Sensación de fracaso. Después de 10 años de griterío incesante sobre el "renacimiento nuclear", la versión fatalista con la que intentaba rehacer una industria en declive, los datos son tozudos y la energía nuclear no consigue despegar. La traducción al español del Informe sobre el estado mundial de la industria nuclear 2009, con una breve actualización de Mycle Schneider y aportaciones del Dr. Raúl Montenegro con datos de Amèrica Latina ha sido coordinada por Tanquem les Nuclears - Nova Cultura de l'Energia y Grup de Científics i Tècnics per un Futur No Nuclear. El informe de 144 páginas en formato PDF (2Mb) puede descargarse aquí.
Imágenes de la inspección realizada por Siegfried Hecker en febrero 2008 en la central nuclear de Yongbyon de Corea del Norte.
Una propaganda abrumadora ha conseguido silenciar los peligros del funcionamiento cotidiano de los reactores nucleares, esconder el problema de los residuos radiactivos bajo una densa capa de fantasía pseudocientífica, casi ha hecho desaparecer el recuerdo de lo ocurrido en Chernóbil, la vinculación entre la industria nuclear y las municiones con uranio empobrecido (que matan hoy, y continuarán matando durante años, silenciosamente, en los lugares donde se han utilizado) es inexistente a ojos de la mayoría de la sociedad. Incluso nos tienen embaucados con una ficticia e inacabable palabrería sobre reactores de III +, IV y quinta generación, sobre proyectos de fusión y otros trucos de prestidigitación, mientras la cruda realidad de la crisis ecológica y energética avanza inexorable.
Pero no han logrado convencer plenamente ni a los dueños del dinero ni los profesionales de la política, ni unos ni otros olvidan la ruina económica que supuso la primera oleada de construcción de centrales nucleares en la década de los 60. Ambos sectores se mantienen en tensa y desconfiada vigilancia, los unos (los políticos profesionales) esperando que los que mandan arriesguen el dinero para no quedar como malos ante un electorado escéptico, los otros (los capitalistas) esperando un gobierno lo bastante imbécil para asumir completamente los riesgos de las inversiones asociadas a la construcción de nuevas nucleares y garantizarles, de nuevo, el negocio.
Este estancamiento hace que las miradas de los que se benefician de la energía nuclear se giren hacia los países pobres (llamados "emergentes"), aquellos países con sociedades civiles poco informadas sobre el precio inacabable que se paga por aceptar esta tecnología; con esta maniobra esperan, nuevamente, engañar a la periferia del sistema, hacer allí su negocio sin reparar en costes ambientales ni sociales.
Como resultado de 10 años de derrochar dinero en propaganda, una victoria pírrica: alargar al máximo el funcionamiento de las centrales nucleares existentes que, entre averías, desconexiones y riesgos de seguridad cada vez más altos, permitan mantener el negocio y hacer creer que las nucleares tienen futuro.
La versión en castellano del informe redactado en agosto de 2009 Informe sobre el estado mundial de la industria nuclear 2009 por Mycle Schneider, Steve Thomas, Antony Froggatt, y Doug Koplow, y sub titulado "Con particular énfasis en los temas Económicos", resulta un documento imprescindible para conocer la realidad económica que se esconde detrás de la densa campaña de propaganda nuclear. Lo que sigue es un breve resumen de algunos de los puntos de un extenso análisis de 144 páginas.
Partimos de un dato inicial: después de más de 10 años de propaganda, finalmente el 1 de enero de 2011 se ha conseguido detener por primera vez la tendencia a la reducción de centrales nucleares en funcionamiento en el mundo: en esta fecha en funcionaban 441 (el 1 de agosto de 2009 en funcionaban 435). Cinco nuevos reactores han entrado en funcionamiento. También han conseguido que ningún reactor de los que hoy funcionan, por muy dañados y deficientes que estén, se cierre oficialmente durante 2010. La potencia nuclear actualmente existente en el mundo gira en torno a los 375 GW. Para conseguir este resultado se ha desplegado una densa campaña de manipulación de datos que el informe analiza detalladamente.
La cuestión de las estadísticas de reactores en funcionamiento
La OIEA (Organización Internacional de Energía Atómica) creó, hace algunos años, una nueva categoría de reactor denominado "apagón a largo plazo", que añadió a la caracterización existente de "en explotación" y "en construcción". Así, un reactor puede aparecer en la categoría de "en funcionamiento", sin generar necesariamente electricidad, y su cierre a largo plazo puede ser muy remoto.
Imágenes de la inspección realizada por Siegfried Hecker en febrero 2008 en la central nuclear de Yongbyon de Corea del Norte.
El informe detalla un mínimo de 17 unidades, que fueron clasificadas por la OIEA como "en funcionamiento", y que no generaron electricidad en 2008. De estas, diez se encuentran en Japón, cuatro en la India, dos en Alemania y una en el Reino Unido. Trece reactores han estado fuera de servicio durante más de un año, un, durante más de dos años, dos, durante más de cuatro años, y uno no ha generado electricidad desde 2001.
Cinco unidades estaban oficialmente clasificadas como en "paro de larga duración", cuatro de ellas en Canadá, y en Japón. Las canadienses no han generado electricidad desde 1995 (Bruce- 1) y 1997 (Bruce-2, y Pickering-2 y 3), respectivamente, y el reactor reproductor rápido japonés, Monju, permanece cerrado desde 1995 debido a un incendio y fugas de sodio.
Esta realidad de unidades que no funcionan se ha compensado realizando costosas inversiones para incrementar la potencia eléctrica de los reactores con nuevos generadores de vapor más potentes. Esto ha permitido mantener un precario equilibrio entre los datos de potencia nuclear existente y el cierre de reactores entre 2004 y 2008, y transmitir la imagen de que la energía nuclear se mantiene.
La cuestión de las previsiones de construcción de nuevos reactores
Tanto las publicaciones de la Agencia Internacional de la Energía de la OCDE, como las del Departamento de Energía de EE.UU., y las de la propia OIEA, realizan previsiones de incrementos futuros en la generación nuclear, de un optimismo que no coincide, mínimamente, con la realidad. Así, a partir de los 375 GW de potencia existentes en 2010...El World Energy Outlook (WEO) de la Agencia Internacional de la Energía de la OCDE de 2007 presentaba un "Escenario de referencia" con 415 GW, una "Hipótesis política alternativa" con 525 GW, y unos "450 casos de estabilización "con 833 GW para 2030. En el WEO de 2008, el escenario de referencia proyectaba 433 GW de energía nuclear, y un escenario intermedio llamado "Escenario Político 550" con 540 GW instalados. La actualización del "Escenario Político 450" preveía 680 GW de capacidad nuclear instalada. Todo para el 2030.
En la edición 2007del Informe Perspectiva Internacional de la Energía (IEO), el Departamento de Energía de EEUU (DOE), se presentaban 438 GW de capacidad nuclear para el año 2030. El informe IEO del 2008 aumentó la previsión a 498 GW. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anticipa 473 GW de capacidad nuclear en su escenario "bajo" y 747,5 GW (?) en su escenario "alto" para el 2030.
Las proyecciones del conjunto de informes implican un incremento mínimo del 110,7%, en referencia a la previsión más baja (415 GW), y un máximo del 222,1% en la previsión más alta (833 GW), a alcanzar tan sólo en 19 años. Esto significaría, desde inaugurar 2 reactores por año en la previsión más baja, a inaugurar 2 reactores por mes, en la más alta, sin dar de baja ninguna de las antiguas centrales en los próximos 19 años. Se trata de un escenario totalmente irreal.
La cuestión de los plazos de construcción de los nuevos reactores
El maquillaje de las estadísticas de construcción por parte de la OIEA queda de manifiesto en el análisis de los tiempos de construcción acumulados. Se consideran un total de 52 reactores en construcción a nivel mundial, pero ...
- 13 proyectos (25% del total) llevan más de 20 años catalogados como "en construcción"
- 24 proyectos no tienen prevista una fecha oficial de inicio de las obras
- 26 proyectos (50% del total) han sufrido retrasos importantes. Las restantes 26 unidades fueron comenzadas en los últimos cinco años, y no se prevé aún la fecha de puesta en marcha. Esto hace que sea difícil, o más bien imposible, determinar si se están ejecutando según el calendario previsto.
- 36 proyectos (66% del total) se construyen en tan sólo cuatro países (China, India, Rusia y Corea del Sur), países que no tienen tradición de transparencia sobre la situación existente en sus emplazamientos de construcción.
Imágenes de la inspección realizada por Siegfried Hecker en febrero 2008 en la central nuclear de Yongbyon de Corea del Norte.
El informe dedica un análisis en detalle el caso del reactor EPR de Olkiluoto (Finlandia), considerado la "tarjeta de presentación" de la "nueva generación" de centrales nucleares, que lleva un retraso de más de tres años sobre el calendario inicial.
La cuestión de los países "recién llegados" a la energía nuclear
Según el OIEA numerosos países han manifestado interés en la energía nuclear en los últimos años. Dicen que 12 países están "preparando activamente para la energía nuclear", y que otros 38 países han "manifestado interés en la posible introducción de una planta de energía nuclear". De este total de 50 países, 17 se extienden desde el Medio Oriente hasta el Pacífico, 13 son africanos, 11 son europeos, y 9 se encuentran en América Latina. Entre 2006 y 2008, el OIEA ha recibido unas 43 solicitudes de cooperación técnica de sus Estados miembros.
Pero la realidad es bastante más pobre según se desprende de este análisis... Según la OIEA, en su "International Status and Prospects of Nuclear Power", del año 2008:
- No planean introducir plantas de energía nuclear, pero se interesan por las cuestiones asociadas con un programa de energía nuclear, 16 países.
- Consideran un programa nuclear para encontrar e identificar las necesidades energéticas, con una fuerte indicación de intención de proceder a ello, 14 países.
- Se preparan activamente para un posible programa de energía nuclear sin tomar la decisión final, 7 países.
- Están decididos a introducir la energía nuclear y comienzan la preparación de las infraestructuras apropiadas, 4 países.
- Han preparado una invitación para que les suministren una planta de energía nuclear, 1 país.
- Han encargado una nueva planta nuclear, 0 países.
- Tienen una nueva planta nuclear en construcción, 1 país.
En realidad, de todos los "recién llegados", sólo Irán tiene un proyecto nuclear en construcción. El análisis caso por caso que realiza el Informe muestra la gran distancia entre la propaganda y la realidad.
La cuestión de las capacidades de fabricación nuclear y las tendencias existentes
La propaganda de la construcción rápida de nuevos reactores tropieza contra una realidad industrial que la desmiente: muchas de las empresas que se dedicaron a la fabricación de componentes de reactores nucleares, durante la década de los 60 y 70 del pasado siglo, han abandonado esta actividad. Sólo un ejemplo de los que se tratan en el Informe: en el caso de los EE.UU. la principal industria suministradora con homologación para fabricar las piezas de los reactores es la Japan Steel Works Limited (JSW), que tiene comprometida toda su producción durante mucho tiempo, y que también participa en la fabricación de componentes de centrales térmicas.
Es muy dudoso que JSW y AREVA (la empresa francesa de fabricación de componentes) puedan realizar las inversiones necesarias para incrementar la producción, ya que deben cubrir también la demanda de sustitución de otros componentes, como son las tapas de reactores.
Además, según la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos (ASME), el número de empresas con Certificaciones Nucleares (acreditaciones de capacidad técnica para fabricar componentes de reactores) pasó de cerca de 600, en 1980, a menos de 200, en 2007. Unas 400 de las Certificaciones Nucleares dadas de baja son de empresas de los propios EE.UU.
Paralelamente a la falta de capacidad, se detecta una importante carencia de competencia en las personas que deben hacerse cargo de la gestión de la industria nuclear existente y de la hipotética construcción de nuevas centrales. Esta carencia se muestra en dos ámbitos diferentes: en el de personal cualificado para mantener las instituciones de inspección estatales, y en el del personal cualificado en la industria para mantener los reactores funcionando, o para construir otros nuevos.
Imágenes de la inspección realizada por Siegfried Hecker en febrero 2008 en la central nuclear de Yongbyon de Corea del Norte.
La gran mayoría del personal relacionado con el ciclo nuclear en los países industrializados se encuentra en la recta final de la jubilación, y no se dispone de un relevo generacional con la necesaria preparación técnica y experiencia.
El estudio analiza la situación de las instituciones estatales que deben velar por la seguridad nuclear, y la de los estudios relacionados con la ingeniería nuclear en los EE.UU, Francia, Reino Unido, Alemania y Japón, encontrando coincidencias en la falta de personas con competencias y conocimientos, o en los limitados resultados que han obtenido los programas que se han realizado desde la industria nuclear para hacer frente a esta realidad.
La cuestión de los costes de construcción de nuevas centrales nucleares y el mantenimiento económico de las existentes
El análisis económico ocupa 59 páginas del informe revisando datos relacionados con los reactores en funcionamiento y las tendencias que se manifiestan. Destacan los mecanismos políticos de apoyo a la industria nuclear en detrimento de la capacidad de la sociedad para controlar los riesgos e impactos. El caso de los incentivos a los EEUU son una muestra: la creación de la "Licencia Combinada de Construcción y Autorización de Funcionamiento" (COL) es un mecanismo que facilita la actividad de las empresas restringiendo el derecho de la sociedad a obtener información ambiental e intervenir contra los despropósitos potenciales de los proyectos; este mecanismo, combinado con la entrega de Créditos Garantizados por el Estado pretende animar a invertir en la construcción de nuevos reactores. Intento en el que ha fracasado completamente hasta el momento.
Otro aspecto es la falta de rigor con que se contabilizan los costes reales de la construcción de nuevas centrales. Su máximo exponente es el contraste entre la estimación de coste de 1000 $ por kW de potencia instalada, realizada por la compañía Westinghouse en 2003, y la última aproximación a la realidad de la construcción de Olkiluoto, que llega a los 4.700 dólares por kW de potencia instalada.
Las causas de este continuo incremento de costes es uno de los temas más analizados del estudio, ya que se da tanto en la construcción, el funcionamiento, el desguace, y la clausura, y parece no responder al principio industrial de reducción de costes en base a la experiencia. Otros temas que el Informe detalla son la dejadez en la asunción de responsabilidad civil en caso de accidente, los subsidios y subvenciones públicas a la industria, y los mecanismos para trasladar a los consumidores los incrementos de costes.
Momento de la presentación en sociedad del Informe sobre el estado mundial de la industria nuclear 2009 en Barcelona el 8 de febrero 2011. Miguel Muñiz de Tanquem les Nuclears y Pep Puig del Grup de Científics i Tècnics per un Futur No Nuclear, resaltaron lo más destacado de estos informes periódicos. A la derecha de la imagen se aprecia el parlamentario catalán Toni Strubell.
Un panorama muy distinto del que la propaganda nuclear transmite
Los 436 reactores nucleares considerados en funcionamiento a mediados de 2009, sólo representaban el 5,5% de la producción de energía comercial primaria, y alrededor del 2% de la energía final consumida. Mantener este dato en la memoria es la mejor manera de desmontar la gran maniobra de desinformación de la "renacimiento nuclear".
Reportaje elaborado a partir del sumario del Informe sobre el estado mundial de la industria nuclear 2009. Imágenes del informe de Siegfried Hecker a la central nuclear norcoreana de Yongbyon.