaria con los valores de futuros sobre alimentos. Esta especulación afecta a los precios y el perjudicado son los agricultores. Son prácticas que se siguen produciendo. Aquellos que dictan las políticas actuales, ya sea en agricultura, en economía o en sanidad, tienen vínculos estrechos con las empresas del sector correspondiente.
El negocio de la comida de Esther Vivas, pone al descubierto la globalidad de la trama para que cada cual saque sus propias conclusiones y sobretodo pueda pasar a la acción. Debemos ser conscientes que como sucede en el sector financiero, en el de las telecomuniaciones, en el del ocio, etc. también en el ámbito alimentario cada vez son menos las empresas que intervienen y que lo hacen de una forma globalizada. Esto les permite incluso decidir la comida que hay que ofrecer. Por ejemplo, hace a penas unos lustros, la soja era un cultivo anecdótico y hoy es predominante. Esto ha comportado además de la destrucción de ecosistemas un aumento de alergias alimentarias que se silencian.
Algunos países ponen especial atención en que el producto alimentario se especifique su origen.
Se ha perdido biodiversidad en la variedad de alimentos porque se da prioridad a los que son rentables para el mercado. Hoy las manzanas fuera de temporada nos vienen de Chile y los espárragos verdes de México. Los alimentos viajan quilómetros mientras se destruye la cultura alimentaria local y tradicional. Según un informe de Amigos de la Tierra, la media de la distancia que viaja un alimento del campo al plato es de 5.000 kilómetros.
Estos desmanes sólo es posible atajarlos desde el activismo personal y por tanto apoyar la producción local, payesa, ecológica, justa y de calidad. La actitud del consumidor es clave, para que la agricultura ecológica siga incrementándose. Pero no basta con buscar la etiqueta ecológica, sino que también hay que interesarse por el origen. Y si bien mantener este activismo no era fácil hace algunos años, hoy es posible con los grupos locales de consumo y de compra directa a los agricultores como son las cestas semanales, etc.
Descartar los productos alimentarios procesados que vienen repletos de aditivos, emulsionantes, colorantes, potenciadores del sabor, azúcares añadidos, etc. es una opción que tenemos. Esto no sólo contribuye a impulsar una economía alimentaria más local y consciente sino que ataja de raíz las enfermedades emergentes como los problemas cardiovasculares, diabetes, sobrepeso e incluso cáncer o la obesidad infantil (entre un 15% y un 20% de los niños y niñas menores de 10 años sufren obesidad). Todos estos problemas tiene su raíz en el estilo de alimentación. La mejor medicina es nuestra alimentación.
Una variedad local de judia de una gran calidad alimentaria y que sólo llega a algunas cooperativas agrícolas.
El negocio de la comida es un libro de denuncia, pero también es un grito a no resignarse ni a claudicar. Es un libro práctico y esencial para nuestra salud. Una llamada a preguntarnos e indagar sobre el origen de nuestra comida y apelar a la rebeldía y al compromiso. Cada vez son más las voces por todo el planeta que denuncian la trama por el control alimentario. Este libro es una buena síntesis y, por tanto, su lectura nos abre los ojos.
índice
Introducción
1. Los juegos del hambre
• 1.1. El porqué de las hambrunas
• 1.2. La crisis alimentaria golpea de nuevo
• 1.3. Menos tierra, menos comida
• 1.4. ¿Comer insectos para acabar con el hambre?
• 1.5. Un mundo de obesos y famélicos
• 1.6. Sin trabajo, sin casa, sin alimentos
• 1.7. El siniestro despilfarro alimentario
2. ¿De dónde viene lo que comemos?
• 2.1. Un menú globalizado
• 2.2. Semillas secuestradas
• 2.3. Una alimentación adicta al petróleo
• 2.4. Otra agricultura para otro clima
• 2.5. Alimentos kilométricos en Navidad
• 2.6. San Valentín: rosas y espinas
3. ¿Adiós al campesinado?
• 3.1. Una agricultura sin campesinos
• 3.2. ¿A quién beneficia la Política Agrícola Común?
• 3.3. La Vía Campesina, un movimiento global
• 3.4. La tierra para quien la trabaja
4. Agricultura y alimentación, nombre de mujer
• 4.1. Las invisibles del campo
• 4.2. ¿Dónde están las campesinas?
• 4.3. De la comida y los cuidados
5. Transgénicos no, gracias
• 5.1. Transgénicos: ’Spain is different’
• 5.2. Wikileaks y los transgénicos
• 5.3. ¿Moscas transgénicas para la agricultura?
• 5.4. Monsanto, la semilla del diablo
• 5.5. Cuando se premia a los que generan hambre
6. ¿Nos enferman?
• 6.1. Adictos al ’fast food’
• 6.2. De la comida basura a los alimentos ’milagro’
• 6.3. ¿Sabemos qué comemos?
• 6.4. ¿Quién garantiza nuestra seguridad alimentaria?
7. De animales y pescados
• 7.1. ¿Podemos seguir comiendo tanta carne?
• 7.2. Del Big Mac a la hamburguesa Frankenstein
• 7.3. De mala leche
• 7.4. ¿Comer pescado es tan saludable?
8. Las bambalinas de la agroindustria
• 8.1. Una política al servicio del agronegocio
• 8.2. Coca-Cola es así
• 8.3. McDonald’s: comida basura y trabajo porquería
• 8.4. Del Panrico al ’panpobre’
• 8.5. Telepizza, ¿el secreto está en la masa?
9. El poder de los supermercados
• 9.1. Lo que esconde la gran distribución
• 9.2. Gran Hermano en el supermercado
• 9.3. ¿Los supermercados crean empleo?
• 9.4. La otra cara de Mercadona
10. Hay alternativas
• 10.1. Soberanía alimentaria: poder decidir qué se cultiva y se come
• 10.2. ¿La agricultura campesina y ecológica puede alimentar al mundo?
• 10.3. Comida ecológica en tiempos de crisis
• 10.4. ¿Quién tiene miedo a la agricultura ecológica?
11. ¿Qué entendemos por comercio justo?
• 11.1. Mirando el comercio justo desde la soberanía alimentaria
• 11.2. ¿Comercio justo en el ’súper’?
• 11.3. Cuando lo justo se limita a una etiqueta
12. Pasar a la acción
• 12.1. Grupos de consumo: retomar el control sobre la alimentación
• 12.2. Lo que se mueve en Europa
• 12.3. Huertos entre el asfalto
• 12.4. Del campo al aula: comida buena y justa
• 12.5. Cocina ’slow’ para llegar lejos
Bibliografía
Artículo elaborado por el equipo de redacción de terra.org. Fotos: Fundación Tierra.