No se me ha ocurrido mejor acción hoy para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente que estar aquí en BIOTERRA 2005,
con las antenas a máxima potencia y la sensibilidad bien ajustada,
atento y agradecido por el acontecer reunido en un pabellón ferial
moderno, en una esquina de esa maravillosa península por la que me
muevo como si estuviese en mi casa. Siguiendo con el recorrido, un poco más allá y de camino al espacio de la revista La Fertilidad de la Tierra,
numerosos stands mostraban los tesoros líquidos de la tierra, el oro de
los árboles, ricos aceites de oliva de sabores supremos y el más oscuro y
brillante de los líquidos venerables, vinos casi insuperables según mis
colegas entendidos. Dos líneas de la agricultura ecológica que ya
tienen su camino abierto a mercados locales y lejanos, y lo han hecho
respetando la tierra y lo vivo, por lo tanto para mí, casi rozarían lo
auténticamente bendito. Es con los fértiles amigos editores de la
revista antes mencionada donde me sumerjo en cultura ecoagrícola, el libro de Cómo hacer
un buen compost, me dicen que se demanda cada vez más y me muestran el
libro El vino del Cielo a la Tierra, tratado para la vinicultura
biodinámica. Además por esos regalos que te dan las ferias y su
capacidad de unir en poco espacio mucho bueno, me presentan camino de
una charla que va a impartir, a Xavier Florín, sabio francés de estos
temas y colaborador asiduo de la revista. Poco más allá me encuentro camas donde el buen dormir es lo importante, el sistema Dormonovo,
si alguna vez inviertes en salud, no te pierdas el valorarlo. De
proteínas vegetales, seitán y tofu, un lugar especial ha destacado por
su servicio y bondadosas catas, Zuaitzo daba a probar sus matizados y
proteínicos productos sin muerte animal a quien gustase. Y yo fui uno
de esos que repetían quizás más de lo debido, pero es que xiquillos,
probarlo para desearlo. También el vecino viticultor es posible que se
fijara en mis numerosas catas de sus saludables caldos, pero que le vamos hacer...
las catas de un expertísimo como yo precisan de volumen.
Tuvieron además las gentes de Zuaitzo el
detalle de aportar tofu a discreción para que una de esas joyas de la
economía solar doméstica solidaria, la cocina solar parabólica Ksol,
que no podía faltar en la tan noble cita ambiental, aprovechara los
1000 vatios por metro cuadrado de un domingo divino en radiación solar,
ofreciendo a los recién llegados o salidos, una cata de tofu especial.
Para casi todos los visitantes era la primera cata solar de su vida:
tofu al tamari, supremo según oí comentarios. Se aprovechó la ocasión para
informar a las gentes del lugar de la proximidad del mayor festival
solar de la historia emotiva de las renovables en la península. El
cocinero solar, conocido por lo que le da a la labia, no paró de incitar
a que viajaran a la mayor concentración por metro cuadrado de cociner@s
solares de la historia los próximos 8, 9 y 10 de julio, a 1000
kilómetros al sur de Irún, en Granada: el Encuentro Solar 2005. Esta es una cita del activismo social que sueña y trabaja para un futuro
sin perdedores y un sistema energético global, democrático y limpio. Y
es que el fomento de la economía solar no entiende de distancias y los
150 millones de kilómetros que recorren los fotones desde que salen de
la central divina llegan con la misma alegría a cualquier lugar. Más de
una vez alucino pensando en ese viaje fantástico que aporta la vida a
un pequeño grano de arena en un universo ilimitado. Me
llega a la mano un folleto de EzkerBatua Berdeak-Izquierda Unida
y me doy cuenta de lo bien organizada que tienen la campaña contra
la incineración Planeta Inflamable. La Asociación de Agricultores Ecológicos de la Val de Onsella
han mostrado lo que son capaces de hacer en un valle de Huesca con los
valores de la producción y de la economía local. Una de sus
empresas ha mostrado sus productos con aspectos fabulosos, cebada, maíz
y guisantes en copos y un genuino y saludable pienso para animales a
base de sus cereales. Además Bueno Suescun S.L. dispone de semillas
certificadas de avena y trigo duro en variedades locales, todo un
detalle para la protección de la biodiversidad vegetal.
La marca Cachopo en conserva o
crudo, ofrecía ricos garbanzos y lentejas junto a brotes de ajo y
pistos y tomates fritos, que después de cata ferial recomiendo
para estómagos amables. Andaban en los stand y estratégicamente situados
estaban unos trípticos de Vinyols Camp,
un centro de turismo rural y camping ecológico de las tierras de Tarragona,
que me he apuntao para parada cuando me toque pasar por Cambrils.
Cal Valls no podia faltar, y entre todos sus productos, el zumo de
mandarina supremo destaca y una de las botellas me ha hidratado de
lo lindo. Y otro espacio promocionado y sabrosón aunque no lo he podido degustar ha sido el
restaurante biológico Arraitxiki, situado en la parte viaje de la bella Sanse.
AGUR
Ecofin de semana en Bioterra - Irún (I) y (III) |