El plástico es práctico y barato. Nuestro mundo sería muy distinto sin plástico, un material que con poco más de un siglo de vida se ha hecho imprescindible y universal. Somos hijos de la Edad del plástico. Pero su uso excesivo y algunos de sus aditivos se están convirtiendo en un peligro. Las mismas cualidades que hacen de él un producto adaptable y duradero también lo convierten en una pesadilla para el medio ambiente. El plástico es capaz de mantenerse en el suelo y en el agua durante más de 500 años y puede modificar también nuestro sistema hormonal debido a los aditivos tóxicos con los que se elabora.
Dirección : Werner Boote
Productores : Thomas Bogner, Daniel Zuta Cámara : Thomas Kirschner
Montaje : Ilana Goldschmidt, Cordula Werner, Tom Pohanka
Música : The Orb
Género: Documental
Duración;: 99 min. Dolby SR
País: Austria
Año: 2009
Estreno en España: 25 de mayo 2012
Distribución: Pirámide Films
Plastic Planet es un impactante documental de investigación, el austríaco Werner Boote nos muestra cómo el plástico se ha convertido en una amenaza global. Sus preguntas nos conciernen a todos: ¿Por qué no modificamos nuestros hábitos de consumo? ¿Por qué la industria no reacciona ante estos aparentes peligros? ¿Quién es el responsable de las montañas de basura amontonada en mares y desiertos? ¿Quién gana en este juego? ¿Y quién pierde?
El film, tal y como reconoce el director no da consejos tales como: no compres más plástico ya que eso no funciona. "Sólo será un consejo eficaz si consigo que reflexiones sobre mi película y eso te sirve para gestionar un consumo más responsable del plástico. Lo que la película dice al espectador es: sé un poco más consciente cuando uses plástico, infórmate, pregunta en los establecimientos qué sustancias hay detrás del plastificado de los productos y por qué no se incluye el listado de toxinas que hay en nuestra comida". Por eso Werner Boote recuerda que la legislación internacional dice que el consumidor tiene derecho a preguntar al vendedor y que el vendedor debe informar al consumidor sobre lo que hay en los productos.
Plastic Planet no es una película en contra la industria del plástico, aunque su visionado no satisfará a sus principales representantes. Este documental no es sólo entretenimiento, ya que nos cuenta un problema no resuelto. Ésta no es película para encontrar respuestas. No sigue el estilo de Michael Moore, que te dice “¡Eh, déjame que te muestre cómo funciona el mundo!”. Plastic Planet no es una película de propaganda, es un documental de investigación que relata la búsqueda en pos de lo que está sucediendo en nuestro planeta de plástico. Durante los diez años de preparación del documental, el director valora que hubo momentos hermosos y solidarios, como el viaje a la Isla de la Naturaleza, en el que se enfrentó de cara con el problema de la basura marina-, y otros días en que perdía los nervios y se enervaba pensando: "Dios mío. Estamos rodeados de peligro y nadie lo sabe. ¿Seré el único?”
La cantidad de plástico presente en nuestras casas es impresionante como demuestra este vaciado de una vivienda norteamericana media. Imagen de Plastic Planet.
El plástico desempeñó un papel importante en la infancia de Werner Boote, y la película centra el conflicto en la esfera personal del realizador. El plástico es un producto fascinante, obra de una civilización que ha pasado a depender de él para el desarrollo de su vida industrial y personal. Aunque habrá algunos que se sientan peor representados, la película es todo un manifiesto clarificador sobre un problema presente en nuestra vida diaria.
Plastic Planet es un documental diferente que defiende un método de autocontrol, donde los productos de plástico estén etiquetados, una vez que se certifiquen en virtud de una normativa de seguridad y de riesgos generales y particulares. Ésta es una vía que solo puede realizarse si los consumidores están dispuestos a hacer una pequeña contribución, en términos de hábitos de consumo. Los espectadores reflexivos son los que probablemente lleguen mejor a esta conclusión, que apela a la responsabilidad del consumidor.
La cantidad de materiales sintéticos que se han producido desde que existe el plástico sería suficiente para cubrir todo el globo terráqueo con papel de plástico seis veces. Imagen de Plastic Planet.
El director incita esencialmente a que el consumidor sea proactivo. Éste debe ser consciente del poder que puede ejercer sobre la situación. De todos modos, este protagonismo del consumidor no exime de responsabilidad a la industria, más obligada que nunca a asumir responsabilidades a través de la exigencia del consumidor. Lamentablemente, sólo eventualmente, las corporaciones satisfacen las demandas de los consumidores.
El plástico en cifras
- La producción mundial de sintéticos fue de 1 millón de toneladas en 1963, 100 millones de toneladas en 1990, para llegar hasta las 230 millones de toneladas en el 2010.
- El mayor volumen de desechos plásticos son envases rígidos como botellas de agua o leche. En total en el mundo se producen 260 millones de toneladas de residuos plásticos.
- Se consumen 1 millón de bolsas de plástico por minuto en todo el mundo. Cada familia utiliza una media de 5,4 bolsas de un solo uso a la semana. La media de vida de una bolsa de plástico es de 12 minutos, pero una vez depositada en la basura tarda entre 400 y 1000 años en descomponerse.
- España es el primer productor de bolsas de plástico de un solo uso de Europa. Y es además el tercer consumidor. Existen 350 empresas fabricantes que emplean a 11.000 trabajadores. Sólo en España se generan 98.000 toneladas de residuos plásticos al año. Cada español consume 238 bolsas de plástico de un solo uso al año. El consumo total se eleva a 13.500 millones de bolsas al año. Se reciclan tan solo el 11%.
- Un envase de yogur que alarga la vida de su contenido unas pocas semanas, necesita 500 años para degradarse en la atmósfera.
- Los vertederos ocasionan contaminación ambiental (aire, tierra y agua), efectos perjudiciales sobre la salud pública (por la contaminación ambiental y la posible transmisión de enfermedades infecciosas por los roedores que los habitan), degradación del medio marino e impacto paisajístico.
Los envases desechables contaminan y se degradan en aproximadamente 1.000 años. Quedan reducidos a moléculas sintéticas invisibles, que no desaparecen nunca. Imagen de Plastic Planet.
- La contaminación provocada por plástico, así como su ingestión o enredo en el cuerpo de numerosos animales es responsable de la muerte de más de 1 millón de aves y de 100.000 animales mamíferos marinos y tortugas cada año.
- Según un la ONU cerca de 18.000 piezas de plástico flotan por cada kilómetro cuadrado en los océanos. Esta basura de plástico absorbe como una esponja las toxinas más peligrosas, las cuales entran en nuestra cadena alimenticia a través de los productos del mar, como peces y crustáceos.
- En 1997 se descubrió la existencia de una gigantesca mancha de basura en el Océano Pacífico, la cual ocupa en la actualidad una extensión equivalente al doble de la superficie de los EE.UU., y está compuesta en un 80% por residuos plásticos. Esta “isla”, que se ubica entre las costas de San Francisco y de Hawai, se mueve como un “animal sin correa” (en palabras del oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer) y frecuentemente se aproxima al archipiélago hawaiano, dejando la costa cubierta de plástico. En la Isla de la Naturaleza, en Japón, una vez al año ocurre lo mismo con los residuos de los barcos y de las fábricas coreanas.
- En la “Mancha del Pacífico” se pueden encontrar 3 kg de plástico por cada ½ kg de plancton. Las bolsas plásticas cubren miles de kilómetros del fondo marino. En algunas áreas del Océano Pacífico no se ha podido encontrar el fondo, pues está cubierto por espesas capas de superficie plástica.
- La mitad de todos los plásticos se hunden, y al hacerlo, los moluscos, los crustáceos y otros pequeños animales que son parte de la cadena alimentaria encargados de la limpieza del mar, terminan muriendo.
El proceso de producción de la película
Tras un largo proceso de documentación, el director Werner Boote se entrevista con el productor Thomas Bogner en verano del 2003. La preproducción de Plastic Planet comienza en el verano del 2005 en Innsbruck (Austria), en el desierto del Sahara y en Estados Unidos, con una entrevista a la Dra. Theo Colborn, que serviría como primer trailer y después sería utilizado en la película.
Todo el plástico fabricado hasta hoy sigue existiendo, ya sea porque haya sido reciclado, o porque se encuentra en vertederos, mares y océanos como agente contaminante. Imagen de Plastic Planet.
La investigación para recopilar materiales llevó cuatro años, con unos costes de producción elevados, dada la naturaleza de la película. El rodaje comienza en la primavera del 2007 y se prolonga hasta octubre del 2008. Entre las muchas localidades filmadas por todo el mundo destaca el vuelo por el Pacífico en helicóptero, hasta llegar a la embarcación de Charles Moore, donde con aquel analizaron la contaminación oceánica provocada por el plástico.
El film de Werner Boote se enmarca en las películas documentales austríacas que tienen éxito en aquel país por que han tenido un público fiel procedente de lo que podríamos llamar izquierda alternativa (del estilo austríaco sería también el documental Nosotros alimentamos el mundo de Erwin Wagenhofer).
Plastic Planet llega a unas pocas salas en España quizás porqué es un documental que incita a los espectadores a una lectura crítica frente al sistema de consumo capitalista. Y la capacidad crítica en nuestra país no abunda. El documental contó con el apoyo de las ONGs participantes, que se implicaron de forma excepcional con la película. Pero el problema del plástico nos concierne a todos y a cada uno de nosotros, ya que se introduce en nuestra vida cotidiana. Desde esta perspectiva, el mensaje de la película se extiende boca a boca, entre los distintos consumidores y usuarios.
Texto basado en el cuaderno de prensa elaborado por la distribuidora Pirámide Films. Este dossier contiene datos muy interesantes sobre el mundo del plástico y lo puedes descargar aquí.