Acercar a los niños a la naturaleza a través de la vida de los animales con pelo y pluma, es pan comido… Quizás haya que ser algo más astuto para que aprecien las arañas o los tritones, pero en general a los chavales les apasionan todo lo que se refiere a la vida animal: observar, criar, cuidar…ya que es una realidad cercana para ellos.
Pero interesar a los niños por las plantas, sí que resulta más difícil. A priori, no existe el misterio ligado a la sensitividad que puede apreciarse en el mundo animal. Las plantas no se mueven, no reaccionan, no dejan huellas en el monte o en la arena. Sin embargo, las plantas juegan un papel fundamental como soporte de la vida en la Tierra. Por este motivo es fundamental ayudar a los niños a apreciar la vida vegetal, a entender la importancia de las plantas para su vida y la de la salud de su entorno.
La interacción entre los animales y las plantas es un buen punto de partida para interesar a los niños por el mundo de las plantas.
Actividades sensoriales
El acercamiento sensorial y lúdico al mundo vegetal es una asignatura pendiente en nuestra sociedad. Es necesario implicar fuertemente a los niños para que se adentren en el funcionamiento de los ecosistemas, y en todos ellos la vida vegetal es clave. Puede que conceptos como los de “xilema” y “floema”, energía y fotosíntesis se vean complejos pero también pueden ser una oportunidad para que la vida de las plantas no tenga secretos para los niños.
Un acercamiento adecuado al mundo de las plantas es a través de los sentidos. Algunas actividades sencillas permiten crear una apertura hacia todas las formas diversas e inhabituales del mundo vegetal:
- plantearnos realizar un perfume personalizado a partir de la variedad de olores que provienen de las hojas, los frutas y las flores;
- confeccionar una paleta con la máxima variedad de colores a partir de elementos vegetales que nos rodean tanto en la naturaleza silvestre como en los jardines
-crear un espectáculo con las semillas aladas y hojas que se convierten en verdaderos “bailarines eolios” volando con el viento
-preparar un montaje artístico a partir de las hojas caídas de los árboles en otoño
-estimular el sentido del tacto con las texturas de las cortezas, los frutos y otros elementos vegetales para luego adivinar que árbol, arbusto o planta hemos conocido.
Las texturas, las formas, los colores, de los frutos y las flores de las plantas son un tesoro para nuestros sentidos. Frutos de la algodonera de montaña (Eriophorum angustifolium)
A través del juego, el misterio, la sorpresa, los niños pueden empezar a entablar una relación agradable, positiva, con las plantas y eso les motivará a saber más sobre ellas. Tendrán ganas de conocer el nombre de aquella planta con hojas frondosas y espesas que sube en espiral, aquella flor con sabor picante, aquel árbol enorme cuya corteza es gris y lisa.
Y poco a poco, también entenderá que las plantas están vivas, que crecen, se transforman, se reproducen y mueren. Podemos emocionarlos con el milagro del crecimiento a través de la germinación de semillas. También podemos descubrir como el mundo vegetal nos ofrece una gran variedad de alimentos y sobre todo como las plantas son nuestra mejor medicina y equitativamente repartidas por casi todo el planeta. En definitiva, adentrarnos al mundo de las plantas nos permite ser testigos de comportamientos tan fascinantes como los de los animales, aunque los vegetales no se desplacen (aunque algunos hongos lo hacen). Hay investigaciones que demuestran que las plantas quizás sean también inteligentes.
Acercarse al mundo de las plantas a través de los sentidos puede despertar en los niños a una gran variedad de intereses vitales tales como permitir la observación de cambios, introducirlos al estudio de medios naturales variados, la medicina natural, etc.
Las plantas, la base de la vida (después del Sol)
Pero para entender la importancia de las plantas en nuestra vida, aún hay que hacer un paso más: hablar del papel que desempeñan los vegetales en el funcionamiento de nuestro planeta, entender que las plantas son el fundamento de toda vida sobre la Tierra. Con la captación de la energía solar gracias al proceso de la fotosíntesis se produce a la vez la comida que es el punto origen de toda cadena alimenticia y el oxígeno necesario para la supervivencia de los animales.
El bosque es el mundo por excelencia de las plantas sin el cual la vida animal no sería posible.
Por supuesto, con alumnos de primaria, no se trata de presentar estas nociones por medio de fórmulas químicas o frases complicadas. Se puede crear una “fábrica energética” donde los niños adopten el papel de la clorofila e intenten fabricar azúcar a partir del agua del gas carbónico (las moléculas se pueden representar con bolas de colores distintos). Previamente se puede introducir la cuestión del aliento de vida que se transmite con la energía solar, ya que por mucho que las plantas son indispensables para la vida animal, no habría vida vegetal sin la radiación solar que nos envía el sol cada día. La vida del Sol es otro enigma que nos puede ser útil para despertar el interés por la vida de las plantas y en definitiva por el funcionamiento de la biosfera de la cual los seres humanos dependemos.
Este acercamiento conceptual también puede servir para presentar el bosque como lugar de vida para la gran biodiversidad de animales y plantas en nuestro planeta. Por ejemplo, podemos imaginar una ciudad mágica “Utopía”, que sólo se puede visitar con los ojos vendados! Una vez se llega allí, el monitor describe a los niños la ciudad que ven: edificios, puentes, contenedores para el reciclaje, restaurantes en los tejados y sobretodo espacios verdes. Un vez se destapan los ojos, los niños descubren (aunque puede que lo sospecharan) que esta ciudad es en realidad un bosque pero que tiene mucho que ver con nuestras ciudades de humanas.
Flor de la alcaparra (Capparis spinosa). De esta planta se utilizan las flores por como un delicioso manjar que se sirve aliñado como las aceitunas. Esta planta crece en pedregales e incluso muros viejos.
Buscar las relaciones planta-animal
También podemos “construir” un árbol con diferentes materiales para acercalos a las necesidades vitales de las plantas y su funcionamiento. Una idea interesante para relacionar la vida animal y vegetal es identificar como cada uno de los elementos de un árbol: corteza, frutos, flores, ramas, hojas sirven de comida, abrigo, agua, etc. para un buen número de animales…). En un lago o en el mar, las plantas acuáticas o las algas también realizan esta función esencial para peces y otros animales acuáticos.
Descubrir que en la naturaleza cada animal y cada planta tiene su sitio y que su relación o convivencia es necesaria para crear los vínculos que hacen que la Vida florezca es una forma también de acercarse al mundo de las plantas. No olvidemos que el entorno natural, ya sea un bosque, un lago o el mar, no son lugares estáticos sino que están en permanente transformación.
El mundo de las plantas también nos puede ser útil para adentrarnos en conceptos más complejos referentes al funcionamiento de los ecosistemas tales como la interdependencia de los seres vivos, los ciclos de los materiales, etc.. En definitiva, el acercamiento sensorial al mundo de las plantes puede ser clave para ayudar a que los niños aprecien las plantas y entiendan la importancia que tienen en su vida cotidiana.
Muchas plantas nos aportan productos medicinales, alimentos, colorantes, etc.. En la foto, el achiote (Bixa orellana) de la cual se extrae un colorante natural además de ser una planta medicinal.
Artículo elaborado por la redacción de terra.org. Fotos: Fundación Tierra.