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Anita Roddick en una conferencia el año 2003 en Mallorca
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Anita Roddick con el ecodiseñador Guillem Ferrer (Mallorca, 2003). |
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10 Septiembre 2007. Anita Roddick, fundadora de la conocida cadena de tiendas de cosméticos The Body Shop,
ha muerto a los 64 años. Anita Lucia Perilli nació, el 23 de octubre de
1942, en Littlehampton, en el condado de West Sussex, al sur de
Inglaterra. Fundadora de la franquicia mundial The Body Shop, estaba casada y era madre de dos hijas. Falleció el pasado día 10 de un masivo derrame cerebral.
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Una enfermedad que le venía de lejos
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La empresaria desarrolló la enfermedad potencialmente mortal por una
transfusión de sangre infectada durante el nacimiento de su hija más
joven, Sam, en 1971. Su prematuro desenlace, a los 64 años, fue sentido
ayer por políticos, empresarios, financieros y la mayoría de la
población británica. A ella le detectaron el virus en 2004, pero se había infectado décadas
antes. |
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Una empresa ecológica y socialmente responsable
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La multimillonaria Roddick hizo campañas a favor de los derechos
humanos y fue una destacada ecologista, aunque algunos piensan que su
labor podía haber sido mucho más visible a juzgar por los resultados de
su negocio. El lema de The Body Shop era "dedicar nuestro negocio a
perseguir el cambio social y ambiental”, una de las prácticas que
caracterizó a los inicios la empresa era precisamente que rellenaban
los botes y los reciclaban.
"The Body Shop no es, ni fue nunca, un programa de una sola mujer, era
una operación mundial con miles de personas que trabajan por objetivos
comunes y comparten valores comunes. Sin embargo esta claro que esta
mujer, pionera de la cosmética natural, promotora del comercio justo,
activista en derechos humanos, defensora del medio ambiente supo
también manejar el marketing verde como pocos.
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Un imperio de la cosmética verde
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Si sus inicios fueron modestos, pues lo hizo con un préstamo de 4.000
libras (unos 5.800 euros al cambio actual) para montar su primera
tienda Body Shop en Brighton en 1976. Trenta años después la expasión
comercial de The Body Shop que había diseñado su marido contaba con
2.045 franquicias, 77 millones de clientes y una presencia en 51
mercados. Entre las claves del éxito inicial cabe destacar el uso de
productos naturales en envases reciclables y evitar ensayar los
cosméticos en animales. Más tarde inició el establecimiento de acuerdos
comerciales justos con comunidades de países del Tercer Mundo.
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Filantropía |
La actividad filantrópica de Anita Roddick abarca un sin fin de causas:
derechos humanos y justicia social en los negocios, pero también la
lucha contra la violencia doméstica o el extendido problema de la
hepatitis C. Sus orígenes familiares procedían de Italia. Aunque
estudió para ejercer de maestra a penas lo hizo ya que su espíritu
aventurero la llevó en los años sesenta a recorrer medio mundo. Fue en
estos viajes, especialmente, en Índia donde descubrió la magia de los
productos naturales que inspirarían su negocio. Un libro interesante y de los últimos es el comprometido Tómatelo como algo personal.
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Últimamente su actividad estaba centrada en las causas sociales. En
realidad, Roddick vendió su imperio The Body Shop en 2006,
embolsándose, junto con su marido, Gordon Roddick, cerca de 190
millones de euros. Muchos criticaron que vendiera The Body Shop
precisamente a uno de los principales enemigos que ha tenido la
cosmética verde: la firma L'Oréal, recordándole precisamente que ella
misma solía desacreditar por comerciar "milagros que hacen desaparecer
las arrugas". Se defendió con su habitual desparpajo y, desde entonces,
se dedicó a invertir sus ganancias en causas benéficas a título
personal o a través de la fundación que lleva su nombre.
Una reseña vital narrada por ella misma el 2003
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Empecé el Body Shop en 1976
simplemente para crear un sustento para mí y mis dos hijas mientras mi
marido hacía trekking a través de las Americas. No tenía entrenamiento
ni experiencia y mi única perspicacia de negocio era el consejo de
Gordon de vender por 300 libras esterlinas a la semana.Nadie habla del
empresariado como supervivencia pero es exactamente lo que es y lo que
nutre el pensamiento creativo. Llevar esa primera tienda me enseñó que
el negocio no es ciencia financiera sino qué es comercio: comprar y
vender. Se trata de crear un producto o un servicio tan bueno que
la gente pague por el.
Ahora, después de 26 años el Body Shop es un negocio con 2010
tiendas, que sirve a más de 77 millones de clientes en 52 distintos
mercados en 25 idiomas diferentes y a través de 12 usos horarios. ¡Y no
tengo ni idea de cómo llegamos aquí!
.Nací en Littlehampton en 1942. Como hija de una pareja de inmigrantes
italianos en una ciudad inglesa a orillas del mar, era una forastera
natural, y me sentía atraída por otros forasteros y rebeldes. James
Dean era mi ídolo de colegiala. También tenía un fuerte sentido de
moral ultrajada que se despertó cuando descubrí un libro sobre el
holocausto a los 10 años.
Me formé como maestra y una oportunidad educacional en un kibbutz en
Israel se convirtió en un prolongado viaje laboral alrededor del mundo.
Poco después de volver a Inglaterra mi madre me presentó a un joven
escocés llamado Gordon Roddick. Nuestro vínculo fue instantáneo.
Juntos abrimos primero un restaurante, y luego un hotel en
Littlehampton. Nos casamos en 1970, yo con un bebe en la espalda y otro
en el vientre.
No fue solo necesidad económica la que inspiró el nacimiento del Body
Shop. Mis viajes juveniles me habían dado una riqueza de experiencias.
Había pasado tiempo en comunidades granjeras y pesqueras con pueblos
preindustrializados , y había sido expuesta a los rituales corporales
de las mujeres de todo el planeta. También la frugalidad que mi madre
ejerció durante los años de guerra me hizo cuestionar las convenciones
de la venta al por menor. ¿Porqué desechar un contenedor cuando puedes
rellenarlo? ¿Y porqué comprar más de lo que se necesita? Nos
comportamos como lo hizo ella durante la segunda guerra mundial,
reutilizábamos todo, rellenábamos todo y reciclábamos todo lo que
podíamos. La fundación del activismo medioambiental de Body Shop nació
de ideas como éstas.
Soy consciente que el éxito es más que una buena idea. Es
encontrar el momento propicio también. Body Shop llegó justo cuando
Europa se estaba convirtiendo en “verde”. Body Shop siempre ha sido
reconocible por su color verde, el único color que encontramos para
cubrir las paredes húmedas y llenas de moho de mi primera tienda.
Abrí una segunda tienda a los 6 meses, cuando ya había regresado Gordon
a Inglaterra. Se le ocurrió la idea de “auto-financiación” para abrir
más tiendas, que fue la chispa que provocó el crecimiento de la red de
franquicias a través de la cual Body Shop se extendió globalmente. La
empresa se hizo pública en 1984. Desde entonces he recibido una
multitud de premios ,(delineados abajo) algunos de los cuales entiendo,
algunos que no y un par que pienso que merezco.
Los negocios tienen el poder de hacer el bien. Esta es la razón por la
cual la declaración de Misión de Body Shop es:”Dedicar nuestro
negocio a perseguir el cambio social y medioambiental”
Utilizamos nuestros comercios y nuestros productos para ayudar a
comunicar asuntos de derechos humanos y medioambientales. En 1993 me
reuní con una delegación del pueblo Ogoni de Nigeria. Buscaban justicia
y reparaciones contra el gigante multinacional de petróleo Shell que
estaban destrozando sus tierras en su busqueda y producción de
petróleo. Trabajando con otras ONG’s, convertimos su campaña en un caso
célebre. Trágicamente, el representante clave de los Ogoni, Ken
Saro-Wiwa y otros ocho Ogonis fueron ejecutados en 1995 por el
gobierno Nigeriano. Pero nuestra campaña siguió y finalmente 19 Ogoni
que habían sido presos fueron liberados. En 1997, después de cuatro
años de presión implacable, Shell emitió un codigo de comportamiento,
comprometiendo la empresa a los derechos humanos y la sostenibilidad.
Un año más tarde, lanzaron su campaña de publicidad: “Beneficios
y Principios” declarando su reconocimiento de los intereses de:” un
grupo mucho más amplio de accionistas en nuestra empresa” . Me gusta
pensar que echamos una mano en hacer que Shell se planteara lo que
realmente significa ser un ciudadano corporativo.
En septiembre 2001 uní fuerzas entre Body Shop y Greenpeace, y miles de
otras organizaciones y consumidores individuales en una campaña
internacional contra Exxon-Mobil (ESSO) la mayor empresa petrolífera y
de gas del planeta, y “gangster numero 1 del calentamiento global.”
Esta es la empresa que niega la conexión entre el quemar
combustible fósil y el calentamiento global, y que no invierte ni tan
siquiera un penique en alternativas sostenibles, como el sol o el
viento. Para mí, campañas y buen negocio consisten también en proponer
soluciones, no solamente oponiéndose a prácticas destructivas o abusos
de los derechos humanos. Un área clave donde mis intereses
empresariales y personales se combinan naturalmente es a través de las
´Iniciativas de comunidades comerciales´.
Todo empezó en 1989 cuando estuve presente en una asamblea de tribus
Amazónicas en Altamira, que protestaban en contra de un proyecto
hidro-eléctrico que hubiera inundado miles de acres de selva tropical,
dejando sus tierras natales bajo el agua.
Tenía que haber algo práctico que podía hacer para ayudar a esta gente
a conservar su ambiente y cultura. ¿Nueces? Específicamente nueces de
Brasil, que los Indígenas recolectan de manera sostenible de la selva y
que trituradas producen un aceite genial para hidratar e condicionar.
Esta primera transacción con gente de la selva, no acostumbrados a
mucha actividad comercial venía cargado de trampas y peligro. Pero
después de 13 años seguimos comerciando con ellos y también hemos
establecido un proyecto de Farmacia Verde que produce remedios basados
en conocimientos tradicionales de las plantas selváticas, reduciendo la
dependencia en caros e inapropiados fármacos modernos. Cada año viajo a
algunos de nuestros proyectos. En noviembre 1999 visité a nuestros bien
conocidos socios Teddy Exports en el sur de la India y GPI en Nepal y
nuestros nuevos socios el pueblo indígena Chepang que cultivan hierbas
para nuestra línea Ayurvédica. En enero 2001 visité los 130 granjeros
de sésamo en Nicaragua que reciben un precio justo y estable por sus
semillas. Como resultado los granjeros han creado un negocio sostenible
que además de ofrecer poder de acción efectivo tiene una tienda
subvencionada, una unión de crédito y emplea a un agrónomo cubano que
especializa en métodos orgánicos. La transacción con el Body Shop
no hará ricos económicamente a los granjeros, pero sí les permite
mantener su manera de vivir y a través de la cooperación conseguir su
autonomía.
Estoy muy orgullosa de nuestros esfuerzos por convertir el comercio
justo a algo más corriente. El Body Shop ya tiene 42 de estos proyectos
en 26 países y aspiramos a desarollar más.
Body Shop y yo hemos siempre sido muy estrechamente vinculados en la
mente del público. Hoy en día es imposible separar los valores de la
empresa de los asuntos que más me apasionan: responsabilidad social,
respeto a los derechos humanos, el medio ambiente y la protección de
los animales, y una fe total en el Comercio Justo y Solidario.
Pero Body Shop no es un espectáculo individual, es una operación global
con miles de personas trabajando hacia fines comunes y compartiendo
valores comunes. Esto es lo que da a Body Shop su fuerza comercial y a
la hora de hacer campaña, apartándola del negocio corriente. Aunque ya
no participo en los comités ejecutivos, paso la mayoría del tiempo en
asuntos del Body Shop. Investigo y encuentro nuevos productos durante
mis viajes al extranjero, formo parte de un equipo creativo y dirijo
campañas, como la actual Positive Energy Campaign para Greenpeace.(
Campaña Energía Positiva)
Y me pregunto constantemente : ¿ cómo puedo traer valores a una industria que desde luego no está cargada de ellas?
La única manera que lo pueda hacer es quizás volver con una idea para
una iniciativa comercial con una económicamente empobrecida comunidad
en Méjico u Africa, o inspirarme por un nuevo compromiso empresarial,
como mi viaje a Rumania en 1990 estimuló la Campaña por Ayuda a
los Rumanos (ahora llamada Niños en el Borde) y una visita a Glasgow
nos llevó a asociarnos con Sopaworks, una fábrica local que produce
nuestros jabones.
También tengo grandes esperanzas por la New Academy of Business (Nueva
Academia de Negocios) un masters que ofrece la universidad de Bath, que
ayudé a lanzar en 1997 con la intención de reformar la formación
comercial para el nuevo siglo.
La parte más apasionante de mi vida es ahora. Creo que cuanto más
envejeces, más radical llegas a ser. Hay una cita que me encanta
que es: una mujer de edad avanzada es imparable por cualquier fuerza
terrestre.
En noviembre de 1999, volé a Seattle para hablar en contra del World
Trade Organisation y fuí testigo de la Batalla de Seattle. Estoy
fascinada por la industria editorial: en el 2000 publiqué mi
autobiografía Business as Unusual (Negocio Insólitos) y en 2001 edité
Take it Personally, una colección de ensayos que invitan a reflexionar
y para hacer frente a los mitos de la globalización y el poder del
World Trade Organisation.
Estoy absolutamente dedicada a seguir haciendo todo lo que pueda para
la lucha por los derechos humanos, abusados e ignorados por leyes del
comercio más interesadas en los beneficios que en el coste humano.
Nacida: 23 Oct 1942
Defunción: 10 Sep 2007
Casada:T. Gordon Roddick, 1970
Hijas: Justine 1969, Samantha 1971
Nietos: Maiya Hopi 1994, Atticus-Finch 1998, Osha Sophia Bluebell 1998
Educación:Maude Allen Secondary Modern School for Girls, Littlehampton; Newton Park College of Higher Education, Bath
Carrera: 1962-76
Trabajé en la Biblioteca de la International Tribune, Paris
Profesora de Inglés e Historia, Inglaterra
Trabajé en el Departamento de los Derechos de la Mujer de International
Labour Organisation (ILO) basada en la UN (Naciones Unidas) en Ginebra.
Dueña y gerente de hotel y restaurante en Littlehampton.
Abrí la Body Shop en Brighton, Sussex, Inglaterra en 1976
Fideicomisario y miembro del consejo administrativo de:
Body Shop International, 1984-
Body Shop Foundation, 1989-
Mother Jones Magazine, Fundación por el progreso Nacional, EEUU 1994-2001
New Academy of Business,1995-
Human Rights Watch,EEUU 1996-7 |
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