No se me ha ocurrido mejor forma de pasar una mañana elegante, amena y con aire ecosabrosón, que convocar a mis padres y coger ruta hacia Manresa, con el cochecillo a velocidad de crucero, conducción eficiente y con huella ecológica aliviada. Y es que no es lo mismo repartir la vomitada de CO2 del trayecto entre un paisano que entre tres. Bien, el motivo principal ha sido asistir a la 4ª jornada de puertas abiertas del Centre de Conservació de la Biodiversitat Agrícola que tiene sede en Can Poc Oli (Can Poco Aceite, la verdad es que creo que allá los olivos no deben darse bien, no sé). El lugar es el cuartel general de la Escola Agraria de Manresa, ese espacio de privilegio para la formación sostenible de agricultores y ganaderos ecológicos siempre con buenas energías renovables cerca. No te pierdas, si estas buscando ecoconocimientos, su oferta formativa para el 2006.
Lo cierto es que me enteré ayer de que hoy había esta reunión de activistas de la protección de la biodiversidad vegetal.Y ole, porque como dicen ellos, desde principio del siglo pasado Europa ha perdido el 85% de especies y variedades agrícolas, todas ellas ligadas a un territorio, a una cultura. Por lo tanto, la temática vale un viaje y más, de un ecologista que alucina como un niño con lo que sale de la tierra pa nutrirle su pequeño cuerpo.
Y es que yo siempre he sentido pasión, respeto y hasta cierto nivel de rabia contenida por esos placeres que se pierden en aras de progreso a toda máquina del capital y a mermas de ese patrimonio de la humanidad, las semillas, que en gran medida están en manos de la mafia globalizadora del papeo de tod@s y donde los que pierden son las mayorías y sobre todo, los agricultores del mundo, esos trabajadores vitales de la mayor fuente de energía para los humanos, la biomasa convertida en nutrientes dentro de esa máquina divina que es el sistema digestivo y sus canales de distribución energética que hacen posible que tu y yo soñemos con ser felices cuando la barriga esta llena. Suerte que somos un especie intranquila y todavía hay tiempo de darle la vuelta a la tortilla, eso sí, combate y alegría a la vista. Si te pones, quizás puedas entender del por que en Hong Kong los agricultores surcoreanos y de otros lares se han dejado la piel en las protestas estos días atrás.
La propuesta de hoy, me la he tomado como como simbólico homenaje personal a la lucha campesina, ha querido llegar al mayor número de agri-cultos, agri de tierra y cultos de culturizados de verdad, que mantienen vivas algunas de esas variedades que el mercado ha apartado del hit parade y que por amor a la vida y al sustento loable las cuidan en sus campos. También han convocado a personas y grupos interesados en conocer la necesidad de conservar nuestro tesoro común (la biodiversidad agrícola patrimonio humano) para fomentar su aplicación y el consumo de sus frutos.
El Centre de Conservació de la Biodiversitat Agrícola pretende recuperar el conocimiento y la practica tradicional relacionada con la agricultura abarcable y fomentar el comercio a escala local intentando evitar al máximo la actuación de intermediarios. Y como eje, el CCBA pretende recuperar la biodiversidad agrícola dotando a los agricultores de esas dosis de vida explosiva y fascinante que son las semillas (piensa por un momento, relajado, en lo que hacen de sorprendente por concretarse en fruto la pareja tierra fértil y la minúscula semilla, regadas por la milagrosa agua, ...yo he llegado en ocasiones a alucinar). Mira, aquí te dejo algo referente a una visión de las semillas muy particular. Tuve el gusto hace años de conocer a la ahora Fundación Kokopelli y recuerdo con delirio el tener ante mí las semillas de 400 variedades de tomates, 100 de lechuga, 200 de calabazas, 20 de albahacas, 25 de pepinos... ellos desde Francia y dando vueltas por el mundo siguen en la batalla, yo desde aquí les lanzo mi admiración por su trabajo y un tremendo sentimiento de virtual dosis de amor y fuerza.
Kokopelli el flautista jorobado, es un símbolo de fertilidad conocido desde hace miles de años a través de las tres Américas. La joroba de kokopelli no es una joroba real sino un saco de semillas y mientras él siembra las semillas escondidas en la joroba, él canta y toca la flauta. A sí él infunde en las semillas el soplo de la Vida. Enfrentado a todas las fuerzas terribles de destrucción que existen actualmente en nuestro planeta, el símbolo de Kokopelli representa para nosotros la esperanza de un planeta de nuevo fértil y de las Semillas portadoras de Vida. La cabeza de Kokopelli está cubierta de antenas que le permiten captar el canto de las estrellas e infundirlo en las Semillas de la Vida, Semillas de las estrellas, que fertilizan a la Madre Tierra.
Anda, si te has emocionao échale un vistazo a la reciente versión en castellano del web, un regalo para los sentidos y para la acción hortelana.
Y aqui, para la acción y el activismo semillero biodiverso, vital y necesario, la Red de Semillas Resembrando, te esta esperando. Y si tienes interés cultural, aqui su último boletín.
Bien, el programa matinal ha consistido en una paseada por los campos de cultivo de variedades locales destinados a la caracterización y multiplicación, es decir, el huerto donde se prueban, analizan y exploran las variedades que van llegando, las más afortunadas no tienen otro destino que multiplicarse para el bien común.
Después, el sabio multiplicador de semillas para la producción agraria ecológica de Valencia, Isidro Almenar, ha trasladado a los asistentes sus conocimientos del cada día. Le ha seguido la presentación de los resultados de una evaluación agronómica y organoléptica de 8 variedades tradicionales de tomates que se han estudiado en Can Poc Oli. Lastima que la degustación fue en la anterior jornada. Disponible esta el estudio, así como toda la información sobre las actividades y éxitos del CCBA si lo solicitas aquí. Ah, si buscas redes de intercambio de semillas, aquí también tienes un buen sitio para infórmate. Ahora, después de escuchar ha venido el paso a la actividad, por un lado un puestecillo a repartido plantel de 3 variedades de cebolla y una de porro y 6 variedades locales de semillas (yo me me pillao 3 variedades de lechuga y unas espinacas que dicen son de delirio. Esto ya lo confirmare allá cuando el clima me permita pasar a la acción urbahortelana). Eh, a que se esperas para hacerte con tus semillas, pídeles como conseguirlas y al tajo.
Me ha comentado algún Amic de la Escola que no esperaban mucha convocatoria a la hora de la cata y valoración de 8 variedades locales de col (paperina, gegant, del trinxat de Cerdanya, pell de Galapet, farratgera, arrisada de invierno, cuerno de bou), y es que la col, bueno que contarte así a palo seco. Pues amigo, he flipao, delante de mí el formulario a rellenar con datos personales, y sensoriales, olor, presencia, y sabor. Al lado el plato con 4 variedades, la 790, la verdad, ha sido tremenda, exquisita, suprema, vamos que no me esperaba yo tanto gozo gastronómico con coles delante. Deberé esperar a la próxima jornada para saber de sus resultados, de momento, la 790 tiene un nombre entre las 8 variedades que se desvelará y no se si aguantaré la ganas tanto, en fin hoy me llevo un emocionante descubrimiento en una mañana familiar con un colectivo humano que trabaja por ese mundo tan posible y que tantos imaginamos. Para valorar la importancia de la tierra fértil, de una agricultura sin venenos, de una alimentacion saludable para todos, hoy el mejor laboratorio esta cerca de nosotros. Hoy lo más revolucionario es meter tiempo e ilusión en un huerto, te lo aseguro. Gracias y aupa Amics del CCBA.
Ya de vuelta, mi padre, que dejo su juventud trabajando en tierras duras, se ha pillao un manojo de espinacas asilvestradas que seguro que le trasladaran a algún espacio en su memoria agri-culta, mientras mi madre sonríe y piensa en la receta y la silueta de Montserrat nos regala de postres unas vistas y relieves únicos. |