(1) Prepara una pasta para buñuelos a base de
harina, agua y huevo. (2) Mezcla bien todos los ingredientes y pasa el
seitán por esta preparación. (3) A continuación, espolvorea con sésamo
y fríe con aceite abundante y muy caliente. (4) Una vez fritos los
buñuelos, disponlos sobre un material que absorba el aceite. Quedan
realmente crujientes.