Para un usuario de la bicicleta urbana como sistema de transporte cotidiano hay un aspecto fundamental a tener en cuenta: la seguridad. La seguridad es una ecuación entre una buena conducción, los riesgos del entorno y un buen mantenimiento mecánico. En nuestro país no hay una cultura del mantenimiento preventivo mecánico de la bicicleta urbana como en otros países. El incremento de usuarios de la bicicleta como sistema de transporte nos impulsa a formular propuestas que contribuyan a un uso satisfactorio de este vehículo. El desgaste de los componentes en una bicicleta urbana es algo que no siempre tenemos en cuenta. Tampoco valoramos poner en manos de un buen taller mecánico nuestra bicicleta periódicamente para revisiones preventivas. Para conocer el desgaste al que sometemos nuestra bicicleta urbana no hay como saber el kilometraje que hacemos con ella y el esfuerzo que realiza. Para ello disponemos de los llamados ciclocomputadores, cuentakilómetros o velocímetros. Estos aparatos, relativamente bien aceptados en la bicicleta deportiva, son poco empleados en la bicicleta urbana. Y, sin embargo, son una referencia muy útil para la seguridad de nuestra bicicleta. En este reportaje analizamos algunos modelos comunes en las tiendas de nuestro país y damos pistas sobre cual es el que mejor puede adaptarse a las necesidades del ciclista urbano.
¿Qué es un ciclocomputador?
Un ciclocomputador o cuentakilómetros nos permite medir con precisión los kilómetros realizados en un bicicleta. Adoptamos, sin embargo, el término ciclocomputador, pues estos medidores son algo más que simples cuentakilómetros.
Detalle del display del ciclocomputador por arriba y por debajo. VDO a la izquierda y Sigma a la derecha.
El principio de funcionamiento es sencillo. El punto de partida es medir la distancia que recorre en una vuelta una rueda y a partir de esta medida se calcula el recorrido y la velocidad. Con estos datos también se puede evaluar el tiempo empleado montado en la bicicleta. El sensor básico es un imán que traslada el pulso magnético a un sensor que a su vez lo envía a un receptor, el ciclocomputador, el cual nos proporcionará la traducción de estos pulsos en información tangible.
La función básica en un ciclcomputador es la velocidad instantánea a partir del espacio recorrido por unidad de tiempo, a la cual se puede añadir la velocidad media, la máxima y la mínima y la distancia acumulada total. También incorporan un reloj que nos aporta el tiempo de pedaleo parcial y total. La sofisticación de estos aparatos se mide por el número de funciones que son capaces de calcular. Los modelos más básicos permiten, para un único tamaño de rueda prefijado, la velocidad, la distancia recorrida y el total de km y el reloj. Luego hay modelos más completos que incluyen la velocidad media y la velocidad máxima, y permiten mediciones con más de una rueda. También los hay wireless, que no precisan de cableado entre el sensor y el computador. Así mismo, algunos modelos ofrecen conexión con un ordenador para poder descargar los datos y con el software pertinente pueden ser analizados. Y es que en estos modelos más completos diseñados para el entrenamiento deportivo se incluye la medición de las pulsaciones, la cadencia de pedaleo, la altitud y todo lo máximo, mínimo y medias que marque nuestro entrenamiento.
Los ciclocomputadores funcionan habitualmente con una pila botón de litio CR 2032 de 3 voltios, que tienen una duración aproximada de unos 2 - 3 años. También los hay que llevan una pequeña celdilla fotovoltaica que recarga la batería. Las diferencias entre las marcas y los modelos se basan en el sistema de pulsos, la carcasa de sujeción del ciclocomputador y el número de funciones que ofrecen. Entre los principales fabricantes que incorporan en sus catálogos modelos básicos están Cateye, Sigma, Trelock y VDO.
El imán de VDO (izquierda) va sobre un soporte menos estable que el imán de SIGMA (derecha).
¿Es necesario un ciclocumputador en una bicicleta urbana?
En realidad, el ciclista urbano en nuestro país está acostumbrado a usar bicicletas más bien destartaladas, por aquello de que las roban (y en parte es cierto, pero también lo es que no siempre se toman las medidas necesarias para evitarlo). Quien usa a diario la bicicleta como sistema de transporte sabe que es importante dotarse de una buena bicicleta, pues al final le va también la salud, aunque pedalear sea algo saludable. Como hemos comentado, los ciclocomputadores han triunfado en el ámbito de la bicicleta deportiva, o sea, la bicicleta de montaña, la bicicleta de carretera, el cicloturismo y en la bicicleta estática de entrenamiento. Los usuarios de la bicicleta urbana como sistema de transporte cotidiano, en general, no consideran que valga la pena equipar su bicicleta urbana o plegable con este artilugio.
Ser un usuario consciente de la bicicleta urbana como sistema de transporte implica que hemos adoptado una citybike o una bicicleta plegable de calidad para que sea nuestro vehículo habitual. Si hemos tomado esta decisión, el ciclocomputador se convierte en un equipamiento que no puede faltar. No necesitamos un ciclocomputador especialmente sofisticado sino todo lo contrario. Pero hay una función que es básica: el kilometraje total recorrido. Y es que este dato nos puede ser muy útil para un buen mantenimiento de la bicicleta. En realidad, mucha gente piensa que la bicicleta es un vehículo que no requiere apenas de atención mecánica. Pero es una equivocación. La seguridad en el pedaleo, como en el uso de cualquier vehículo o máquina, depende siempre de un buen mantenimiento. Así que el ciclocomputador nos permite tener una referencia del esfuerzo y desgaste a que sometemos los componentes de nuestra bicicleta urbana.
El sistema sensor de SIGMA se ancla en el radio de la rueda de forma estable. En cambio en el de VDO se aprecia que la bisagra de cierre es muy delgada y propensa a la rotura.
¿Cuáles son las funciones necesarias en el ciclismo urbano?
Para una bicicleta urbana un ciclocomputador de 4-5 funciones es suficiente. La velocidad, el kilometraje parcial y total y el tiempo invertido. Lógicamente, podemos valorar que también nos mida la velocidad media y máxima, pero poco más. Todas las funciones de tipo temporal más sofisticadas, las opciones de altímetro, brújula, cálculo de consumo de calorías, etc. son innecesarias en el ámbito urbano.
Análisis de algunos ciclocomputadores para bicicleta urbana
Para facilitar al usuario la decisión de incorporar un ciclocumputador hemos analizado tres modelos que cumplen los mínimos requisitos antes mencionados para una bicicleta urbana y accesibles en nuestro país. El análisis se ha realizado con los modelos del año 2010 de tres de estas marcas: el Velo 5 de Cateye, el BC509 de Sigma y el A4 VDO Cyclecomputing (con precios PVP de entre 13 a 20 euros). El objetivo de este test se ha centrado en los tres elementos básicos de estos kits. El sistema de pulso magnético, la carcasa de sujeción del ciclocomputador y la presentación y materiales empleados.
La carcasa del ciclocomuptador de SIGMA es más robusta y permite la constante extracción sin problemas. La del VDO tiene un perímetro muy delgado. En la imagen mostramos la rotura de uno de estos laterales con unas pocas extracciones.
• El Cateye Velo5 incluye 4 funciones: velocidad, kilómetros totales, distancia recorrida, reloj.
• El Sigma BC509 incluye 5 funciones: velocidad, kilómetros totales, distancia recorrida, cronómetro, scan de presentación de datos, reloj.
• El VDO A4 incluye 4 funciones: velocidad, kilómetros totales, distancia recorrida, reloj.
Todos los modelos llevan una pila botón CR2032 y la carcasa del ciclocomputador de los tres modelos no es wireless sino que va unida por cable hasta el receptor. Los tres modelos admiten una sola medida de rueda y permiten manualmente fijar la medida de la misma a partir de las tablas que se ofrecen en el manual de instrucciones, y permiten incorporar la medida precisa, ya sea del diámetro o el desarrollo recorrido según la tipología de la cubierta del neumático. Recordemos que los datos sobre la tipología de nuestro neumático vienen grabados en el lateral de la cubierta de nuestra rueda. Los tres ciclocomputadores van equipados con un imán que irá fijado a uno de los radios de la rueda. En este caso, hemos analizado la calidad y fiabilidad del sistema de sujeción del imán al radio. Finalmente, hemos valorado la calidad del soporte de anclaje del ciclocomputador que se ubica en el manillar para que sea fácilmente visible al usuario.
Detalle del ciclocomputador Cateye Velo 5 con los elementos del kit y algunos de los pasos de montaje básico.
Sobre el sistema de sujeción del imán a los radios de la rueda
• El Cateye Velo 5, es un imán montado como si fuera la cabeza de un tuerca con una pieza que permite atornillarla y fijarla sobre el radio. Se trata de un sistema robusto y que se mantiene firme y bien adherido al radio sin que resbale por el mismo.
La carcasa del VDO muestra los tornillos que permiten cambiarlo de posición para que pueda montarse en el tubo del manillar o sobre la tija del mismo. La del Sigma ofrece la misma versatilidad para el montaje.
• El Sigma BC509 es un imán que dispone de un canal que acopla al radio y que cerramos con una pieza metálica que entra a presión y hace de abrazadera a lo largo de los 2 cm que mide este. Se trata de un sistema robusto y que se mantiene firme y bien adherido al radio sin que resbale por el mismo.
• El VDO A4 es un imán metálico montado sobre una estructura circular que con un cierre plástico aprieta el radio y gracias a que incluye un banda blanda (que se degrada con el tiempo) cuando lo cerramos queda fijado al radio. Sin embargo, esta estructura, que es como si fuera una caja con su tapa, tiene la bisagra muy fina y del mismo material plástico. No es recomendable tocarlo una vez se ha instalado, pues puede romperse fácilmente.
Sobre el sistema de sujeción del sensor
Los tres sistemas van equipados con sensores magnéticos por inducción. Eso significa que entre el imán y el sensor tiene que quedar un espacio vacío de unos 5 mm.
• El Cateye Velo 5 tiene un sensor cilíndrico y alargado que se fija con bridas a la horquilla de la rueda delantera.
• El Sigma BC509 incorpora un sensor trapezoidal que se fija a la horquilla de la rueda delantera con una una correa de caucho de 42 cm que facilita la extracción del sistema.
• El VDO A4 equipa un sensor troncocilíndrico que se fija a la horquilla de la rueda delantera con bridas y, para que no resbale, se acompaña de una pieza de plástico blando.
Pasos esenciales en el montaje del ciclocomputador de Sigma.
Sobre el sistema de sujeción del soporte del ciclocomputador
• El Cateye Velo 5 es una base de entrada horizontal que lleva un sistema de rebaba que hace un click una vez ha quedado fijado. Dispone de una pequeña palanca para liberarlo y extraerlo por delante. Exige una maniobra que, para evitar que se caiga el ciclocomputador, es mejor hacerlo con las dos manos. El soporte se ancla con bridas y sólo admite una posición.
• El Sigma BC509 es un soporte de rosca tipo bayoneta que ensambla la base del ciclocomputador. El soporte es de un plástico semirígido que confiere al enganche del mismo una buena sujeción y no sufre, por más veces que extraigamos el ciclocomputador. La sujeción es a través de una correa de caucho de 32 cm muy resistente y duradora. Permite cambiar la dirección de la entrada de la bayoneta de forma que puede ir sobre el manillar o sobre la tija del mismo.
• El VDO A4 es también un soporte de rosca tipo bayoneta pero en la que el ciclocomputador tiene una protuberancia de inicio del ensamblaje. La profundidad de la base que ancla al ciclocomputador es muy delgada y de un plástico rígido de las mismas características, con lo cual es relativamente frágil. La sujeción es a través de bridas. Permite cambiar la dirección de la entrada de la bayoneta de forma que puede ir sobre el manillar o sobre la tija del mismo.
Sobre la información para el montaje
Los tres sistemas ofrecen manuales suficientemente bien detallados con su paso a paso en varios idiomas, incluido el español. El manual de Sigma separa las ilustraciones de montaje del manual de preparación. En los tres modelos las baterías vienen a parte.
Los modelos de Sigma y VDO hacen el cálculo por la longitud del recorrido de la cubierta, mientras que el Cateye lo calcula a partir de la distancia del círculo de la medida de la rueda. Para ello pueden utilizarse los datos que aportan las tablas que contienen sobre diferentes medidas de neumáticos, aunque se puede poner el dato propio si uno lo tiene calculado.
Recomendación final
A partir del análisis expuesto, el ciclocomputador más durable y recomendable desde nuestra experiencia para su uso en la bicicleta urbana es actualmente el modelo Sigma BC509. Es lo suficientemente robusto para soportar múltiples extracciones de modo que no lo dejemos anclado en la bicicleta cuando la dejamos aparcada. Es importante que periódicamente anotemos los kilómetros totales recorridos. Aunque uno observa que el aparato se va quedando sin pilas porque los números del display pierden luminosidad, hay que tener en cuenta que cuando se cambia la pila se pierden los datos acumulados en estos ciclocomputadores sencillos.
Redacción Terra.org. Imágenes: Fundación Tierra. Ilustraciones: de los manuales de los fabricantes.