Hoy podría ser un día cualquiera, es decir, un día más para saborear la Vida, esta experiencia que nos es concedida para ser felices. Y de hecho lo es, pero esta realidad se trunca para la mitad del género humano. Sólo en India, cincuenta millones de niñas no nacerán a causa de abortos selectivos, -cuando el padre se entera de que va a tener una hija obliga a la madre a abortar, o directamente la madre aborta por no tener que afrontar el rechazo. En muchos lugares del planeta, a pesar que las mujeres son las principales productoras de alimentos, no tienen derecho alguno a la propiedad de la tierra. Y los matrimonios con niñas y pre-adolescentes alcanzan cifras del 50% en algunas regiones del mundo, motivadas por tradición religiosa o para saldar deudas contraídas por el padre.
Empleo del cuerpo de una mujer reducido exclusivamente a un mero objeto sexual, pasivo y al servicio de la sexualidad y los deseos del hombre.
Pero en los países del mundo desarrollado también existen desigualdades de género algo más sutiles, cuando es superior la tasa de mujeres que se gradúa
en todos los niveles educativos y el porcentaje de mujeres que superan las pruebas de acceso a la universidad, ¿por qué las tasas de empleo de los varones son más altas en todos los niveles educativos, excepto en doctorado? De igual forma, la desigualdad de género se refleja en la composición de los organismos de poder, ya sean privados o públicos, monopolizados por el género masculino. Según los resultados de la Encuesta Anual de Estructura Salarial 2007, del Instituto Nacional de Estadística, el salario bruto anual medio por trabajador en el año 2007 fue de 20.390 euros. El salario de los varones fue de 22.780 euros y el de las mujeres de 16.944 euros. En el año 2007, el salario medio bruto anual femenino representa el 74,4% del salario medio bruto anual masculino
Cualquier día del año deberíamos alertar que en cuestión de derechos no haya una sola mitad del género humano que los disfrute. El 8 de marzo de 1919 por primera vez se dio en un país democrático la posibilidad que las mujeres pudieran votar. No fue un regalo, fue el resultado de una lucha protagonizada por mujeres tenaces y sacrificadas. En nuestro país esto no llegó hasta 1931, y también por la lucha feminista de figuras como Clara Campoamor o Victoria Kent entre otras. Pero todavía hoy, muchos países mantienen leyes discriminatorias en el ámbito político que excluyen y condenan a la mujer, cuando no la castran físicamente. En recuerdo de las luchas que desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX se sucedieron en muchos países, se estableció el día 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Una fecha, un solo día al año, que debería ser recordada durante los 365 días ya que alerta sobre la igualdad de los géneros humanos en el derecho a participar equitativamente de la vida.
Privilegios masculinos
Que los seres humanos somos en su conjunto duales con el género femenino unos y el género masculino otros, no nos diferencia en lo esencial como humanos. Sin embargo, en muchas sociedades se priorizan los nacimientos masculinos y se privilegía social y económicamente el hecho de ser varón. En China, tras las políticas de reducción poblacional basadas en el descendiente único, no ha parado de crecer la desigualdad en la proporción entre hombres y mujeres en la población. Y en 2010 alcanzó el nivel de 120 hombres por cada 100 mujeres, cuando la proporción natural según los expertos debería ser de 103 mujeres por 107 varones. En 2010, en la población residente total de España había 102,8 mujeres por cada 100 varones,
Desgraciadamente, no vivimos en una sociedad que esté por dejar que las cosas maduren, para interiorizarse o acoger. En la naturaleza y el ser humano la fuerza magnética (femenina) necesita ser recordada porque detrás está la creatividad, la confianza y el dar vida. También deberíamos recordar que la fuerza eléctrica (masculina) no es la hiperactividad, ni la violencia, ni la hostilidad o la fuerza bruta, ya que ninguna de ellas nos hará ser felices. Vivimos dentro de Gaia, que nos acoge, que confía, que nos dejó hacer. Recuperar la feminidad es una tendencia olvidada o poco estimulada socialmente, cuando resulta algo imprescindible. Porque la feminidad tiene que estar equilibrada con la masculinidad, o continuaremos con actitudes y valores en desequilibrio que hoy nos llevan a la destrucción. En el año 2009 murieron 55 mujeres a manos
de sus parejas o ex parejas, y en el año 2008, el 91,3% de las personas condenadas por todo tipo de delitos en España fueron varones.
Publicidad que vende joyas como un objeto de intercambio para obtener sexo con una mujer, promoviendo la idea de que el sexo con una mujer es una mercancía económica, algo adquirible a cambio de una joya. O peor aún, que una mujer no desearía tener sexo si no es a cambio de dinero, porque no goza de él como lo hace un hombre.
Contra la publicidad sexista
Sin embargo, cada día, cuando uno sale de su hogar para ir al trabajo o simplemente a la oficina del paro, recibimos decenas de estímulos publicitarios en los cuales se utiliza la imagen de la mujer con fines comerciales, fomentando el machismo o la depredación de lo femenino por parte de lo masculino. La llamada publicidad sexista (y que cada año recibe denuncias en el Instituto de la Mujer) fomenta que la mujer sea usada como persona de categoría reducida a mero objeto, acompañando decorativamente a la mercancía en venta para hacerla más atractiva. Pero aún va más allá, y llega a la utilización del cuerpo de la mujer como reclamo publicitario, sobretodo en campañas inspiradas en los roles sociales estereotipados, que perpetúan la desigualdad y sumisión entre sexos. Alrededor del 40% de las quejas que se tramitan contra los anuncios publicitarios son por usar la imagen de la mujer como mero elemento de satisfacción sexual.
Deberíamos seguir pensando y trabajando para quitar obstáculos y esperar, en confianza, que lo femenino y masculino no sean fuerzas contrapuestas sino complementarias a favor de la esencia de nuestro compromiso vital con Gaia. La publicidad machista vigente sólo se impide con el boicot a las empresas que la utilizan y seguida de denuncia pública. Para detectar el sexismo en la publicidad las personas expertas apuntan a los siguientes criterios:
-Frivolizar o justificar, de cualquier manera, comportamientos o actitudes que impliquen alguna forma de violencia contra las mujeres.
Empleo del cuerpo femenino como un recurso para llamar la atención, o como un reclamo ajeno al contenido del anuncio.
- Situar a las mujeres en posiciones de subordinación o inferioridad, con menores capacidades o no aptas para asumir responsabilidades. Menospreciar o ridiculizar las actividades o valores atribuidos a las mujeres, o contraponer la superioridad de los masculinos o femeninos.
- Ridiculizar, infravalorar o presentar de forma vejatoria a las mujeres en cualquier clase de actividad profesional.
- Utilizar a la mujer y su cuerpo reducido exclusivamente a un mero objeto sexual, pasivo y al servicio de la sexualidad y los deseos del hombre.
- Exhibir imágenes del cuerpo femenino o partes del mismo, como un recurso para captar la atención o como un adorno o reclamo, ajeno al contenido del anuncio y lo anunciado.
- Fomentar un modelo de belleza femenino basado en la juventud, delgadez o perfección corporal, de acuerdo a cánones poco reales, y que puedan proponer comportamientos lesivos para la salud de las mujeres o asociarse a su éxito personal y social.
- Asignar a las mujeres, de manera clara y diferenciada, la responsabilidad exclusiva o principal de cuidados a terceros y al ámbito doméstico, excluyendo o asignando un plano secundario a los hombres en dicha responsabilidad.
- Atribuir capacidades según el sexo para el ejercicio de diferentes profesiones o categorías profesionales, de forma que se sugiera la falta de aptitud de las mujeres o los hombres para el ejercicio de alguna de ellas.
- Establecer diferencias con respecto a las distintas opciones o actividades sociales que son adecuadas para hombres o para mujeres. Con especial atención a la infancia y la publicidad de juguetes.
- Recurrir a un lenguaje que de forma clara invisibiliza o excluye a las mujeres, como por ejemplo cuando hay contradicción entre la imagen y el texto en el género aludido.
La mayoría de los datos expuestos en este artículo proceden del informe Mujeres y hombres en España, 2010 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y el Instituto de la Mujer del Ministerio de Igualdad.