15 abril 2004.
La agricultura, la mayor actividad productiva del mundo, es una de las
amenazas más peligrosas para el planeta. Así lo constata un nuevo
estudio del WWF/ADENA. La producción ineficiente de alimentos y los
dañinos subsidios a la agricultura causan deforestación, escasez de
agua y contaminación.
El estudio de WWF/Adena, World Agriculture and the Environment,
afirma que mientras la agricultura emplea alrededor de 1.300 millones
de personas y produce anualmente bienes por un valor aproximado de $1,3
billones de dólares, genera también serios problemas ambientales,
sociales y económicos, especialmente en los países en desarrollo.
La publicación destaca que la
agricultura usa más del 50 por ciento de las superficies habitables del
planeta, incluyendo tierras no aptas para esta actividad. Esto destruye
anualmente 130.000 km2 de bosques (cuatro veces el tamaño de
Suiza), al igual que hábitats críticos como sabanas, áreas montañosas y
humedales. Asimismo, la agricultura está destruyendo también los
hábitats de muchas especies. El informe destaca el aceite de palma como
el producto que representa la mayor amenaza para los mamíferos en
peligro de extinción. Las poblaciones del elefante asiático, del
rinoceronte de Sumatra, del orangután y del tigre, están todas
disminuyendo a causa de que las plantaciones de aceite de palma están
invadiendo sus hábitats. La agricultura desperdicia el 60 por ciento de
los 2.500 billones de litros de agua que emplea al año. Los recursos
hídricos están siendo explotados cerca, o más allá, de su límite,
especialmente en América, África del Norte, la península Arábiga, China
y la India.
La entidad ecologista advierte que
actualmente los subsidios gubernamentales estimulan las prácticas
agrícolas intensivas de monocultivo, las cuales usan productos químicos
y maquinaria pesada que dañan el medio ambiente favoreciendo la erosión
y disminuyendo la biodiversidad. Los fondos destinados a subsidios
deben reorientarse para que se adopten mejores prácticas agrarias. |