Vegetalia Slow Ecofood: comer con sensatez ecológica. Ecositios 1




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Vegetalia Slow Ecofood: comer con sensatez ecológica. Ecositios 1

01202006 Vegetalia restaurante 1
01202006 Vegetalia restaurante 2
01202006 Vegetalia restaurante 3
01202006 Vegetalia restaurante 4

1. En la plaza Orwell, granja de la buena
2. El menú del día, de rechupete
3. Cultura y papeo sin prisas
4. Ecoprovisiones a la salida


Hace ya unos meses que a dos pasos de mi kurro un local habitual dedicado a la restauración cerró las puertas. Al poco se presentó una nueva propuesta que me causó sorpresa y alegría. Vegetalia, comedor, bar y tienda ecológica, todo un regalo pal barrio y para los que gustamos de comer saludable en la jungla urbana. Aunque fíjate en el detalle, está situado en la calle Escudellers, 54, en el tramo lateral de la Plaça George Orwell, el menda de Rebelión en la Granja, qué cosas, ¿no?. Aquí un mapilla. Oye que si no lo encuentras, aquí el teléfono 933 173 331.

Vegetalia es un pionero elaborador de proteína vegetal. El seitan y tofu son sus primeras materias nutricionales vegetales, además elabora con ellos presentaciones de sabroso gusto, recomiendo los pinchos de seitán y verduras, las variadas vegiburguers y los libritos con queso,...ufff. Una amplia oferta de conservas vegetales, pickles y repostería se suman a otros productos que distribuye a tiendas del ecosector.
En su día tuve el gusto de participar en una jornada de puertas abiertas en su sede central en Castellcir, no muy lejos de Barcelona. Allá, con la cocina parabólica Ksol no paramos de preparar degustaciones para los asistentes sin emisiones de CO2 y papeo de 1ª. Aquí tienes el diario de aquella jornada, para conocer mejor a Vegetalia aquí, y para saber más sobre el seitán, tofu, los germinados y otras exquisiteces de la gastromonía vegetal, no te lo pierdas aquí.

Suelo comer cuando tenemos tiempo y hay sol, en la terraza de la oficina, donde una muestra de cocinas solares, suerte la nuestra, nos esperan pacientes a que le coloquemos las viandas en las ollas para ponerse a dar servicio evitando emisiones de CO2 y residuos nucleares, y con alta valoración nutricional y unos sabores que no te cuento. Te invito, no a comer, pero sí a conocer comentada alguna de esas ocasiones gastroecosolares. Bien, junto a los compañeros de trabajo que tienen a la comida del mediodía como base energética diaria, nos escapamos el resto de días no soleados y ajetreados a que nos nutra el exterior. No hay restaurante de menú obrero que no hayamos catado en un radio de 3 manzanas. Pero llevamos unas semanas que Vegetalia se ha convertido en el 6 estrellas miguelín, máxima categoría que el buen amigo Miguel otorga a los sitios donde se come con sensatez ecológica.

Hoy nos hemos disfrutao una escalibada con humus de aceitunas que estaba de delirio, de segundo y que recomiendo para la primera incursión, un combinado de arroz integral con tofunesa, para acompañar una vegihamburguesa con ensalada. El postre, compota de manzana,...ay madre, y como me doy lujos de vez en cuando y ahora incluido en el menú de 7,90 €, un café justo para bordar un ecopapeo sin prisas, donde todo viene de la agricultura sin venenos y elaborado por los humanos del lugar que siempre te miran a los ojos y te regalan una sonrisa.

Debes saber que puedes ir a comer con la cesta de tela y cargar en la tienda, ya que tienes a disposición el catálogo de productos de Vegetalia y en la barra, tentempiés, pitas y bebidas saludables para el mejor ecofast food diario. Y una cosa estupenda es que mientras esperas a comer o reposas las viandas le puedes echar el ojo a una selección de libros de cultura ecológica de los más interesantes.

Hoy cuando me zampaba con agradecimiento a lo que estuvo vivo y ahora me nutre, me he ido de viaje etérico hasta los campos donde el pimiento y las aceitunas vieron la luz, he querido ver a esos trabajadores de la tierra que las cuidan sin contaminarlas, y ahora ni a mi tampoco. Mientras degustaba el postre, he llegado a ver hasta cómo el fruto era cogido del manzano por una mano sensible y cuidadora y cómo los pajarillos y otras especies del lugar esperaban también para cosechar los restos olvidados cuando los humanos se marchaban. Como que he soñado que podríamos alimentarnos, además de la manera crematística, por pura entrega energética, podríamos también disfrutarnos toda la espiritualidad que viaja en los frutos de la tierra mimada, cuidada, respetada y bondadosa. A mí, que intento que así sea, las digestiones me sientan mejor.

La agricultura y la ganadería ecológica tienen el futuro garantizado, aunque enemigos haylos junto a cuentos de nunca acabar, pero yo no quiero ni veo un futuro humano sin sensatez y respeto a la vida, a todo lo vivo. Yo cuando me nutro en lugares como Vegetalia, sé que es bueno para la tierra, bueno para una economía solar (aunque lo ecológico necesite también de lo fósil, como todo nuestro mundo), y al final bueno para mí y mi cuerpecillo serrano...

¡oleee y que te aproveche¡



¿Por qué este diario?



Canviat
09/02/2017

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