Lupo de VW, un coche de combustión interna en el mercado de los de menor consumo
Diciembre, 2002. Es evidente que la inestabilidad de los precios del petróleo empuja a las empresas de automóviles a buscar soluciones para reducir el consumo. Existen incentivos demostrativos como la Challenge Bibendum y otras para incentivar a los fabricantes. Una de las primeras iniciativas en este sentido se deben a VolksWagen quien a mediados de los noventa lo intentó lanzando el Golf Ecomatic, una versión de este popular modelo que disponía de un ingenio para desactivar el motor cuando el vehículo se detenía en un semáforo. Las bondades de esta tecnología, sin embargo, no animaron al consumidor.
Otro logro importante para reducir el consumo de combustible lo consiguió en 1998 con el modelo de serie Lupo diesel capaz de recorrer los 100 km con 3 litros en circuito de carretera. Curiosamente, este modelo en España apenas se ha promocionado como vehículo “ecológico”, si bien su precio no es tentador y porque se trata de un utilitario de pequeñas dimensiones. La experiencia del Lupo 3 litros no sobrepasaba el verano de 1999 las 25.000 unidades vendidas desde su salida al mercado. Una verdadera lástima. Resulta curioso que este vehículo, el más ecológico dentro de la gama de los de combustión interna, no forme parte del patrimonio de la mayoría de los particulares que se precian de reconocerse preocupados por el medio ambiente.
A finales del 2002 Volkswagen ha batido un nuevo récord con un vehículo fabricado en fibra de carbono y un motor de 8,5 CV que alcanza los 120 km/h cuyo consumo es de 1 litro a los 100 km. Este auto experimental diseñado para 2 plazas en tándem va equipado con un motor de 1 cilindro con inyección directa de gasóleo. Lógicamente, el secreto de este bajo consumo se debe al poco peso del mismo que con todo el equipamiento a penas pesa 74 kg. Este alarde de materiales livianos y tecnología digital no sería fácil de aplicar a una fabricación en serie.