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Heliene-Gahelios, la primera fábrica de ensamblaje de módulos fotovoltaicos en Cataluña.
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El Director Comercial de Gahelios, Pere Soria atendiendo a la visita de inauguración.
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Detalle de la torre de calibración de los módulos fotovoltaicos
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Ensamblaje de células fotovoltaicas en el módulo.
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Proyección del lema de la manifestación contra el decreto que la Generalitat prepara para limitar la fotovoltaica y la eólica.
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El reducto de gases con efecto invernadero.
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Los
días soleados son siempre una gozada, pero el de hoy lo era por un
motivo más que significativo y era que se inauguraba la primera planta
de emsamblaje de modulos solares fotovoltaicos de Cataluña. Esta
comunidad autónoma que ideológicamente fue pionera en el lanzamiento de
las energías renovables rápidamente fue secuestrada por el Gobierno del
Honorable Pujol quien a través de la creación de un Instituto
específico para promover las renovables se convirtió en el principal
elemento para impedir el desarrollo de este sector. A pesar de ello y
con los años le salieron enanos pero siempre con mano dura e implacable
el Director de este Instituto fue el brazo derecho de los poderes
fácticos energéticos de esta comunidad autónoma que prefieren el gas
natural argelino.
En fin, la lucha por una Catalunya Renovable 100x100
ha sido reclamada por Greenpeace quien ha demostrado su viabilidad y
también por otras entidades. Pero en los últimos meses ha sido a través
de la Coordinadora Tanquem les Nuclears-Nova Cultura de la Energia
(TLE-NCE) que se ha venido defendiendo la opción renovable. Una opción
que el relevo gubernamental sigues in considerar, entre otras cosas
porqué los que siempre han mandado en esta Comunidad Autónoma siguen en
sus puestos.
Pero esta mañana podíamos celebrar que personas afincadas en esta
tierra, aunque con raíces de la España más soleada, han puesto toda su
ilusión e inversión para poner en marcha un sueño: una planta de
ensamblaje de módulos fotovoltaicos con materia prima de calidad. La
empresa Heliene (el fabricante de paneles) forma asociación con Gahelios (la comercial). Juntos, Heliene-Gahelios
han incrementado la cadena de valor de los servicios para entregar
plantas fotovoltaicas llaves en mano. La fábrica ubicada en Badalona
(al lado de Barcelona) y con vienticillos marineros que le llegan de
muy cerca, constituye una maravilla tecnológica gracias a la
intervención de otra empresa catalana dedicada a la robótica: S.A.P. s.l. Sistemas de Automatización de Procesos que ha implementado la mayor parte de los delicados procesos que conforman el proceso de emsamblaje de las células.
La visita a la fábrica la ha seguido de Pere Soria, Director Comercial
de Gahelios, un hombre que lleva más de 18 años con el sol en la sangre
y que hoy ha oficializado un sueño que en realidad se inició hace más
de un año. En realidad la fábrica inició su proceso de fabricación en
el mes de marzo 2008 y hasta la fecha de hoy han fabricado módulos con
una potencia acumulada de 3 MW. Para el año 2009 esperan alcanzar los
10 MW. Fabrican módulos de 215 y 240 Wp con células de silicio
proporcionadas por Sunways. Heliene-Gahelios han apostado por fabricar un producto de calidad
por lo que sus módulos van equipados con 60 células que llevan 3 barras
colectoras y encapsuladas con un vidrio laminado de 4 mm lo que le
confiere una mayor captación de radiación a la célula.
La mayor parte del proceso de fabricación está robotizado pues las
células fotovoltaicas son un material muy frágil y como ha recordado su
director General, Francisco Gallardo, cada uno debe verse como si fuera
un billete de 10 euros, que es lo que vale cada una. De este modo
los procesos de soldado, de colocación sobre el vidrio,
encapsulado, etc. lo realiza con una precisión milimétrica y un esmero
que los humanos no podemos realizar con la agilidad y ternura que lo
hace un robot (cosas de la tecnología!). Al final del proceso cada
módulo pasa por una torre de medición de sus características
fotoeléctricas y se clasifican para así poder servir remesas de paneles
fotovoltaicos homogéneos y por tanto que otorgan a una instalación el
mayor rendimiento.
El acto de presentación ha contado con representantes del Ayuntamiento
de Badalona y la Generaltiat de Catalunya. Esta última, representada
por el Secretario General de Industria y Empresa, Sr. Antoni Soy ha
elogiado la innovación, capacidad de inversión, calidad y otros valores
empresariales. Sin embargo, a la salida ante un grupo de ecologistas de
TLN-NCE que le han advertido sobre la incongruencia del proyecto de
Decreto del Gobierno al que representaba y que significa de facto
impedir la construcción de centrales solares en Cataluña, algo que ha
reconocido, pero que ha echado la culpa a otro departamento. (En fin,
que está claro que ni un Secretario General de una Consejería tiene ni
criterio ni poder!). Pero, bueno, hoy por la mañana era un día de
fiesta para las renovables de este país. Y así lo hemos sentido todos
los asistentes.
Pero, este día soleado tenía la otra cara de las renovables representada
por la convocatoria a las 19 h, en el centro neuropolítico de
Barcelona, la Plaza Sant Jaume, po parte de la Coordinadora Tanquem les Nuclears-Una nova cultura de l'energia (TLN-NCE) de una concentración de protesta contra el Proyecto de Decreto regulador del procedimiento administrativo
aplicable para la implantación de parques eólicos e instalaciones
fotovoltaicas en Cataluña.
Se trata de una normativa que se ha puesto a información pública la Generalitat de Catalunya para
quitar las ganas a quien quiera invertir en renovables (fotovoltaica o
eólica) en el nordeste peninsular. El objetivo no es otro que esta región sea un reducto de
centrales con efecto invernadero (Y eso que no cumplimos con Kyoto ni por asomo!). Bajo el eslógan Catalunya is diferent? esta coordinadora ha hecho un trabajo de pedagogía para que cualquiera
entienda como el gobierno catalán quiere reducir a añicos cualquier
iniciativa a favor de las renovables.
La concentración reivindicativa ha sido custodiada por tres furgonetas
llenas de antidisturbios que se han aburrido como ostras por lo
pacífico, como era de esperar del colectivo ecologista reunido. En cualquier
caso, la concentración ha servido para advertir sobre el papel que
jugarán las energías renovables en Cataluña en un futuro inmediato. Y
es que a la pregunta sobre el papel que han jugar estas energías es
la llave de todo un cambio de mentalidad, de forma de vivir, de
responsabilidad social y personal de sintonía real con el que son las
preocupaciones ambientales que están a la boca de todo el mundo: el
cambio climático, la contaminación, la crisis energética.
La concentración reivindicativa nos ha cuestionado sobre algunas
realidades evidentes frente a un mundo afectado por el
cambio climático. ¿Qué papel queremos que jueguen las energías
renovables en la generación eléctrica en Cataluña? ¿Las valoramos como
una cuestión de imagen? ¿Queremos que las renovables cubran una parte
importante de las servicios energéticos y de la energía que se invierte
en producir corderos? ¿Queremos que las energías renovables "pesen" en
la generación de electricidad o las volamos tan sólo como una
decoración de escaparate? La elección entre estas dos opciones no es
tan sencilla como dicta la lógica y la manifestación a favor de las
renovables por primera vez en lo que va del siglo XXI es claramente la
prueba.
Los manifestantes nos hemos reunido para solicitar la retirada del
"Proyecto de Decreto regulador del procedimiento administrativo
aplicable para la implantación de parques eólicos e instalaciones
fotovoltaicas en Cataluña". Un Decreto que, bajo su nombre técnico y
burocrático apuesta por la primera opción de los interrogantes: reducir
las renovables a una cuestión de imagen.
Esta normativa salida de la pluma de un gobierno que se califica de
progre pretende relegar las energías renovables a un lugar simbólico,
dentro de la generación eléctrica. En un momento clave, en que se
combinan las amenazas del cambio climático y la crisis de los
combustibles fósiles, en que las energías renovables logran cuotas de
generación cada vez más elevadas, en cualquier parte del mundo y de la
Unión Europea, Cataluña quiere ser un reducto de gases invernadero.
Para que os hagáis una idea sobre lo que pretende el proyecto de Decreto:
- Deja la energía eólica sin regulación legal y en una situación
caótica: de una parte alarga la vigencia del Mapa Eólico y, por otro,
declara su nulidad. Levanta una densa red de obstáculos a las pocas
zonas con potencial eólico que ya habían sido consideradas totalmente
compatibles en la legislación anterior.
- Bloquea el aprovechamiento fotovoltaico en instalaciones sobre suelo
uno de los recursos en energía solar para dar usos a tierras baldías,
pero también determina condiciones casi imposibles para la integración
de paneles fotovoltaicos en bloques de viviendas.
- No permite llegar a los mínimos objetivos de 3.500 MW de potencia
eólica instalada que preveía para el año 2015 el ya de por
si modesto "Plan de la Energía de Cataluña" .
- Hace imposible lograr la Directiva del Parlamento y Consejo Europeo
que establece un objetivo para el año 2010 del 22,1% de la electricidad
generada de fuentes renovables para el conjunto de toda la Unión
Europea. Objetivo que se concreta en el caso del Estado español en un
29,4%.
- Incumple la legislación estatal, puesto que discrimina las dos
fuentes energéticas renovables más importantes de Cataluña: el sol y el
viento.
- Garantiza que las energías renovables no puedan cubrir los servicios
energéticos de Cataluña con el que asegura el predominio a largo plazo
de las centrales térmicas de combustibles fósiles y las centrales
nucleares, legitimando el discurso que las renovables no són una opción
energética.
- Condena a la desaparición el tejido empresarial y productivo que se
ha venido desarrollando en los últimos lustros en Cataluña. De echo las
empresas catalanas se ven abocadas a vender y trabajar fuera cada vez
más.
- Con la excusa del paisaje y los valores identitarios se decapita
cualquier intento de paliar los impactos que el cambio climático y la
contaminación están provocando en los ecosistemas de Cataluña y en la
salud de sus habitantes.
En definitiva, un proyecto normativo que es una VERDADERA JOYA a favor del CAMBIO CLIMÁTICO. Un Decreto
que, a modo de hipocresía invalida los discursos oficiales de los
miembros del Gobierno que muestran una aparente preocupación por la
problemática ambiental. En realidad, ha sido redactado a espaldas de
las partidos que aún estando en el gobierno tienen mayor sensibilidad
ecológica. Se ha elaborado a espaldas de la realidad de contaminación
que provoca nuestro consumo cotidiano de energías sucias. A espaldas de
los impactos que el cambio climático está provocando en nuestros
ecosistemas y nuestras sociedades. A espaldas de los sectores sociales
que apoyan a un modelo energético renovable y que habrán de llevarlo a
cabo. A espaldas de los problemas territoriales y sociales que plantea
la transición cabe un modelo energético sostenible desde el punto de
vista ambiental, un modelo que sea válido para más de siete millones de
personas que viven en Catalunya.
Podéis pues imaginar que para los participantes a esta manifestación
para solicitar al Gobierno de la Generalitat una política energética
coherente con los principios de la nueva cultura de la energía, a saber:
-fomento generalizado del ahorro, eficiencia energética y un sistema de
generación y cobertura de servicios energéticos con tecnologías 100%
renovables.
Por todo ello la presencia de los asistentes era un tema de convicción
ética. Hemos vivido un evento lleno de emoción, especialmente, cuando
se han proyectado con un potente cañón luminoso diferentes imágenes y
eslóganes sobre la fachada del palacio de la Generalitat.
El grito de: NO AL DECRETO CONTRA LOS PARQUES EÓLICOS Y LOS HUERTOS
SOLARES. POR UNA CATALUNYA 100% RENOVABLE no puede dejar de sentirse
por el momento. Al final, bajo la luna llena de una noche límpida me he
retirado tras colaborar en algunas de las tareas organizativas. No
hemos sido muchos, pero los suficientes para que se visualice el germen
de la otra Cataluña que está harta de estar bajo las fechorías de los
gasistas.
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