Colocar mi bici en un coche no cuesta mucho, pero cuando el vehículo no quema petróleo, la acción se llena de emoción. A
la hora prevista me he encontrao en la estación de tren de Caldetes, en
la comarca del Maresme cerca de Barcelona, con Francesc Baselga, que
además de piloto de un bólido eléctrico y amante del compostaje y todo
lo que vibre con la vida ecológica, es el regidor de medio ambiente de
la población de Sant Vicenç de Montalt. No
he tardao na en meter mi plegable bici Dahon dentro del mini maletero
del único Twike que corre por los asfaltos ibéricos. Recién pintando
para que se note mucho más de lo que ya lo hace con su aerodinámico
chasis, Francesc ha puesto bien grande que su vehículo es eléctrico,
por lo tanto no petrolero, con menos huella ecológica. Por esto y desde
hace tiempo luce con alegría la matricula NO OIL.
Bien, una vez de copiloto, hemos enfilao con apoyo eléctrico y yo
venga dándole al pedaleo más por emocionao que por necesario, la subida
a su pueblo. El colega maneja con soltura y habilidad el monomando de
dirección y aunque con amortiguación no hecha para baches, el ecobólido
avanzada como una bala de las buenas. Yo venga dale a los pedales to
reclinao y más contento que nadie.
Si quieres conocer mejor todas las características del Twike,
este vehículo híbrido que combina la tecnología de las bicicletas
reclinadas con un motor eléctrico y que tecnoenamora la primera vez que
lo tienes cerca. Y flipa con una de las páginas oficiales Twike,
donde podrás enterarte de la actualidad y sobre todo de los tours que
se montan los twikeros pues este vehículo ya es pa coleccionistas
amantes de la tecnología ecológica.
Salió al mercado en 1996 como un vehículo urbano diseñado para el
transporte de dos pasajeros (soporta unos 170 kg) y tiene un peso de
unos 250 kg (sin las baterías). Alcanza los 85 km/h, que no es poco
para un triciclo aerodinámico. Para ello dispone de un motor eléctrico
asíncrono de 3 kW que ayuda al sistema de pedaleo y que permite la
recuperación de energía en el frenado. Se han vendido más de 500
unidades entre Suiza, Alemania, Canadá. Aquí Francesc, introdujo
este vehículo en nuestro país al adquirir uno de segundo mano en Suiza.
Después de andar de medio ilegal por esas carreteras matriculado como
coche suizo pero sin homologación aquí, consiguió no hace mucho pasar
la ITV, oséa, que ahora circula más tranquilo e igual de contento que
antes.
Vamos que los tres, o sea, mi bici y Francesc y yo nos hemos pegao
un paseo de lo más limpio y simpático rumbo a su casa, donde me he
disfrutao el gusto de ayudarle a montar un compostero de jardín algo
especial. Francesc se hizo con un Komp 500 Rotor, que más que un equipo
doméstico es una autentica factoría para realizar el compost más lindo
posible. Siempre atento, el regidor de Medio Ambiente lo quiere probar
y valorar in situ para después comunicarlo a sus conciudadanos, de los
que muchos andan ya metidos en un programa municipal de compostaje
doméstico. Por cierto, ¿ya se han leído todos el manual de compostaje más completo de todo lo conocido?.
Hemos flipao después de una hora de pongo aquí, pon allá, cuando ha
empezado a darle al manubrio y sobre dos ejes en su interior el sinfín
ha comenzado a girar. En breve oxigenará el montón de materia orgánica
que Francesc tiene ya a punto para comenzar la experiencia. También me
ha enseñao su colección de plantel de tomates y hasta me ha pasao uno.
Resulta que el amigo ya ha puesto en marcha una tomatada amiga de la
biodiversidad y está animando a plantar variedades diversas de ese
fruto que simboliza por sus colores, sabores y geografías a ese
patrimonio de todos que son los frutos de la tierra, ahora en peligro
globalizador por los traficantes de genes y demás. Chapó por impulsar
el huerto familiar.
Imagina la bajada hasta el litoral, a toda pastilla en el Twike,
contentos con las labores hechas y atravesando la tarde cortando el
viento a toda máquina saludable, me ha dejao en la estación de Mataró,
donde no he tardao na en pillarme un cercanías, ya camino de casa y
después de tanto meneo electricomóvil, los pedales de mi simpática bici
me han sabido a gloria bendita y agradecida.
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