Elogio del futuro, por una conciencia crítica de especie

Este breve pero comprometido ensayo, Elogio del futuro. Manifiesto por una conciencia crítica de especie, lo escribe un hombre polémico en todas sus facetas. Ataviado con su característico sombrero Salacot, es conocido por las relevantes aportaciones sobre paleontología y arqueología en nuestro país y que se visualiza sobretodo en el hallazgo -hoy musealizado en forma de parque histórico- de Atapuerca.

Eudald Carbonell (1953) es coautor de numerosos artículos científicos en su especialidad y de una destacada colección de libros, algunos de ellos reflejo de su actitud crítica que persiste en él desde temprana edad. Basta con resaltar  el contraste de quién habiendo estudiado en un colegio del Opus Dei ha formulado y defiende con pasión la necesidad de la conciencia crítica en el ser humano. Este es el discurso disruptor que nos propone en su nueva obra Elogio del futuro (2017) y que a modo de manifiesto nos alerta sobre la necesidad de afrontar nuestro futuro como humanidad a través de la acción humana hacia el punto óptimo de nuestra evolución.

Portada del libro editado por Arpa y Alfil Editores.

"Las dos cuestiones seminales que deberíamos plantearnos aquí son: qué queremos como especie y cómo podemos lograrlo. Los humanos evolucionamos adaptándonos a los cambios que se producen en el medio natural. Después de centenares de miles de años de evolución hemos alcanzado un umbral donde han emergido tipos de conocimiento que nos han transformado en seres consciente de nuestra propia humanidad.

Una serie de adquisiciones como la técnica, el lenguaje, el fuego, el arte, el ritual funerario, la escritura, la tecnología socializada, el conocimiento y el pensamiento crítico han desbordado el marco de la selección natural y del azar, de manera que ahora podemos alcanzar formas de actuación nuevas y generar otra perspectiva en el comportamiento y en la acción social humana.

La idea de umbral es crucial, pues los sistemas sociales e históricos avanzan acumulando contradicciones hasta transformarse en algo incandescente y llegar a un punto de cambio de fase, a menudo asociado a una catástrofe. Ahora la humanidad se encuentra precisamente en un umbral de cambio de fase.

… Nos hallamos en el punto incandescente del cambio de fase. Algunas estadísticas estiman que, como antaño, entre un 8 y un 10 % de la población podría perecer durante el proceso. Esto significa cerca de 1.000 millones de seres humanos. ¿Estamos dispuestos a pagar semejante “peaje” en vidas humanas?."

Este es el bagaje histórico de nuestra especie que hemos de aprovechar. Se trata de impedir la inercia conservadora que las clases dominantes quieren mantener para que el determinismo ambiental sea el que dirija el destino de la especie y para que ellos puedan seguir sacando beneficio de tal estrategia.

En el año 2001, Eudald Carbonell nos sorprendió con un ensayo titulado: Aún no somos humanos. En esta obra defendía que "La ciencia debe ser socializada, sin jerarquización, mediante la extensión y la aplicación social del conocimiento. Pero en el discurso se le iba la mano al afirmar con la provocación que “Lo verdaderamente humano es la tecnología, mientras que con la cultura humanista no tendríamos sino elitismo conservador …”

En Elogio del futuro nos advierte que "Gracias a la emergencia de la conciencia crítica de especie ahora es plausible operar un cambio. Los seres humanos ya contamos con la capacidad de intervención. Estamos en el proceso de generar una anomalía histórica, una anomalía que asegure nuestra singularidad evolutiva. Un proceso en el que la conciencia tenga más capacidad creativa que el propio tiempo de evolución en el que ha navegado hasta ahora la humanidad".

Por eso insiste que… "antes que nada, lo que debemos es refundar la idea de futuro como constructor de realidades en el presente. Sólo de esta manera la ecuación pasado-presente-futuro tiene sentido para una humanidad en proceso de transformación. Efectivamente, debemos plantear qué quiere la especie en el futuro y ser capaces de trabajar de forma colectiva y organizada, no por azar. Dejemos el azar al margen y confiemos en nuestra capacidad, en nuestro saber hacer y en nuestra lógica para demostrar que la humanidad es un proyecto con sentido...

… Obligados a plantar cara a nuestra propia evolución, también tomamos conciencia de nuestros miedos, consecuencia de la irracionalidad y del desconocimiento…De ahí, entre otras cosas, la importancia capital de prospectar un futuro planificado, y explica además el profundo cambio de mentalidad, la inversión del paradigma histórico, al que nos vemos abocados por necesidad".

Actualmente, el Dr. Eudald Carbonell, catedrático de Prehistoria de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona (URV), y vicepresidente de la Fundación Atapuerca, codirige el mayor proyecto de investigación paleontológica en el triángulo de la tribu de los Afar en Eritera, el Engel Ela-Ramud. Allí, un equipo internacional formado por investigadores españoles y eritreos trabaja por primera vez en un yacimiento en la cuenca de Danakil, en el extremo septentrional del Rift Valley este africano, un lugar que se considera la cuna de la humanidad actual. El proyecto se lleva a cabo con una aportación económica de la Fundación Palarq, que tiene como misión dar apoyo a la investigación española en arqueología y paleontología, fuera del territorio europeo. Foto de los participantes en la sexta expedición a la zona del Engel Ela-Ramud liderada por el Dr. Eudald Carbonell y el Dr. Bienvenido Martínez-Navarro.

La pregunta a la que intenta dar una respuesta Elogio del futuro es si podemos incidir en la evolución de nuestra especie. En esto el autor es contundente y advierte de "la necesidad de un cambio ambicioso en la manera de comprender la evolución del ser humano y de nuestra especie:"... "Ya no se trata de parafrasear aquello de que las claves del pasado son la llave del futuro, sino de subrayar que sin futuro planificado no hay llave que abra el conocimiento crítico del pasado. Tampoco se trata, con este cambio de mentalidad, de sustituir o reemplazar el futuro por el pasado, sino de intervenir de forma racional y planificada en la estructuración social de la especie. Es nuestra única oportunidad...

… "Ha llegado la hora de decir basta y de construir las condiciones morales y objetivas que nos hagan alcanzar la humanización real del planeta. Es tiempo de decir no a la desigualdad, no a la falta de solidaridad, no a la desigualdad de oportunidades. Es hora de decir sí a la ciencia socializada y sí al conocimiento crítico. Finalmente, es tiempo de que el principio esperanza nos sirva para transformarnos a nosotros mismos.”

Elogio del futuro, es un libro de lectura amena y a la vez inspirador cuya principal aportación radica en un relato destinado a situarnos frente a la necesidad de planificar el futuro como especie y no dejarlo al azar de las tendencias sociales o ambientales.

Artículo elaborado por la redacción de terra.org. Foto: Manolo Vílchez.

Canviat
05/04/2018

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