Nos encontramos en un momento de la Historia que está sembrado de peligros, pero también de promesas, si logramos unirnos en un proyecto común: el de crear una cultura de la solidaridad y una política de la confianza en el seno de un movimiento que apunte a construir instituciones democráticas por la paz, la justicia y la sostenibilidad.
Catalizar un movimiento de ciudadanos del mundo implica una campaña evolutiva que atraviese las regiones y las temáticas en ‘círculos crecientes’.
En el pasado, los movimientos que propugnaban un cambio sistémico, tales como los que forjaron los Estados modernos o los que lucharon por los derechos laborales -de la mujer, de los desvalidos-, desplegaron esfuerzos deliberados para unir reclamos heterogéneos. De esta forma procuraron que los movimientos que los componían adoptaran estrategias que permitieran entrecruzarlos y juntos generar una formación que los englobara a todos, dándoles una voz en común.
De igual modo, hoy es necesario desencadenar el potencial latente de un movimiento mundial popular que más que nunca requiere de un esfuerzo concentrado y dirigido. Es necesario fomentar entonces el lanzamiento de una nueva iniciativa de organización, con el objeto de canalizar el llamado Movimiento de Ciudadanos del Mundo (MCM). Sin embargo, no se podrá crear un movimiento ciudadano global sin una estrategia, dada la gran complejidad y la extensión que requiere este proceso. Un movimiento cuya creación implicará de un esfuerzo sostenido y una estrategia adaptativa, una campaña evolutiva que atraviese las regiones y las temáticas en “círculos crecientes”. Para facilitar esta implantación llamaremos a esta iniciativa, por el momento anónima y todavía no formada, el “círculo creciente (CC)”.
El CC incluiría a incontables individuos y organizaciones con el compromiso de articular una conciencia planetaria compartida y coordinar sus acciones para suscitar una simpatía pública y tener peso en las tomas de decisiones. Para prosperar en las condiciones actuales, un proyecto de este tipo tendrá que estimular el sentido de un objetivo común y promover una coordinación que no comprometa la autonomía de sus organizaciones aliadas. De este modo, no sólo respetaría la diversidad, sino que alentaría las distintas perspectivas necesarias para alimentar la creatividad y profundizar la comprensión.
La misión del CC: hacer avanzar un movimiento plural y cohesivo en pos de una gobernanza mundial democrática, de justicia y de sostenibilidad. Las líneas de actividad del CC incluirían, en primer lugar, dar a conocer el movimiento de ciudadanos del mundo gracias a plataformas on line muy elaboradas que favorecerían un diálogo amplio, apuntando a establecer una solidaridad entre componentes geográficamente dispersos y culturalmente diversos. En segundo lugar, el CC construiría una base de conocimientos que reúna trabajos e investigaciones pertinentes para sacar a la luz las visiones mundiales viables y las estrategias para realizarlas. En tercer lugar, el CC alentaría a la ciudadanía mundial desarrollando y difundiendo símbolos eficaces y objetos culturales. En cuarto lugar, el CC promovería acciones y campañas justas organizadas por los demás, montando también sus propias iniciativas para hacer avanzar al movimiento de ciudadanos del mundo en tanto agente de cambio sistémico.
Para construir y ampliar el círculo creciente habrá que superar los modos convencionales de organización y evitar en particular los escollos ideológicos
El modelo “círculo creciente” se basaría en un proceso de desarrollo organizativo por etapas. Este proceso produciría una estructura de organización cada vez más compleja, comprometiendo polos en todas las escalas, de lo local a lo mundial, que atravesarían el gran abanico de las temáticas. El marco filosófico del Círculo Creciente y los términos del compromiso irían puliéndose en el camino.
Para construir y ampliar el CC habrá que superar los modos convencionales de organización y evitar en particular los escollos ideológicos polarizados de una centralización de arriba hacia abajo y de la autoorganización de abajo hacia arriba. El Círculo Creciente debe buscar una tercera vía: una cultura política que refleje en la práctica su comprensión del mundo contemporáneo como danza dialéctica entre el todo mundial y sus partes integrantes. Para ello habrá que desarrollar formas de gobernanza interna para responder de manera eficiente a las cuestiones de organización que son irreductiblemente mundiales, dejando todo lo demás en manos de la deliberación y las elecciones de las entidades que lo componen. Claro está que el conjunto de las cuestiones consideradas de interés mundial compartido será sin duda objeto de debate político y de polémica entre los partidarios firmes de una unidad mundial y los promotores igualmente firmes de una autonomía submundial. La evolución efectiva del Círculo Creciente hacia una cultura interna de confianza y democracia para resolver esas tensiones será una medida de referencia de su potencial para jugar un papel de agente de transición, e incluso de la posibilidad misma de una civilización planetaria sostenible.
Los cimientos históricos de la unidad potencial ciudadana se basan en un entrecruzamiento de las personas, la naturaleza y las generaciones en largos tejidos de connectividad económica, cultural y ambiental.
> Un Movimiento de Ciudadanos del Mundo
> Carta de los Pueblos de la Tierra
Esta Perspectiva fue redactada por Paul Raskin, Director de la GTI y del Tellus Institute. Se vio enriquecida por omentarios de los participantes de la GTI, demasiado numerosos como para nombrarlos aquí. Un anteproyecto había sido preparado anteriormente por Joseph Lluis Ortega y Orion Kriegman, en consulta con Cimbria Badenhausen, Jim Barton, John Buck, Luis Gutierrez, Smilja Jankovic, D.H. Strongheart y E.J. Wensing.
En el momento en que la GTI debatía la estrategia del Círculo Creciente, se formaba una alianza concreta en CC entre los líderes de la Carta de la Tierra, la Alianza Pachamama, el movimiento Ciudades en Transición, el Club de Budapest, el Foro por una Nueva Gobernanza Mundial, la GTI y otras organizaciones. En los próximos meses, invitaremos a otros a unirse a esta movilización, entrando en el círculo para ampliar su alcance .