Ahorro energético en los ascensores

De todos los medios de transporte hay uno que, no por común, pasa desapercibido en cuanto a su impacto ambiental. Es un medio de locomoción vertical, con más de 12 millones de unidades instaladas en los cinco continentes, que según fuentes diversas, tansporta cada día mil millones de pasajeros y recorren entre todos 3 millones de kilómetros cada día. Un medio de transporte que tiene la reputación de ser el más seguro del mundo: el ascensor.

Ascensor antiguo modernizado conservando el estilo de la época. Foto: Fundación Tierra.

El ascensor nació en 1853, en Estados Unidos, cuando la empresa OTIS Elevator creada por Elisha G. Otis diseña el primer ascensor seguro de la historia. Desde entonces no ha parado de extenderse su uso. En España hay una de las mayores concentraciones de ascensores de Europa. Según datos de la European Lift Association hay cerca de 780 mil instalados en España de los 5 millones que hay en toda Europa. España es uno de los países con más ascensores, se calcula que son casi  20 ascensores por cada mil habitantes, contra los 8,5 en Francia; claro que en nuestro país, el 65 % de la población vive en apartamentos mientras que en Francia es sólo la mitad.

El mercado está dominado por cuatro grandes compañías, que por orden alfabético son: Kone, Otis, Schindler y Thyssenkrup. Pero existen un gran número de empresas medianas y pequeñas (pymes) que diseñan, montan y mantienen. Muchas de estas ofrecen mejores servicios que las corporaciones antes mencionadas.

¿Conoces la marca del ascensor de tu vivienda?
A pesar de ser algo común y que muchas personas lo toman a diario para acceder a su vivienda, pocos podrían responder correctamente sobre la marca de su ascensor y la tipología del mismo. Su popularidad contrasta con la escasa cultura popular sobre este vehículo. Al igual que en otros medios de transporte, en los acensores no es tan importante el fabricante como la tecnología que hay detrás y, sobretodo, con que criterios de calidad se atiende su mantenimiento.

El ascensor como medio de transporte supone un gasto energético importante para los residentes de un edificio, por lo que el ascensor debería ser motivo de interés.  Como en todos los sectores del transporte horizontal, también en el mundo del transporte vertical, los ascensores, las escaleras mecánicas, los montacargas, etc. hay las marcas líderes, lo cual no quiere decir que sean las mejores. Habitualmente, el ascensor lo escoge el promotor de una vivienda o un arquitecto. No siempre la opción escogida atiende a criterios ambientales.

El ciudadano común puede interesarse por si hay o no ascensor en la vivienda que por ejemplo va a comprar. Pero nunca sobre sus características o los consumos energéticos del mismo. Esto hace que, salvo excepciones, el sector de los ascensores sea más bien opaco y a menudo opere al margen de las personas que son sus principales usuarios. Este artículo quiere poner un poco de luz sobre este medio de locomoción (que por cierto, hablando de luz tienen en exceso la mayoría de las cabinas modernas como también detallaremos).

El miedo al ascensor
El miedo, aunque infundado ha sido un clásico, pues si se corta el fluido eléctrico o por cualquier otra razón uno queda encerrado. Sin embargo, en los últimos lustros, las medidas de seguridad, especialmente, desde que se introdujo en los años ochenta la oblitoriedad de los contratos de mantenimiento, son altísimas.

El miedo al ascensor es absolutamente infundado. En la imagen cableado de un ascensor moderno. Foto: Fundación Tierra.

Las normas técnicas UNE-EN 81-20 y UNE-EN 81-50  establecen los requisitos de seguridad para el diseño, fabricación e instalación de ascensores. Estas normas desarollan la Nueva Directiva Europea sobre el tema. Con estas normas se elimina o minimiza el riesgo de posibles accidentes asociados al uso normal, el mantenimiento y las maniobras de emergencia de los ascensores.

La seguridad en los ascensores es total porqué está claramente sobredimensionada; algo que permite que sea el sistema de transporte más seguro. Es cierto que ante un fallo en el que la cabina quede bloqueada entre pisos, muchas personas se sienten con angustia hasta que no las rescatan. De ahí que todas las cabinas deben disponer por norma de un teléfono incorporado y conectado a un centro de rescate las 24 horas del día.

En el ámbito de la ficción, el miedo al ascensor ha sido empleado en algunas películas de terror como De Lift (Goin' Up) del director holandés Dick Maas (1983)  exhibida en  España con el título "El ascensor". En este film un ascensor con vida propia se convertía en un asesino en serie. La cinta causó pánico entre muchas personas. Igualmente, hay que señalar que la escena de película del ascensor descolgándose por la rotura del cable sólo es posible por falta de mantenimiento.

 

Tipologías de ascensores
Como sucede con cualquier vehículo, los ascensores han evolucionado a lo largo de su historia y, por tanto, se han ido implantando diferentes tecnologías desde su evolución. Dada su durabilidad esto hace que convivan varias tecnologías todavía. 

Esencialmente, hay dos tipos de ascensores, lo que equipan motores hidráulicos y los electromecánicos. Cada uno de ellos tiene sus particularidades. Sin embargo, para sintetizar se distinguen tres tipos de tracción:

- Hidráulicos. Esta tecnología se  desarrolla a partir de 1990 y prácticamente actualmente no se instala dado que la potencia del motor es elevada lo que hace que el gasto energético sea mayor (la potencia típica del motor es de más de 9,5 KW) y requieren de un mantenimiento concienzudo. Su ventaja es que no requieren de sala de máquinas sobre el hueco y la instalación de la misma puede estar hasta 15 metros de distancia respecto del hueco vertical. Son ascensores lentos, unos 0,5 metros por segundo;  en caso de corte de energía eléctrica pueda hacerse descender manualmente quitando presión al equipo mediante una sencilla válvula.

Motor eléctrico de un ascensor moderno. Foto: Fundación Tierra.

- Electromecánicos: Es el tipo de tracción más antigua, sin embargo, esta ha evolucionado a lo largo del tiempo.  Hoy coexisten motores con o sin engranajes y capaces de desplazarse a velocidades de 0,5 metros por segundo hasta 2,5 metros por segundo.

La última tecnología en estos motores es la de accionamiento directo o baja velocidad  (gearless) que se implanta a partir del año 2000 y se caracteriza por su gran fiabilidad y consumo razonable (la potencia típica del motor es de unos 5 kW)  para cargas de 320 kg hasta 1.000 kg y pensados para atender hasta 70.000 viajes al año. En esta categoría de tracción se incluyen los ascensores más modernos o autoportantes que no precisan de sala de máquinas puesto que ubican todos los componentes de  tracción dentro del propio hueco del ascensor, en general en la parte superior del mismo.

Eficiencia energética en los ascensores

En internet se cita que los ascensores tan solo consumen del 3% al 8% (una media del 4% en la UE) de la energía total de un edificio en nuestro país. Sin embargo, cualquier Comunidad de Propietarios por los recibos que afectan al ascensor, saben que este se lleva un porcentaje mucho mayor de los gastos de la comunidad: del orden del 25 al 30 %. Por tanto, seleccionar adecuadamente la empresa de mantenimiento y aplicarse en el ahorro energético en el ascensor, debería ser una prioridad de cualquier Comunidad de Propietarios.

Imagen que ilustra todos los consumos energéticos en ascensores modernos extraída de una publicación sobre eficiencia energética en ascensores elaborada por Thyseenkrupp Elevadores del año 2013.

En el marco europeo, existe la norma VDI 4707 y la  ISO 25745 de “Eficiencia energética de los ascensores, escaleras mecánicas y andenes móviles (en tres partes)" la cual permite calificar energéticamente estos vehículos de transporte vertical. Así que la etiqueta energética del ascensor puede ser un punto de partida para elegir la mejor opción ambiental. Sin embargo, recordemos que la calificación energética es sólo indicativa respecto a la tecnología del resto de aparatos, y que en la misma se pueden aplicar procedimientos e ingenios para todavía ahorrar más como se ha comentado.

Los ascensores eléctricos de última generación con máquinas de tracción sin reductora (gearless), consumen entre un 25 y un 40 % menos que los ascensores electromecánicos convencionales y en torno a un 60 % menos que los ascensores hidráulicos. Vale la pena pues consultar que tipo de motor eléctrico dispone nuestro ascensor y las inversiones necesarias para reducir al máximo el ahorro energético. Recientemente, OTIS ha lanzado un ascensor de muy bajo consumo.

Desde el punto de vista de la eficiencia energética, los criterios que se barajan habitualmente son incluir como mínimo tracción gearless, maniobra con función de ahorro de energía en reposo (desconexión del variador y de otros sistemas) e iluminación led con autoapagado. Con estas tres tecnologías se puede conseguir un ascensor de clase A en el ámbito residencial.

Lamentablemente, no es lo habitual,  y a continuación ampliamos el tema.

Ahorro energético en la tracción
Un ascensor eléctrico con un motor de 5 kW y un uso bajo (1 hora al día) puede consumir casi 2.000 kWh al año. Uno hidráulico más del doble. Pero también hay que tener en cuenta que el ascensor no sólo consume cuando está en funcionamiento. La parada total de un ascensor se consigue sólo pasados unos minutos (según el equipo) y siempre que se haya programado una maniobra con la función de ahorro de energía en reposo que apague los sistemas de potencia y la señalización para reducir el consumo al mínimo. Una maniobra de reposo programado con esta función puede ahorrar desde un 30 % hasta un 50 % de la energía principal en reposo. Esta opción es especialmente recomendable en ascensores de bajo uso y representa una de las principales fuentes de ahorro. Lo habitual es que no se haya programado con criterios de máximo ahorro energético.

Cuadro informatizado de control de un ascensor que gestiona todos sus movimientos. Foto: Fundación Tierra.

Otras opciones para dismuir el gasto energético de la tracción del ascensor  es ajustar la potencia con variadores de frecuencia  y las velocidades de tracción. Pocas empresas de ascensores plantean esa opción, pero es posible en algunos aparatos.

En los edificios donde hay varios ascensores la clave del ahorro energético es la sincronización por demanda. De hecho en este ámbito actualmente hay software sofisticado disponible que utiliza algoritmos y de este modo se permite una reducción del número de viajes largos por parte de un conjunto de ascensores en un mismo edificio. A menudo este tipo de opciones son habitualmente desconocidas por las Comunidades de Propietarios. Por eso hay que preguntar, si es el caso, cual es la versión del software de sincronización y si hay versiones más eficientes. El ahorro energético de un software de sincronización actualizado puede ser del 20 %.
 

Ahorro energético en la cabina
Mientras que en lo que respecta a la tecnología de tracción los ascensores han evolucionado mucho, lo han hecho menos en la iluminación de la cabina. Por sorprendente que pueda parecer, entre el 15 y el 25 % de energía total que consume el ascensor puede que se deba al alumbrado de la cabina. Veamos las razones.

En primer lugar, las cabinas durante décadas se diseñaron con exceso de iluminación por aquello de que mucha luz podía dar menos miedo. Ese innecesario consumo energético de la iluminación (aunque hoy esto puede minizarse con la iluminación LED) es muy fácil de observar y sigue siendo lo habitual. Más del 70 % de los ascensores siguen equipados con fluorescentes que suman una potencia de entre 80 y 120 W como mínimo o van equipados con bombillas halógenas que superan los 200 W. Tratándose de superficies reducidas de uno a dos metros cuadrados máximo, claramente es una potencia excesiva.

En la imagen se aprecia el techo de la cabina de un ascensor diseñada para montar 4 fluorescentes de 18 watios hora (que se convierten en unos 30 Wh cada uno con la reactancia) cuando con la mitad (como muestra la foto) es suficiente. Además en este caso que ilustramo han sido sustituidos por 2 fluorescentes LED de 11 W y la cabina va dotada de un kit de autoapagado cuando está en reposo. Foto: Fundación Tierra.

La segunda razón de este elevado consumo energético de la iluminación de cabina es que la mayoría de ellas se han diseñado para que esta esté iluminada las 24 horas del día.  Este absurdo (en parte argumentado por la normativa vigente) era para evitar que al entrar en cabina no falte la luz ni un microsegundo (el tiempo que tarda en encenderse un fluorescente, por ejemplo). Sin embargo, en la actualidad no hay problema para que el encendido al entrar en cabina ya está operativo.

Dicho esto, bastan unos pocos números para observar que, con un consumo de 70 Wh (2 fluorescentes convencionales) por 24 horas y 365 días, da la cifra de 613 kWh al año, simplemente derrochados. Con un sencillo sistema de encendido por detección de presencia podría ahorrarse más del 95 % del consumo energético en iluminación, puesto que en una comunidad de, por ejemplo, cuatro pisos, el ascensor no transporta personas más que un 5 % del tiempo diario.

Ahorrar energía en la cabina cuesta menos de 250 euros ya que sólo precisa instalar un pequeño dispositivo por parte del mantenedor del ascensor. En 2012, el 80 % de los ascensores de Barcelona ciudad, según una estimación estadística realizada por Fundación Tierra a partir de muestrear 300 ascensores en esta ciudad, no tenían el dispositivo de apagado de la luz de cabina cuando no funcionan. Esta tendencia está cambiando, pero muy lentamente.

La perversidad última en el tema de la iluminación de las cabinas de los nuevos ascensores es que dado que se equipan ya con iluminación LED en el techo, los fabricantes argumentan que ya consumen muy poco y no se instalan sistemas de apagado automático de las luces de cabina cuando está en reposo.  A pesar de que la iluminación LED sea más eficiente, en una cabina moderna pueden haber instalados fácilmente de 25 a 50 W, lo que al año supone tirar un mínimo de 200 kWh, cuando con menos de una cuarta parte sería suficiente.

Finalmente, en el consumo energético lúminico del ascensor hay que contabilizar también el gasto del plafón de iluminación permanente, obligatorio por normativa, situado sobre la puerta exterior de la entrada del ascensor de todos los rellanos. Lamentablemente, la legislación todavía no se ha modernizado para que se permitan no sólo sistemas de bajo consumo LED, sino también de regulación de flujo lumínico variable o incluso apagado cuando en los rellanos no hay persona alguna.

Se puede cambiar de empresa de mantenimiento
Otro aspecto fundamental que se descuida es el del mantenimiento preventivo del ascensor que por normativa es obligado tener contratado. Este servicio se paga a menudo trimestralmente. En el cuarto de máquinas debe haber el "libro del ascensor" donde el técnico de mantenimiento mensualmente anota la fecha en la que ha hecho la revisión.

Todas las cabinas de ascensor deben estar equipadas con un dispositivo de telecomunicaciones conectado a un centro de rescate de la empresa de mantenimiento. Foto: Fundación Tierra.

La Comunidad de Propietarios debería, de vez en cuando, revisar que en el libro de su ascensor (ubicado habitualmente en el cuarto de máquinas) se han anotado y se han realizado, por tanto, todos los mantenimientos contratados. Algunas empresas, se saltan al año algunos mantenimientos preventivos obligatorios.

En general, el mantenedor suele ser quien ha instalado el ascensor. Lo que pocas personas saben es que la legislación española ha liberalizado este sector y, por tanto, no es necesario que el ascensor sea mantenido por la misma empresa instaladora. Podemos buscar otras empresas de mantenimiento que puedan darnos un mejor servicio y a mejor precio. Muchas empresas instaladoras mantiene cautivos a sus clientes y les cobran lo que quieren.

Otro aspecto importante es el tipo de contrato de mantenimiento que tengamos. Hay la opción convencional (similar al seguro de terceros en vehículos) y otras como semi-riesgo o todo riesgo. Pero es importante conocer la letra pequeña de cada uno de ellos.

Según la edad del ascensor conviene más una opción u la otra. En el contrato también se especifica el tiempo de respuesta para atender una avería (no un rescate, que esto es obligatorio las 24 horas por ley),  y si esta se atiende sólo en días laborales o también festivos. Lamentablemente, algunas empresas de ascensores se aprovechan del escaso interés de los propietarios por su ascensor para dar servicios realmente de pena.

Ojo con la inspección técnica
También hay que saber que por normativa todos los ascensores deben pasar una inspección técnica similar a la de los automóviles. Estas las realizan agentes autorizados por la administración de cada comunidad autónoma los cuales son independientes de las empresas de ascensores. La inspeccion de ascensores viene regulada po la ITC (Instrucción técnica complementaria AEM 1 "ascensores" del Reglamento de aparatos de elevación y manutención) publicada en el Real Decreto 88/2013 de 8 de febrero.  En esta se distinguen como categorías los ascensores con velocidades inferiores a 0,15 ms y las superiores a esta.

Típica etiqueta de inspección de ascensores de una de las empresas acreditadas en la Comuniad Autónoma catalana. Foto: Fundación Tierra.

La inspección técnica de ascensores la gestiona cada Comunidad Autónoma y se realiza cada dos años. La comunidad de propietarios puede escoger la empresa certificadora entre las legalmente acreditadas. Habitualmente, esta operación de inspección técnica la coordina la propia empresa de mantenimiento del ascensor. Si el ascensor está bien mantenido pasa la inspección y se renueva la etiqueta que se ubica en la cabina (a no ser que haya habido algún cambio normativo). Pero es importante que la comunidad de propietarios conozca el informe de la inspección de su ascensor, pues este es indicativo de si la empresa de mantenimiento realiza su trabajo adecuadamente.

Dada que la inspección técnica del ascensor es cada 2 años pueden haber aspectos normativos que cambien y que haya que actualizar. Un buen mantenedor informará a la comunidad sobre estos cambios antes de que llegue el momento de la inspección técnica. Por tanto, si hay no conformidades en la inspección vale la pena conocerlas. El Presidente de la Comunidad de Propietarios debería solicitar al administrador o a la empresa de mantenimiento del ascensor el informe de la inspección, ya que es un buen momento para revisar la calidad del mantenimiento de nuestro ascensor.

Usar el ascensor cuando sea necesario
El mejor ahorro energético y de buen uso del ascensor es no utilizarlo si no es necesario (sobre todo si la persona no tiene problemas de movilidad). Sabio consejo es pues bajar siempre sin ascensor o incluso subir escaleras que es un ejercicio saludable, hasta tres o cuatro pisos. Desde mayor altura, quizás sea un poco cansado subir, pero seguro que no lo es bajar. Recordemos que para bajar en ascensor, este primero probablemente primero suba vacio. Aunque dispongamos de un ascensor de máxima eficiencia energética se calcula que en un edificio de 4 plantas con ocho familias que prescindan de bajar con ascensor (cuando no se va cargado) puede ahorrar entre un 35 y un 55 % del  consumo energético anual. 

El ascensor también hay que renovarlo
Como cualquier vehículo el ascensor también tiene su vida útil, sobretodo en sus piezas móviles y de tracción. La vida media de la mayor parte de las piezas de un ascensor es de unos 30 años. Existen cabinas que tienen más de 100 años y se han restaurado para que conserven el diseño original, pero el resto de los elementos mecánicos con el paso del tiempo se deben renovar para adecuarlos a las normas tecnológicas y de seguridad normativas.

La ventaja de los ascensores es que si ha sido bien diseñado puede irse renovando por etapas e incluso conservar su estilo primigenio. Foto: Fundación Tierra.

Muchas veces, por razones diferentes, se van sustituyendo las piezas dañadas sin plantear una reforma programada o global puesto que las comunidades de propietarios no cuestionan a las empresas de mantenimiento de ascensores, ni están dispuestas a analizar inversiones y amortizaciones. Por otro lado, a menudo, algunas empresas de ascensores se rigen exclusivamente por los criterios de máxima rentablidad para su economía.

La escasa información a nivel divulgativo sobre los ascensores no facilita conocer que tipo de renovación podría ser la más adecuada según el uso que se hace o los componentes del ascensor. En cualquier caso, una renovación gestionada adecuadamente puede suponer un importante ahorro energético y de gasto de mantenimiento.

Una Comunidad de Propietarios bien informada respecto a su vehículo de transporte vertical podría preveer un cierto ahorro anualmente correspondiente a la cantidad de "amortización". De esta manera les permitiría poder asumir la renovación del ascensor llegado el momento y que fácilmente puede ser de entre quince mil a treinta mil euros al final de su vida útil.

 

Artículos interesantes:

- Libro digital "Eleva tu ascensor ahorrando energía" (en formato cómico, pero con un contenido muy interesante y de gran utilidad)

- Libro digital "Eficiencia y energías renovables en la edificación"

- Algunos datos curiosos sobre ascensores que se encuentran en la red:  El edificio más alto del mundo, la Torre Burj Khalifa en Dubái, con 828 m de altura, tiene ascensores de la compañía Otis Elevator Company. Recorren en cada trayecto 504 metros a una velocidad de entre 7 y 10 m por segundo. Los 58 ascensores del Edificio Empire State en Manhattan transporta 15.000 usuarios diarios recorriendo los diferentes pisos de este rascacielos. Los ascensores de la Torre Eifel recorren al año una distancia que equivale a dos veces y media la circunferencia de la Tierra, es decir, más de 103.000 kilómetros.

Artículo elaborado por la redacción de terra.org. Fotos: Fundación Tierra.

Modificado
09/02/2017

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