La semana pasada se publicó un documento hasta ahora secreto de la comisión europea. En éste se evidencia que TTIP pretende hacer realidad un objetivo que los grupos de presión empresariales persiguen desde hace tiempo: conforme al mencionado documento han de obtener el derecho legítimo de poder participar en la redacción de nuestras leyes. En la actualidad, la comisión europea y el gobierno de los EE.UU. está negociando sobre un concepto llamado la “cooperación reguladora” o "convergencia reguladora".
El TTPI es un ataque directo a la democracia diseñado por las corporaciones multinacionales. Foto: Corporate Europe Observatory.
Con esta denominación, los miembros de la Comisión Europea que negocían con los norteamericanos se han inventado un oxímoron que es la combinación de dos conceptos de significado opuesto en una misma palabra o expresión. La Comisión Europea propone un sistema regulador, la "cooperación reguladora", cuyo resultado es que este prevalezca sober las normas de interés general. Estas normas deberán pasar sistemáticamente por el filtro del 'comercio y la inversión'.
La “cooperación reguladora” daria a los lobbies industriales un poder sin precedentes sobre cualquier nueva reglamentación de los gobiernos democráticos que pudiera tener un impacto en las expectativas de sus beneficios en actividades de comercio e inversión. La propuesta da prioridad al “comercio y la inversión“, y el hecho de que estas actividades se coloquen por encima del interés general ciudadano amenaza derechos básicos para el bienestar. La propuesta de la llamada “cooperación reguladora” daría un poder enorme a un pequeño grupo de funcionarios no elegidos (no democráticos), autorizándoles a parar o debilitar las reglamentaciones y las normas que puedan legislar los gobiernos democráticos, incluso antes de que los parlamentos puedan expresar su opinión.
Hace tiempo que las grandes federaciones industriales a ambos lados del Atlántico (Business Europe y American Chamber of Commerce) pretenden diseñar las reglas de nuestras vidas conforme a su gusto. El mayor impedimento para ello es la democracia.
Los funcionarios y los lobbies que están negociando este tratado no se esperaban la enorme oleada de protestas contra el TTPI. Por este motivo han blindado más todavía sus sesiones, sin embargo, en ocasión de la octava ronda de negociaciones del tratado entre la Unión Europea y los Estados Unidos en Bruselas, se ha filtrado el documento que articula la “cooperación reguladora” que sería una forma de esconder la bomba contra la democracia que esconde este concepto. Sindicatos, organizaciones y movimientos sociales han lanzado una nueva declaración para denunciar la llamada “cooperación reguladora” en el TTIP.
Recordemos que el TTPI se plantea como un contrato de derecho internacional entre los EE.UU. y la UE que a todos los efectos se pretenda que tenga mayor peso legal que las constituciones y la carta de derechos fundamentales.
Conforme al documento citado, la "cooperación reguladora" establece que (y mucha atención con esto!) que cualquier propuesta de ley que pueda surgir en el marco de los Estados de la UE en primer lugar deberán ser controlados por los grandes grupos empresariales y el gobierno de los EE.UU.. Estos podrán definir aquello que pueda perjudicar los intereses económicos y comerciales de los grupos empresariales y de esta modo poder tener derecho de veto para que la propuesta de Ley o norma legal sea retirada antes de que los diputados y los gobiernos europeos hayan tenido noticia sobre éstas. Cómo funciona lo muestra el vídeo realizado conjuntamente por el Corporate Europe Observatory junto con LobbyControl y Campact, además de otras organizaciones asociadas. También puedes acceder directamente a un interesante artículo sobre el tema de la cooperación reguladora o convergencia reguladora.
La resistencia contra el tratado es enorme, y casi nadie cree que vaya a firmarse durante el período legislativo del presidente de los EE.UU., Barack Obama. No obstante, los grupos empresariales estadounidenses podrían beneficiarse de sus filiales en Canadá a través del tratado CETA, ya negociado con la UE. Por ello es necesario evitar que CETA sea ratificado. Actualmente, un total de 1,3 millones de personas ya han firmado la Iniciativa Ciudadana Europea contra TTIP y CETA. Mientras que hoy se está negociando en la octava sesión el TTIP, como ya es habitual a puertas cerradas. La buena noticia es que la sociedad civil se está movilizando en los países miembros. Representantes de 180 organizaciones europeas y los EE.UU. se reunieron hace poco en la mayor reunión estratégica celebrada hasta la fecha para intercambiar opiniones y continuar planificando la campaña contra TTIP y CETA.
Los diputados europeos ha sido ya visitados en sus oficinas por parte de las representantes de las entidades sociales europeas para transmitirles la preocupación de las ciudadanas/os en relación con TTIP. Es la hora de saber que el oxímoron “cooperación reguladora” no es más que una forma eufemística para que los grupos empresariales puedan tener acceso y poder decisorio sobre nuestra democracia. Sólo podremos detenerlo si además del TTPI llevamos nuestra protesta contra la “cooperación reguladora” que quieren incluir en este tratado.
La "cooperación reguladora" podría incluso constituir un ataque gradual al principio de precaución, abriendo lenta pero totalmente las puertas a los Organismos Modificados Genéticamente (OMG), los nanomateriales e impedir la prohibición de los alteradores hormonales. Por todas estas razones, exigen que los negociadores saquen la cooperación reguladora de las negociaciones del TTIP.
¡Mira el vídeo en Internet y házlo correr! (versión subtitulada)
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