O solucionamos la Paradoja Humana (no aplicar lo que sabemos a lo que hacemos), o la Paradoja Humana escribirá con cenizas, que se llevará el viento, nuestro triste epitafio como especie inteligente: "actuó sin ningún tipo de inteligencia en la administración de su economía y de su convivencia como especie y en el planeta vivo que la ha dado cobijo".
Ha llegado el preciso momento en que nos hablemos claro a nosotros mismos
Debemos hacer de la inteligencia colectiva la energía motora que oriente y dirija todas nuestras acciones para que ninguna consecuencia de lo que hagamos, restrinja, vulnere o impida el desarrollo evolutivo de la vida del planeta: de nuestra vida. Es el momento de construir lo correcto utilizando la reserva de la inteligencia colectiva disponible convertida en conocimiento y sabiduría. Una sabiduría que por otro lado en ningún otro período de la historia ha sido tan elevada. Es el momento de no someter la soberanía de la libertad, de la dignidad, a ningún designio artificial que nos someta a la idiotización colectiva que necesita la barbarie para continuar reinando. Es el momento de la libertad plena, de aquella libertad de los unos que solo existe cuando es la misma libertad compartida por todos.
Tenemos más poder que el que imaginamos y no sólo ocupando las calles, que también, sino como aplicamos nuestros recursos económicos cada día.
Es el momento que con plena consciencia reconozcamos que la vida del planeta es nuestra vida y que el resultado de la inteligencia colectiva ha logrado crear el mayor yacimiento de acumulación de conocimiento y sabiduría de nuestra historia. Y que es el preciso momento en que hemos logrado diseñar las tecnologías para que alimentemos nuestra cultura, economía y convivencia de esta energía inagotable. Es el momento en que la inteligencia, la sabiduría y la sensibilidad humana remplacen a la barbarie, enquistada como sistema en instituciones obsoletas para administrar con eficiencia global la extraordinaria opción para lograr fabricar el bienestar inteligente, que es aquel que nos brinda la satisfacción actual sin hipotecar ni restringir el bienestar futuro.
Como sociedad tenemos la responsabilidad de reconvertir la carencia que está generando el barbarismo socioeconómica actual en una oportunidad para avanzar hacia una sociedad que sea auto sustentable, simple pero con abundancia, y en la que todos las personas seamos los socios de la misma gran empresa humana mundial. Una empresa cuyo objetivo es vivir y convivir inteligentemente entre nosotros y entre todos y el planeta (sin caer jamás en la utopía inalcanzable ni en la miopía de no saber ver lo que realmente podemos llegar a hacer y ser).
Como sociedad humana somos un organismo más en cooperación con otro organismo, Gaia, la Tierra, como ha demostrado Lovelock. De nuestro patrimonio natural no podemos consumir todo sin moderación alguna ya que una parte de nuestro propio ser y su futuro reside en la biosfera que nos acoge y de la que formamos parte. La actual depredación ecológica no eso ya ni siquiera es barbarie, es simple demencia patológica y no podemos seguir alimentándola.
Vivimos en un planeta vivo y podemos sumar nuestra inteligencia personal a la colectiva.
En todo el mundo, en toda temática, en todo contexto, existen almas humanas que solo esperan el momento y la vía para generar un pacto de inteligencia colectiva, para comenzar a interactuar. Interactuar no para ir en contra de nadie, sino todo lo contrario a favor de hacer de la sociedad global sensata y a altura de su mayor nivel de consciencia.
No está en juego el confort, está en juego nuestra supervivencia
Así de sencillo, sin drama, con pragmatismo transparente sin dramáticos argumentos, no podemos ser ajenos a que estamos cometiendo contra nosotros mismos. Por eso ha llegado el preciso momento de actuar inteligentemente, no solo parcialmente inteligentes, sino globalmente inteligentes. Por eso no basta con ser eficaces parcialmente, sino mundialmente eficientes. Por eso proponemos una vía práctica ejecutiva replicable a escala mundial para lograrlo, que no depende del gran capital ni del poder público o privado, pero que tampoco lo excluye, en la fantástica e inteligente tarea de poder lograr parar de una buena vez el barbarismo económico y su aplicación a la convivencia conflictiva primitiva.
Podemos construir nosotros por nosotros mismos. Tenemos las herramientas, la tecnología para comunicarnos a la velocidad de la luz y la fuerza que nos otorga la acción individual en la acción de una multitud. Somos millones de personas que aunque con multitud de idiomas y culturas compartimos un mismo espacio cultural en el que no hay distancias que las separen y que nos permite comprender que lo que realmente compartimos todos los diversos humanos como personas o como multitud, es la vida, el planeta vivo. Y que la vida solo habla su propio idioma: la procreación de la vida.
Somos millones de personas y tenemos las herramientas para pasar a la acción.
La barbarie se identifica fácilmente porque ignora la vida y porque se caracteriza de carecer de tanta consciencia como para no diferenciar la enfermedad de lo sano, la ambición de la necesidad, de lo correcto de lo incorrecto, la soberanía natural de la libertad humana de la soberanía artificial de instituciones que someten la libertad, la inteligencia y la sensibilidad humana.
Los bárbaros que nos lideran crean las crisis para dar lugar a la desesperación con el fin que que no nos quede más salida que tratar de sobrevivir a diario. Así consiguen que con abundancia de bienes y placeres les prestemos nuestra inteligencia, la de millones de humanos, mientras unos pocos, viven en una orgía desaforada que ofende a toda razón sensata y sensible. Un orgía que lamentablemente soscava los cimientos de cualquier futuro posible en un planeta habitable y saludable.
La economía evolutiva y orgánica
Mucho se ha escrito sobre otra forma de economía o de administración de nuestros bienes. De la economía ecológica a la economía azul pasando por la economía del bien común o la economía del decrecimiento. Todas estas formas teóricas comparten que debemos ser sensatos empleando nuestros recursos naturales. Pero no alcanzamos a que se implanten, simplemente porque estas propuestas económicas no han advertido que la clave está en como organizamos los flujos económicos para usar y procrear la inteligencia colectiva en un formato tan simple como es el de que cada ser humano sea partícipe de este cambio.
Un diseño evolutivo constante se base en la simplicidad de la forma y en la perfección de su función.
Un colectivo de personas han diseñado un sistema de uso práctico y accesible a todo el mundo en todo el mundo para convertirnos en seres verdaderamente libres de las cadenas del embrutecimiento. Es el sistema del Desarrollo Evolutivo Constante y que está trabajando para diseñar el CED System que a modo de aplicación para smartphones (APP) permita activar la “fábrica mundial” del bienestar inteligente globalmente compartido, gestionada de forma directa por las personas ciudadanas.
No es un sueño
Es una solución sistémica inteligente a un problema sistémico anclado artificialmente en el pasado, pero administrando herramientas modernas. Es un proyecto humano global factible, que nos permite reorganizar cuanto hacemos, para lograr convertir en mucho más rentable lo correcto que lo incorrecto. Pone a nuestro alcance los instrumentos concretos y masivamente accesibles para que las personas ciudadanas, toda institución inteligente, pública o privada, de cualquier lugar del mundo, encuentren con facilidad, claridad y precisión, el camino de unión necesaria para alcanzar globalmente, la potencia que transforme todo acto barbárico, en inviable, y a todo acto inteligente, en mucho más beneficioso, en todos sus aspectos.
Solo así, en vez de ser todos inconscientes e involuntarios cómplices de cuanto malo nos pase, comenzaremos a ser socios plenamente conscientes protagonistas de cuanto bueno podamos hacer que nos pase.
Todos somos socios
Tú estás aquí. Todos estamos aquí. Todos somos socios de la misma empresa global, la Tierra. Aquí es el lugar, ahora es el momento y la inteligencia, la empatía, la fusión y la consciencia colectiva nos apoyan como la más completa de las fuerzas que puedan existir al servicio de procrear la vida inteligente.
“Un sistema de vida inteligente, es aquel capaz de construir el bienestar global presente, sin restringir las opciones del bienestar futuro, en un proceso que no ofenda a la naturaleza ni vulnere en forma alguna la libertad de todo ser humano”. Definición inspirada en la ecuación para la inteligencia de Wissner-Gross y en los valores emergentes de la obra del que fuera Buckminster Fuller.
Y esas fuerzas, las tienes tú, las manejas tú, las usas y las procreas tú… imagina lo que todos podemos cuando gracias a la tecnologías nos reconvertimos en un nosotros, en partes diversas de un mismo organismo, siendo partes interactivas e inter dependientes en un Proyecto Humano Inteligente Global.
Hoy sabemos, que el futuro es espejo ampliado del presente y que es tan veloz el cómo llega que casi es imposible reconocer el momento en el que hoy se transforma en futuro. Y que tanto el presente como el futuro de nuestra especie, depende lo que logremos saber hacer.
Forzosamente, tenemos que actuar con inteligencia. Es nuestra mejor opción. Es nuestra mejor oportunidad del presente con futuro. No podemos esperar que nadie lo pueda lograr mejor que nosotros mismos. No podemos esperar que otro lleve a cabo lo que hoy podemos lograr nosotros por nosotros mismos. Dejar atrás toda impotencia, toda frustración, volcándonos con todas nuestras fuerzas para construir la sociedad en la que queremos vivir.
CED Nexus se concibe como una APP, una herramienta virtual que se puede utilizar desde qu.
El equipo de DEC - Desarrollo Evolutivo Constante ha creado el CED Smart System (Constance Evolutionary Development) el cual se construye a partir de una definición que en forma de gen permite diseñar, construir y gestionar el nuevo concepto de sociedad institucionalizada como un software evolutivo con un único precepto capital de aplicación mundial: “Es correcto que todo ser humano disponga de la opción de alcanzar el nivel de vida que libremente decida, teniendo en cuenta que ninguna consecuencia de sus acciones vulnere, restrinja o vulnere el que cualquier otro ser humano nacido o por nacer, pueda gozar del mismo tipo de opción y deber vinculante”.
Emulando en forma artificial, al sistema natural que logra activar ese tipo de proceso, para alcanzar objetivos que reconstruyen más amplio horizonte en cada final de ciclos. Posicionando a quien lo procesa, para recomenzar el siguiente, en ciclos tan subsecuentes e infinitos, como pueda serlo la propia naturaleza, dando lugar a la espiral ascendente que caracteriza al proceso de procreación de fusión de suma cuántica, dando lugar a la cada vez mayor complejidad de la esencia sutil de lo natural.
Pronto, esta opción ciudadana convertida en instrumento virtual al alcance de todo el mundo en todo el mundo para materializar la inteligencia colectiva estará disponible. Esa es nuestra verdadera opción de presente y de futuro inteligente. En nosotros subyace el decidir lo que debemos hacer.
* Nueva ecuación para la inteligencia identificada científicamente como “un proceso físico –una fuerza--, que intenta maximizar la futura libertad de acción y evitar restricciones en su propio futuro” Alex Wissner-Gross – EEUU – MIT –Harvard – nov. 2013 .
Artículo elaborado por Guillermo O. Vetcher, impulsor d ela iniciativa DEC. El equipo de redacción de terra.org ha valorado que su difusión merece nuestra atención. Fotografías: Fundación Tierra.
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