Homenaje a Steve Jobs

5 de octubre 2011. Pocas personas como Steve Jobs fueron capaces de imaginar lo que nadie sabia cómo fabricar, y después de fabricarlo, que el producto resultante fuera amigable. Para muchas personas, trabajar con ordenadores de Jobs fue siempre sinónimo de sencillez, trabajar y olvidarse de la máquina y sus tripas. Hoy incluso el software libre como el sistema operativo Ubuntu basado en Linux, se parece a aquellas ventanas que a mediados de los ochenta ya estaban en los ordenadores Macintosh. Yo entré en la informática doméstica de la mano de un Macintosh SE, su recuerdo es hoy también el mejor homenaje al hombre que nos ha dejado y lo hizo posible.

Muy sintéticamente, porque es de sobras conocida, pero la historia de Apple surge de la unión de Steve Wozniak  con Steve Jobs, mientras este imaginaba las cosas imposibles, Steve Wozniak conseguía que funcionaran. Su historia, un clásico ya de los emprendedores, nació en un garaje en 1976 y está más que relatada. Cuando sus ordenadores empezaron a ser un éxito después de 1981 introdujeron el ratón como herramienta para dar órdenes a las máquinas que creaban. Pronto la compañía empezó a ser rodeada por los inversores que imaginaban jugosas ganancias exprimiendo la manzana. En 1984 Apple rompió moldes con un anuncio comercial firmado por Ridley Scott. Cuando los financieros se apoderaron de Apple, Steve Jobs se retiró y emprendió otras aventuras. Sorprendió en 1988 con su ordenador multimedia Next (aunque fuera un fracaso comercial) y con el software para hacer dibujos animados que luego se convertiría en la factoría de Pixar. Ya en 1984, los Macintosh eran tan avanzados que ordenadores modernos no le superan todavía en muchas prestaciones básicas. Hay un vídeo de esta comparación que es simplemente interesante.

zoom

Un pequeño gran ordenador que tuve operativo durante 10 años y con el que mi trabajo era agradable.

A finales de 1996 Apple no era más que una empresa fabricante de ordenadores grises con directivos de élite pero incapaces de percibir el sentido de la empresa que dirigían.  Entonces, solicitaron el regreso de Steve Jobs y este volvió a la compañía y le imprimió nuevos colores. Nacieron los iMacs y los iBooks portátiles. Se convirtió en el presidente peor pagado del mundo. Su sueldo era de un dólar pero su genio fue darle diseño a la tecnología manteniendo la sencillez que la había caracterizado.

Pero la historia de Apple cambiaría definitivamente en el 2001 de la mano de una pequeña cajita blanca, con una ruedecilla como único elemento, y que servía para escuchar música. La llamaron iPod: no tenia botones y no era fácil imaginar como funcionaba pero abrió una nueva era en la audición de música. En menos de nueve años, más de 220 millones de iPods de todos los colores estaban en el mercado. Luego era cuestión de tiempo que aquella cajita para gestionar música e imágenes fuera también un teléfono. Nació el iPhone, que daría paso al último sueño de Jobs, convertir un teléfono en un ordenador sin teclado, sin ratón, que no pesa y que está en conexión permanente a internet en cualquier lugar.

Steve Jobs, fue un genio, pero era humano, alguien que como todos tiene una fecha de caducidad desconocida, como los replicantes de Blade Runner. Como ellos, Jobs se reveló, pero tras una intervención en su cáncer de páncreas que le renovó por dos años el contrato vital, hoy 6 de octubre de 2011 desapareció para siempre. Sin embargo, su nombre seguro formará parte de la historia de nuestra civilización, del siglo XX e inicios del XXI. Para otros siempre será un recuerdo entrañable (porqué era un hombre asequible en sus mensajes) aunque luego tengamos nuestros reparos si somos anticorporaciones, porque sin duda Apple lo es.

La Fundación Tierra nació en el 1994 y lo hizo con un ordenador Macintosh LCIII. En el 2001 iniciamos el portal terra.org con ordenadores iMac de plástico azul transparente. Desde entonces las tareas básicas de divulgación ambiental se han realizado siempre sobre tecnología Apple con software de Adobe Systems. Hoy no podemos sino dejar constancia de nuestro agradecimiento al genio, al hombre que pensaba en las personas cuando creaba ordenadores y que desprendía una profunda humanidad cuando estaba en público e incluso en las presentaciones de productos. Algunas personas, siempre tendremos una máquina Apple del siglo XX cerca como recuerdo de cuando el mundo no estaba todavía tan acelerado. En la sede de terra.org tenemos expuesto un Macintosh SE como icono de un tiempo que se fue para siempre.

Feliz Viaje Steve Jobs. Vuelves a ser polvo de estrellas y pura conciencia. Gracias por tu ingenio durante la estancia entre nosotros (1955-2011).

Canviat
09/02/2017

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