El artista plástico y dibujante Fernando Krahn deja un hueco en el mundo artístico de este país tras morir de una isquemia intestinal el 18 de febrero 2010. Krahn, nacido en Chile en 1935, abandonó el país tras el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 del dictador Pinochet y se estableció en Sitges, donde residió hasta su fallecimiento.
Portada de una de las obras ilustradas de Krahn.
Fernando Krahn nos deja un legado artístico enorme y que se nos hacía presente para muchos en un cita semanal con el periódico de La Vanguardia desde 1984 (que le ha dedicado un sentido homenaje). Siempre recordaremos su hospitalidad, simpatía y vitalidad en el encuentro que nos llevó a revisar todas sus ilustraciones que tenían algún contenido ambiental para tenerlos en exposición en terra.org.
Con una larga trayectoria internacional como ilustrador en diarios y revistas, es autor de más de cuarenta libros infantiles publicados en Estados Unidos, España, Venezuela y Chile. Hace unos años creó un estudio para organizar su actividad profesional: Krahnfactory. Hemos perdido al hombre, pero su obra y su espíritu permanecerá.
Nos regaló un caleidoscopio para mirar el mundo, nuestro interior y nuestras relaciones sin máscaras ni tapujos. Denunciando la injusticia y a la vez dejando siempre mensajes subliminales que estimulaban a pensar; historias sin palabras siempre y en cambio llenas de mil pensamientos en cada una de sus aparentemente inocentes escenas.
Como afirmaba con motivo de una exposición homenaje organizada por la Obra Social de Caixa Sabadell en mayo de 2006: “Me interesa el giro inesperado de una situación que nos enfrenta a un estado ante el cual no tenemos protección. Quedamos indefensos y miramos perplejos un futuro incierto que no esperábamos. No doy una respuesta que aclare lo que ha sucedido. Me interesa que el lector reflexione más allá de la última viñeta”. Aquí permanecerán estas cuatro páginas de la Galería con ilustraciones de Fernando Krahn para reflexionar sobre el medio ambiente.
¿Crepúsculo o Esperanza? de Fernando Krahn.
