Hace ya unos meses que a dos pasos de mi kurro un local habitual
dedicado a la restauración cerró las puertas. Al poco se presentó una
nueva propuesta que me causó sorpresa y alegría. Vegetalia,
comedor, bar y tienda ecológica, todo un regalo pal barrio y para los
que gustamos de comer saludable en la jungla urbana. Aunque fíjate en
el detalle, está situado en la calle Escudellers, 54, en el tramo
lateral de la Plaça George Orwell, el menda de Rebelión en la Granja,
qué cosas, ¿no?. Aquí un mapilla. Oye que si no lo encuentras, aquí el teléfono 933 173 331.
Vegetalia es un pionero elaborador de proteína vegetal. El seitan y tofu
son sus primeras materias nutricionales vegetales, además elabora con
ellos presentaciones de sabroso gusto, recomiendo los pinchos de seitán
y verduras, las variadas vegiburguers y los libritos con queso,...ufff.
Una amplia oferta de conservas vegetales, pickles y repostería se suman
a otros productos que distribuye a tiendas del ecosector. En su
día tuve el gusto de participar en una jornada de puertas abiertas en
su sede central en Castellcir, no muy lejos de Barcelona. Allá, con la
cocina parabólica Ksol no paramos de preparar degustaciones para los asistentes sin emisiones de CO2 y papeo de 1ª. Aquí tienes el diario de aquella jornada, para conocer mejor a Vegetalia aquí, y para saber más sobre el seitán, tofu, los germinados y otras exquisiteces de la gastromonía vegetal, no te lo pierdas aquí.
Suelo comer cuando tenemos tiempo y hay sol, en la terraza de la
oficina, donde una muestra de cocinas solares, suerte la nuestra, nos
esperan pacientes a que le coloquemos las viandas en las ollas para
ponerse a dar servicio evitando emisiones de CO2 y residuos nucleares,
y con alta valoración nutricional y unos sabores que no te
cuento. Te invito, no a comer, pero sí a conocer comentada
alguna de esas ocasiones gastroecosolares. Bien, junto a los compañeros
de trabajo que tienen a la comida del mediodía como base energética
diaria, nos escapamos el resto de días no soleados y ajetreados a que
nos nutra el exterior. No hay restaurante de menú obrero que no
hayamos catado en un radio de 3 manzanas. Pero llevamos unas semanas
que Vegetalia se ha convertido en el 6 estrellas miguelín, máxima
categoría que el buen amigo Miguel otorga a los sitios donde se come
con sensatez ecológica.
Hoy nos hemos disfrutao una escalibada con humus de aceitunas que
estaba de delirio, de segundo y que recomiendo para la primera
incursión, un combinado de arroz integral con tofunesa, para acompañar
una vegihamburguesa con ensalada. El postre, compota de manzana,...ay
madre, y como me doy lujos de vez en cuando y ahora incluido en el menú
de 7,90 €, un café justo para bordar un ecopapeo sin prisas, donde todo
viene de la agricultura sin venenos y elaborado por los humanos del
lugar que siempre te miran a los ojos y te regalan una sonrisa.
Debes saber que puedes ir a comer con la cesta de tela y cargar en
la tienda, ya que tienes a disposición el catálogo de productos de Vegetalia
y en la barra, tentempiés, pitas y bebidas saludables para el mejor
ecofast food diario. Y una cosa estupenda es que mientras esperas a
comer o reposas las viandas le puedes echar el ojo a una selección de
libros de cultura ecológica de los más interesantes.
Hoy cuando me zampaba con agradecimiento a lo que estuvo vivo y
ahora me nutre, me he ido de viaje etérico hasta los campos donde el
pimiento y las aceitunas vieron la luz, he querido ver a esos
trabajadores de la tierra que las cuidan sin contaminarlas, y ahora ni a
mi tampoco. Mientras degustaba el postre, he llegado a ver hasta cómo
el fruto era cogido del manzano por una mano sensible y cuidadora y
cómo los pajarillos y otras especies del lugar esperaban también para
cosechar los restos olvidados cuando los humanos se marchaban. Como que
he soñado que podríamos alimentarnos, además de la manera crematística,
por pura entrega energética, podríamos también disfrutarnos toda la
espiritualidad que viaja en los frutos de la tierra mimada, cuidada,
respetada y bondadosa. A mí, que intento que así sea, las digestiones
me sientan mejor.
La agricultura y la ganadería ecológica tienen el futuro garantizado, aunque enemigos
haylos junto a cuentos de nunca acabar, pero yo no quiero ni veo un
futuro humano sin sensatez y respeto a la vida, a todo lo vivo. Yo
cuando me nutro en lugares como Vegetalia, sé que es bueno para la
tierra, bueno para una economía solar (aunque lo ecológico necesite
también de lo fósil, como todo nuestro mundo), y al final bueno para mí
y mi cuerpecillo serrano...
¡oleee y que te aproveche¡ |