Probablemente ya habrás oído la terrible noticia de que, por primera vez en la historia de la humanidad, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha superado las 400 partes por millón. Hace 2.500.000 años, -dos millones y medio de años, por si no queda claro-, que el CO2 no alcanzaba este nivel, y en ese momento de la historia de la Tierra las temperaturas globales eran de 2 a 3º C más elevadas, en el Ártico no había hielo, los patrones climáticos globales eran completamente distintos de los actuales, los niveles del mar estaban hasta 40 metros más altos y los seres humanos no vivían en el planeta.
Concentración de dióxido de carbono atmosférico (CO2) y hora local, en el observatorio de Mauna Loa (Hawai) durante la semana del 8 de mayo de 2013. Los puntos negros indican la concentración de CO2 media diaria y los grises la concentración media horaria. La línea verde señala el nivel de 400 ppm de CO2. Fuente: Scripps Institution of Oceanography y Scientific American.
Lo que esta noticia significa es que, presumiblemente, nos dirigimos hacia un escenario aún peor que el que se representa en la película The Age of Stupid: África inhabitable, Europa continental prácticamente toda desierto, el sistema agrícola de Australia destruído, cientos de grandes ciudades bajo el agua, cientos de millones de personas muertas y muchas más en peligro. Posiblemente lo veremos en nuestras vidas, -si has nacido en la década de los 70-, pero casi seguro que este panorama desolador aparecerá en la vida de nuestros hijos.
Los científicos (los de verdad, no los patrocinados por la industria petrolera) han calculado el límite máximo seguro de dióxido de carbono en la atmósfera en 350 partes por millón (de ahí la campaña 350.org, ver una explicación en vídeo aquí). La última vez que estuvimos en esta zona de seguridad de 350 ppm era octubre de 1988, un nivel de concentración de CO2 atmosférico que, a su vez, ya distaba mucho de los 280 ppm en los que estábamos cuando empezamos a quemar combustibles fósiles en serio en el inicio de la industrialización. Para volver al nivel de seguridad de 350 ppm, necesitamos nada más y nada menos que una "transformación hacia una economía de bajas emisiones de carbono para la totalidad de la civilización humana", como dice Mark Lynas en The Age of Stupid, que es "obviamente una tarea enorme, monumental, probablemente la más grande que la humanidad jamás haya enfrentado".
El equipo de grabación de The Age of Stupid no tuvieron que recrear los desastres causados por el cambio climático en muchas de sus escenas. Se limitaron a viajar allí donde ya se perciben los efectos. Fuente: Spanner Films.
Cómo se ha medido esta concentración de 400 ppm de CO2
El 2 de mayo de 2013, después de que la noche hiciera terminar la fotosíntesis durante el día en Hawai, los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzaron las 400 partes por millón por primera vez en, al menos, 800.000 años. Cerca de la cumbre del volcán hawaiano de Mauna Loa, -donde un miembro de la familia Keeling ha velado los sensores desde 1958-, se registró este récord a la salida del sol del día siguiente. Los niveles han seguido cerca de ese punto de referencia en los últimos días, llegando por encima de los 400 ppm de CO2, por primera vez en millones de años después de la medianoche del 7 de mayo de 2013. Cuando comenzaron las mediciones, la media diaria alcanzaba niveles de 315 ppm, -ya después de superar la concentración media de CO2 en la atmósfera de la era preindustrial, de aproximadamente 280 ppm.
Curva de concentración de CO2 atmosférico (en ppm) medida por la familia Keeling en el observatorio de Mauna Loa, Hawai, desede el año 1958 hasta la actualidad. Fuente: Scripps Institution of Oceanography y Scientific American.
Esta medición reciente de 400 ppm es el promedio por hora de los niveles de CO2 en las alturas del cielo hawaiano, pero las cifras recopiladas por esta familia tienen más peso que las hechas en otras estaciones en el mundo, ya que han mantenido fielmente el registro más largo de CO2 atmosférico. En las estaciones meteorológicas del Ártico también se alcanzó la marca de 400 ppm por hora en la primavera pasada y en la actual. En cualquier caso, los niveles en la estación de Mauna Loa pronto caerán, a medida que la primavera llega a todo el hemisferio norte, y los árboles florecen sucesivamente como un ejército de hojas chupando con avidez CO2 del cielo.
Los científicos realizan mediciones de CO2 en lugares remotos para obtener aire que sea representativo del gran volumen de la atmósfera terrestre y relativamente libre de influencias locales que podrían sesgar las lecturas. La calidad de los datos es verificada antes de que se determinan los valores medios diarios. El observatorio de Mauna Loa se localiza en Hawai. Fuente: Scripps Institution of Oceanography.
¿Tan grave es llegar a los 400 ppm?
Puede no ser hasta el próximo año 2014 que el nivel promedio mensual alcance los 400 ppm y, aún pase más tiempo, hasta que la media anual llegue a ese número. Pero no hay duda de que el mundo sigue avanzando inexorablemente hacia niveles más altos de concentraciones de gases de efecto invernadero. Según la tendencia de las recesiones económicas, el mundo puede tener la suerte de parar en 450, 500 o incluso más allá. El año pasado, en 2012, la humanidad arrojó unos 36 mil millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero, en comparación con los 35 mil millones del año anterior.
Concentración de CO2 atmosférico (en ppm) en el registro de hielo y miles de años, anteriores al año 0. Datos anteriores al año 1958 que es cuando empieza el registro en el observatorio de Mauna Loa, Hawai. La línea verde indica el nivel de 400 ppm. Fuente: Scripps Institution of Oceanography y Scientific American.
Algunos científicos sostienen que superamos el nivel de seguridad de concentración de gases de efecto invernadero hace mucho tiempo, y señalan los efectos de su aceleración, desde los fenómenos meteorológicos extremos al deshielo marino del Ártico. Otros científicos argumentan que tenemos aún más tiempo, -aunque no mucho-, para quemar combustibles fósiles, destruir bosques y similares antes que las catástrofes del cambio climático se vuelvan ineludibles. Y la comunidad internacional ha acordado que una concentración de 450 ppm, vinculada a un aumento de 2 grados centígrados de las temperaturas medias mundiales, no debería excederse. Pero no estamos en el buen camino para evitar ese límite, tanto si prefieres mirarte el análisis económico de expertos, como la Agencia Internacional de la Energía, o las mediciones constantes de sensores mecánicos alrededor del mundo.
Sin ánimo de sonar conspiranoicos, cambiará el mundo
La última vez que los niveles de CO2 en Mauna Loa fueron tan altos, el Homo sapiens no vivía allí. De hecho, se cree que la última vez en que los niveles de CO2 debieron haber sido tan altos fue hace más de 2,5 millones de años, una era conocida como el Plioceno, cuando en el Ártico canadiense florecieron los bosques en lugar de los campos de hielo. El puente de tierra que conecta América del Norte y América del Sur se acababa de formar recientemente. La temperatura del mundo era de promedio unos 3 ºC más cálida, y el nivel del mar lamía costas 5 metros, -o más-, más alto.
Fotogramas de la película The Age of Stupid recreando una estampa de Londres con la subida del nivel de los océanos, y una imagen de la ciudad australiana de Sydney afectada por la desertización y la sequía. Fuente: Spanner Films.
El mundo va a cambiar, de nuevo, debido a la actividad humana y a las emisiones asociadas de CO2 que se acumula en nuestra atmósfera, tal vez causando otra serie de extinciones de arrecifes de coral como los que se detectaron durante el Plioceno, entre otros impactos. Cuando Charles D. Keeling comenzó sus mediciones de CO2 en Hawai, la concentración llegaba a 317 ppm en el aire que respiramos y el cambio climático ya era una preocupación gracias a los trabajos de John Tyndall, Svante Arrhenius y Guy Callendar. Cada año, desde 1958, la línea de dientes de sierra que representa las lecturas de las mediciones de Keeling, mantenidas por su hijo Ralph, han subido, reflejando el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero.
¿Qué demonios vamos a hacer ahora?
¿Qué puede hacerse? A corto plazo, las emisiones de gases de efecto invernadero más potentes pero de más corta duración podría reducirse eliminando la combustión de combustibles fósiles, y podría hacerse un esfuerzo real consensuado para desarrollar las tecnologías razonables de captura y de almacenamiento de CO2. Tanto si lo hacemos como si no, dada la larga vida del CO2 en la atmósfera, el mundo seguirá calentándose hasta cierto punto. Por lo menos, el aumento de 0,8 grados centígrados de nuestra atmosfera global que se ha producido hasta la fecha es probablemente gracias al CO2 que ya está en la atmósfera .
Al ritmo actual, el mundo podría llegar a los 450 ppm en unas pocas décadas. El registro marca una aumento de otros 2 ppm por año si no cambiamos nada. La civilización humana se desarrolló y floreció en una era geológica que nunca vio las concentraciones de CO2 por encima de los 300 ppm. Nos encontramos en un escenario nuevo, aunque nos neguemos a aceptarlo, y no mostramos signos de desaceleración para orientarnos, y mucho menos de detenernos.
Franny Armostrong, directora de la película The Age of Stupid (La Era de la Estupidez, 2009), propuso en mayo de 2013 las siguientes opciones, tratando de encontrar respuestas a la pregunta de qué hacer después de haber superado los 400 ppm de concentración de CO2 atmosférico en el observatorio de Mauna Loa. Hacía un llamamiento a otras propuestas menos desesperadas que las suyas:
Franny Armstrong, sujetando el micrófono, en un momento de la grabación de la película The Age of Stupid. El proyecto empezó en 2004 y se estrenó el film en 2009. Fuente: Spanner Films.
- ¿Hay que unirnos para presionar la ONU, con la esperanza de que los políticos superen nuestra expectativas y finalmente logren el acuerdo internacional necesario para reducir con extrema rapidez las emisiones globales?
- ¿Hay que iniciar una huelga nacional, llevando el país a un punto muerto hasta que el Gobierno se alce en pie de guerra contra el cambio climático?
- ¿Hay que entrar en modo supervivencia, comprando armas y fortificando nuestros hogares? Suena extremo, pero no es una coincidencia que algunas personas que trabajan en temas de cambio climático estén comprando parcelas de tierra lejos de los centros de población para desplazarse con sus familias.
- ¿Debemos irnos de fiesta en fiesta ahora, volando por todo el mundo hasta hartarnos de combustibles fósiles, fingiendo que no sabemos lo que está pasando?
- ¿Hay que apelar a nuestra autoridad moral y seguir reduciendo nuestras emisiones personales, a pesar de saber que no harán ni puñetera diferencia en el cómputo global?
- ¿Debemos transferir todos nuestros activos a la geo-ingeniería, en la remota posibilidad minúscula que alguien llegará con una solución de alta tecnología a tiempo?
- ¿Debemos dejar nuestros puestos de trabajo y dedicar nuestra vida laboral a la construcción de un nuevo movimiento político para asumir el control cuando éste se hunda inevitablemente en la cara del que no hizo nada para detener la catástrofe?
- ¿Debemos unir nuestras Ciudades en Transición locales (Transition Towns), trabajando en conjunto para aumentar la resiliencia en nuestras comunidades, a pesar de que es difícil ver qué diferencia marcará esto cuando Europa continental se convierte en un desierto y 700 millones de personas empiecen a avanzar hacia el norte?
- ¿Hay que proveerse de cianuro? Crees que estoy exagerando, pero una amiga mía, que tiene cuatro hijos, dijo que planea matarse a sí misma y a ellos cuando llegue el momento.
Franny Armstrong termina su misiva con un: "Estoy muy interesada en saber lo que todos están pensando y si alguien ve algun camino positivo por delante... Por favor agrega un comentario debajo. Suya en la desesperación, Franny". En España, si miramos cómo de en serio se toma nuestro gobierno el tema del cambio climático, también tenemos motivos para la desesperación.
Publicado en Junio 2013. Textos traducidos e inspirados en el artículo We've passed 400ppm: now what? de Franny Armstrong, directora de la película The Age of Stupid y el artículo 400 ppm: Carbon Dioxide in the Atmosphere Reaches Prehistoric Levels de David Biello, en la revista Scientific American.
Si quieres adquirir la película The Age of Stupid, subtitulada en castellano, puedes hacerlo en la ecotienda de Fundación Tierra.