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Anniversario por el primer atentado contra el ecologismo pacificista |
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El Rainbow Warrior hundido en le puerto de Auckland el 10 de julio de 1985. Foto Greenpeace
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El pecio del Rainbow Warrior convertido en un arrecife artificial lleno de vida. Foto Greenpeace |
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10 Julio, 2005.
La noche del 10 de julio de 1985, cuando el Rainbow Warrior, el barco
de campaña de Greenpeace se preparaba para encabezar una flotilla con
destino a Muroroa para protestar pacíficamente contra los ensayos
nucleares de Francia, agentes de los servicios secretos franceses, los
comandantes Allan Mafart y la capitana Dominique Prior, siguiendo
instrucciones de la Dirección General de Seguridad Exterior francesa
colocaron dos cargas explosivas en el casco del barco. La explosión de
la segunda bomba supuso la muerte de Fernando Pereira, que estaba en su
camarote recogiendo sus cámaras, y el hundimiento de barco.
El mundo se estremeció
al comprobar que el Gobierno francés era el autor del ataque. Dos
agentes de los servicios secretos franceses, fueron condenados a diez
años en prisión por homicidio involuntario y siete por incendio
provocado. Sin embargo, en los meses siguientes Francia ejerció
una fuerte presión sobre Nueva Zelanda y llegó a un acuerdo que
permitió a los dos inculpados cumplir condena en una prisión militar en
Francia. En poco más de dos años fueron puestos en libertad y
regresaron a París, donde recibieron honores y reanudaron sus carreras.
Las Naciones Unidas ordenaron a Francia pagar una compensación de 13
millones de dólares y dar una disculpa. Con esta compensación pudo
adquirirse el segundo barco en 1989. El escándalo siguió por más
de dos años, mientras prevalecía la duda de qué hacer con el Rainbow
Warrior. Finalmente, el 2 de diciembre de 1987, el barco fue remolcado
a la bahía Mataurí para ser hundido durante una ceremonia maorí. En el
fondo del mar se ha convertido en un arrecife artificial, donde sigue
albergando vida y esperanza para ese ecosistema que tanto luchó por
proteger.
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Sin
duda, este 10 de julio 2005 no podía pasar desapercibido el atentado al
Rainbow Warrior en la bahía de Auckland (Nueva Zelanda) que costó la
vida al fotógrafo Fernando Pereira, Greenpeace. Los recientes atentados
terroristas en Londres el pasado 7 de Julio convierten estos actos
previstos en memoria de Fernando Pereira y del Rainbow Warrior como
actos de solidaridad con todas las víctimas de la violencia. Greenpeace
ha conmemorado esta efeméride para recordar que “Ninguna bomba resulta
aceptable. Ni las que hundieron el Rainbow Warrior cuando trataba de
evitar las pruebas de Mururoa, ni las utilizadas por los terroristas,
ni las que Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros países
mantienen en sus arsenales nucleares”, El espíritu de la organización
ecologista Greenpeace sigue inquebrantable.
El primer buque para proteger el medio ambiente.
En 1971, motivados por su visión de un mundo verde y pacífico, una
docenade jóvenes alquiló un pequeño y frágil barco pesquero, el Phyllis
Cormack. Zarparon de Vancouver, Canadá, rumbo a la isla de Amchitka, en
Alaska, donde Estados Unidos planeaba realizar un ensayo nuclear. La
idea era introducirse al área de la detonación, como "testigos", en
protesta pacífica contra esta clase de pruebas. Acababan de crear un
nuevo estilo de protesta ecológica con la que nació Greenpeace. En 1977
Greenpeace estableció su primer oficina europea, en Londres, y fue ahí
donde nació el sueño de adquirir un barco con el cual fuera posible
proteger a las ballenas en el Atlántico Norte. Después de ocho meses,
los activistas consiguieron las donaciones necesarias y encontraron un
pequeño barco pesquero construido en 1955 en el Reino Unido. Tras la
compra de inmediato docenas de voluntarios ayudaron a reparar el barco
y adaptarlo para su nueva función: salvar ballenas, cruzar los mares
para detener atentados ambientales y llevar mensajes de paz. Lo
bautizaron como "Rainbow Warrior" (Guerrero del Arcoiris), inspirados
en una profecía de la tribu norteamericana Cree que dice:
"Llegará un tiempo en el que la Tierra enferme y cuando así pase, los
indígenas recobrarán su espíritu y reunirán a personas de todas las
naciones, colores y creencias, ellos creerán en los actos y no en las
palabras. Ellos trabajarán para sanar la Tierra... ellos serán
conocidos como los "Guerreros del Arcoiris".
En la embarcación pintaron un arcoiris que llegaba hasta la proa junto
con una gran paloma que llevaba una rama de olivo, como símbolo de la
misión del barco. Así, el 29 de abril de 1978 el Rainbow Warrior zarpó
de Londres, con una tripulación de 24 personas provenientes de 10
países, representando la preocupación global ante la dramática
situación en que se encontraban las ballenas.
El 10 de julio de 1985 mientras el Rainbow Warrior estaba a la
espera de partir hacia una nueva misión fue destruido por el terrorismo
de estado. Las acciones llevadas a cabo por los dos buques Rainbow
Warrior fueron determinantes para conseguir que en 1995 Francia
abandonara sus pruebas nucleares y para que se aprobara un Tratado para
la prohibición completa de estas pruebas. Sin embargo, este Tratado aún
no ha entrado en vigor. En el mundo sigue habiendo unas 30.000 armas
nucleares y la amenaza cada vez es mayor.
Hoy Greenpeace tiene tres barcos -uno de los cuales se llama Rainbow
Warrior-, el cual mantienen la trayectoria que marcó el Warrior
original.
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