¿Cuales son las consecuencias de la contaminación de los vehículos privados?
Araceli (Reus)
La Organización Mundial de la Salud aporta estudios en los que se argumenta que cada año más de 80.000 adultos de más de 35 años mueren en ciudades europeas por exposición continuada (en plazos largos) a contaminantes procedentes del tráfico. Sin embargo, la Unión Europea certifica que estas muertes ascienden en su área a más de 310.000 personas. En estos momentos, ya mueren pues muchas más personas por los efectos de la contaminación que por accidente de tráfico. En las grandes metrópolis los contaminantes presentes en la atmósfera proceden mayoritariamente de las emisiones de los tubos de escape de los vehículos. España se encuentra en un nivel intermedio en cuanto a contaminación atmosférica y pierde casi 14.000 ciudadanos prematuramente sólo por las pequeñas partículas. En Barcelona se calcula que el 88 % son emisiones debidas al tráfico en una ciudad que tiene más de 4 vehículos por cada 10 habitantes. Para colmo el 75 % de los desplazamientos urbanos con coche lo son con una única persona en su interior. Para un recorrido de menos de 3 km las emisiones de gases tóxicos en un vehículo aumentan hasta un 60 % que para recorridos de más de 20 km. Para trayectos de menos de 20 km la bicicleta es el mejor vehículo de transporte.
Otro dato importante, los niveles de monóxido de carbono y benceno dentro del vehículo son entre 2 y 5 veces más altos que en la calle. Permanecer conduciendo sin renovar el aire del habitáculo de un coche puede ser más perjudicial dado la peligrosidad de ambos gases. Aunque en un paseo por ciudades con alta densidad de tráfico podemos inahalar en un día el humo como si fumáramos 15 cigarrillos. Sin embargo, este puré de contaminantes atmosféricos contiene más de 1.000 sustancias químicas como resultado de la combustión de los motores de los vehículos entre los que destacan el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, el dióxido de azufre, el benceno, hidrocarburos volátiles, particulas sólidas, etc. Cada europeo que trabaja está de baja médica 0,5 días al año por diferentes enfermedades relacionadas con la contaminación, lo que equivale, según cifras facilitadas por la Comisión Europea, a una pérdida económica de 80.000 millones de euros.
La mayoría de las ciudades europeas miden diariamente la contaminación atmosférica por partículas (o muy pequeñas partículas) empleando una de dos técnicas: PM10 (partículas menores de 10 micras); o humos negros (partículas negras de un diámetro aproximado a las 4 micras). Los niveles de contaminación atmosférica se miden en microgramos por metro cúbico (mg/m3), una unidad que define la cantidad de partículas en un volumen determinado de aire. En la mayoría de las ciudades europeas la mediana anual en de partículas va de 14 a 73 mg/m3 para las PM10 y de 8 a 66 mg/m3 para los humos negros. . El nivel de 40 mg/m3 es el valor límite establecido por la comisión Europea para todos los estados miembros para el año 2005. El Informe APHEIS (Contaminación atmosférica y salud: Un sistema de información europeo) realizado por la Unión Europea admite que si se limitaran las partículas a 20 mg/m3 tal como se ha establecido para el 2010 en las mismas ciudades, se evitarían 11.855 muertes prematuras anualmente (o 43 muertes prematuras por cada 100.000 habitantes).
Los costes indirectos provocados por la congestión del tráfico en Europa (15 países) constituyen en promedio un 2% del PIB (congestión, accidentes de tráfico y contaminación atmosférica y acústica) a pesar que sólo un máximo del 50 % de los trayectos urbanos se realizan en vehículo privado, puesto que el resto se hacen a pié, en bicicleta o transporte público. El uso de energía del autobús o del tren es de 3 a 5 veces más eficiente que el del coche o el avión por persona/km en plena carga.