Produce una inmesa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha
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Produce una inmesa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha |
Victor Hugo |
Hoy
en día no sólo se están extinguiendo especies animales y vegetales,
sino prioridades humanas que, una tras otra, se ven sistemáticamente
rociadas, no de plaguicidas, sino de eticidas: agentes que matan la
ética y, por consiguiente, cualquier idea de historia y de justicia.
Especialmente atacadas se ven aquellas de nuestras prioridades que
proceden de la necesidad humana de compartir, legar, consolar,
condolerse y tener esperanza. Los medios informativos de masas nos
rodean día y noche con eticidas (John Berger). La devastación ecológica
es cada vez mayor: adobada, eso sí, con retórica ambientalista cada vez
más extendida. Los hielos del Ártico comienzan a fundirse, y por
primera vez se encuentran cadáveres de osos polares ahogados; al mismo
tiempo, los ejecutivos de las multinacionales del petróleo se frotan
las manos ante la expectativa de nuevos recursos que liderará el
deshielo, y las agencias de viajes comienzan a vender turismo en las
zonas más afectadas por el calentamiento. "Hoy en día —escribía
Frederic Jameson en Las semillas del tiempo— nos resulta más fácil
imaginar el total deterioro de la Tierra y de la naturaleza que el
derrumbe del capitalismo; puede que esto se deba a alguna debilidad de
nuestra imaginación". (Jorge Riechmann) |
Canviat
09/02/2017