¿Qué es el Protocolo de Upsala?
Joan (Sabadell)
Se trata de un documento promovido por la ASPO, Association for the Study of Peak Oil and Gas), una organización de geólogos y científicos, con reconocido prestigio en universidades e instituciones, que lleva años advirtiendo que nos acercamos al cenit (peak oil) de la producción mundial de petróleo. Directivos de ASPO, como Colin J. Campbelll y Kjell Aleklett elaboraron el denominado Protocolo de Uppsala, que como muchas otras iniciativas ecológicas de personas comprometidas con el medio ambiente ha pasado desapercibida (recordemos sino los Principios de Valdez de 1989 o los Principios de Hannover de 1992). La traducción del original de Uppsala Protocol es la que sigue:
PROTOCOLO DE UPPASALA O DEL AGOTAMIENTO DEL PETRÓLEO
• Considerando que el paso de la historia ha registrado un aumento en el ritmo de cambios, el resultado del cual ha sido ha originado el mayor crecimiento en los últimos 200 años, desde la Revolución Industrial;
• Considerando que el suministro de energía proviene fundamentalmente del carbón y del petróleo, que se han originado de forma muy lenta en el pasado geológico y que tales recursos están inevitablemente sujetos al agotamiento;
• Considerando que el petróleo proporciona el 90 por ciento del combustible para el transporte, que es esencial para el comercio y juega un papel crítico en la agricultura, actividad necesaria para alimentar a una población en expansión;
• Considerando que el petróleo está distribuido de forma irregular en el planeta, por razones geológicas bien conocidas y la mayoría del mismo se concentra en cinco países que bordean el golfo Pérsico;
• Considerando que las principales áreas productivas del mundo ya se han identificado con la ayuda de tecnologías avanzadas y los conocimientos cada vez más exactos sobre geología, ponen de manifiesto que se alcanzó el cenit en los años sesenta,
• Considerando que el pasado cenit en los descubrimientos conduce inevitablemente a un cenit real en la producción para la primera década del siglo XXI, asumiendo en este análisis que no se de una reducción drástica de la demanda;
• Considerando que el efecto del declive de este recurso vital afecta a todos los aspectos de la vida moderna, lo que tiene graves implicaciones políticas y geopolíticas;
• Considerando que es conveniente planificar una transición ordenada a un nuevo entorno, prediciendo de forma anticipada como evitar el despilfarro de energía, estimular la entrada de energías sustitutivas y aumentar la duración del petróleo remanente;
• Considerando que es deseable enfrentarse a los retos que surgen de forma cooperativa, que permita abordar las preocupaciones relacionadas con el cambio climático, la estabilidad económica y financiera y las amenazas de conflicto por el acceso a los recursos críticos.
PROPONEMOS POR ESTAS RAZONES
1. Convocar una convención de países para tratar este asunto, con vistas a conseguir un Acuerdo, basado en los siguientes objetivos:
a) Evitar lucrarse con la escasez, de forma que los precios del petróleo puedan mantener una relación razonable con los costes de producción.
b) Permitir a los países pobres realizar sus importaciones.
c) Evitar la desestabilización de los flujos financieros que surjan de los excesivos precios del petróleo.
d) Promover que los consumidores eviten el despilfarro.
e) Estimular el desarrollo de las energías alternativas.
2. Este Acuerdo tendrá las siguientes líneas generales:
a) Ningún país producirá petróleo más allá de su tasa actual de agotamiento, que se define en la producción anual como un porcentaje de la cantidad que se estima queda por producir.
b) Cada país importador de combustibles fósiles reducirá sus importaciones para ajustarse a la Tasa Mundial de Agotamiento.
3. Se regularán detalladamente las definiciones de las diferentes categorías de petróleo, sus exenciones y cualificaciones y los procedimientos científicos para la estimación de la Tasa de Agotamiento.
4. Los países firmantes cooperarán para proporcionar información sobre sus reservas, permitiendo auditorías técnicas, de forma que se pueda determinar con precisión la Tasa de Agotamiento.
5. Los países firmantes tendrán el derecho a apelar la valoración de su Tasa de Agotamiento si cambian las circunstancias.
En resumen, el Protocolo de Uppsala prevé no sólo reducir las emisiones sino impulsar la simplicidad nuestra vida, y adaptarnos a las tasas de agotamiento de los combustibles, pues es una medida indispensable para intentar evitar el gran colapso social que se avecina. Es un alegato para que las naciones dejen de intentar seguir consumiendo lo que queda de petróleo sin orden ni concierto, para que lo hagan de forma racional, que debe ser obligatoriamente decreciente. Sólo de esta forma se podrá evitar sucumbir a la evidencia geológica de un recurso que se agota. Persistir en el consumo exacerbado de petróleo es sin duda una estupidez humana, impulsada por quienes no reconocen límites al crecimiento económico.