La telefonía móvil emite 235 megatoneladas de CO2 al año

Empieza en Barcelona el gran congreso del sector (Mobile World Congress), que esconde su contribución notable a la Emergencia y al Calentamiento

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Teléfonos móviles

JORDI GISPERT (27-02-2023)

Cerca de 100.000 profesionales, casi 200 países, al entorno de 2.000 expositores y 4.000 periodistas. Son las previsiones para la edición de 2023 del gran congreso, epicentro desde 2006 en Barcelona, del negocio exponencial y suculento de las nuevas herramientas digitales de telefonía. Propaganda y promoción constante cara al público de creación de empleo, un impacto de 400 millones de euros, y retroalimentación de dichas cifras magnas en la economía del país, monitorizada por medio de indicadores un tanto dudosos de ser representativos del conjunto de los ciudadanos. Es la cara A de la moneda, la que esconde un lado oscuro, el propio que la fuerza no acompaña ni la plaza pública suele exponer, que camina repleto de aviones, jets privados, vehículos lujosos, gasto enorme de energía y de contratos, si es que existen, temporales y precarios. En el fondo del asunto, y absorbido por adictivas pantallas que impiden ampliar el campo visual, yace otro secreto bien guardado que no emerge salvo en ocasiones muy discretas por efecto lógico del interés y conveniencia. La contribución creciente del sector de la telefonía a la emisión de gases de efecto invernadero. 

Cifras generales

Se estima que ahora mismo hay en el mundo más de 5.000 millones de dispositivos celulares funcionando, propiedad del 67% de los 7.930 millones de personas que habitan el planeta. En el estado español y más concretamente, la telefonía móvil cuenta 55 millones de aparatos. Cada uno de ellos con su batería y gasto eléctrico asociado, que es ya posterior a un largo y extenso proceso de extracción, manufactura, transporte y almacenaje que requiere grandes cantidades de energía. Es en base a esta y en la obsolescencia programada del mercado y el escaso reciclaje, que se puede calcular la huella de carbono propiciada por el mundo digital que impulsa un poco más la Tierra a calentarse. 

Crecimiento exponencial

La demanda y venta de teléfonos a los que el ser humano atribuye inteligencia se ha venido triplicando desde 2007, hecho que ha ayudado en paralelo al incremento del efecto invernadero, calculado en un aumento medio anual que se ha situado entre un 5,6 y un 6,9%. Considerando el conjunto del proceso, el CO2 que emana de esta industria se ha elevado desde los 86 millones de toneladas hasta los 235 registrados en el 2020. El primer valor representaba 16 años atrás tan solo el 1% del global de emisiones que causan el cambio acelerado de parámetros climáticos. El segundo, sin embargo, crece ya hasta más del 3,5% y los modelos prevén que en 2040 dicha aportación se expanda más allá del 14%. En términos europeos el ciclo completo de la vida de los celulares en circulación reporta cada año emisiones de carbono por valor de 14 millones de toneladas. Eso es casi el doble, por ejemplo, de la huella de CO2 que arrastra un país como Letonia.

Ciclo productivo y tiempo de vida

La duración media de un Smartphone en el viejo continente es de tres años, hecho que permite que las ventas proliferen hasta llegar anualmente a los 211 millones de unidades. El capitalismo más salvaje ha tornado en práctica habitual e ineludible el mecanismo de caducidad marcada de antemano, con el fin de promover mayor necesidad y una demanda continuada y ascendente. Es en esta línea que el reemplazo y no reparación de los dispositivos defectuosos aumentó de 2004 a 2012 en un 5%, y es de suponer que lo haya hecho de manera más abrupta en estos últimos once años. El poder de la conservación y el reciclaje se pueden visualizar muy claramente a través de los distintos datos que condensa el informe “Revealed: The climate cost of disposable smartphones” que publicó en 2019 la misma Oficina Medioambiental Europea. Su contenido revela que en el caso de conseguir prolongar un año el ciclo vital del conjunto de teléfonos que existen dentro de la Unión, se ahorrarían anualmente y hasta 2030 alrededor de las 10 megatoneladas (millones de toneladas) de dióxido de carbono, cifra equivalente a eliminar completamente los cerca de 2 millones de automóviles que circulan por Dinamarca.      

Escasos materiales

La telefonía móvil, más allá de una cierta adicción, evidente coste de oportunidad, pérdida de tiempo, reducción de la atención, gasta grandes cantidades de energía en los procesos de extracción, producción, gestión de funcionamiento y transporte de materias primas y de terminales aptos ya para su empleo. Y resulta en esencia y por la magnitud del número existente de aparatos un gran acaparador de los recursos naturales disponibles. 

Las pantallas táctiles utilizan el indio, metal maleable, dúctil y sensible, obtenido a través del zinc y producido mayormente por la China, del que se prevé que las reservas finalicen antes de 2050. Para dar color se emplean materiales “raros” como lo son el lantano, el gadolinio, el praseodimio, el terbio, el europio o el disprosio, exiguos en la naturaleza y siempre combinados con distintos minerales por efecto de su reactividad. Y entre otros componentes, para baterías se usa el litio, segundo clasificado por debajo del hidrógeno en el grupo 1 de la Tabla Periódica, un metal que es escaso, blando y alcalino, que ha multiplicado su precio por 10 en los últimos 20 años, y que exige grandes cantidades de agua y pide 15.000 kg de CO2 por tonelada en su extracción minera (5.000 cuando se obtiene a través de la salmuera). Sus aliados, níquel y cobalto, este último con las reservas limitadas y con picos que se prevén decrecientes a partir de 2026, son fuente igualmente de conflictos geopolíticos por sus limitaciones evidentes ante una demanda que no para de crecer.  

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GRÀFIC METALLS D'UN TELÈFON (Font Universitat de Birmingham)
Font Universitat de Birmingham

Alguna que otra alternativa

¿Hay que empezar a tirar por la ventana todo aquello que contenga una pantalla y un teclado? Poco realista y menos efectivo, nadie ha prescrito eso. La tecnología ofrece funcionalidades y algunas ventajas, sin embargo también hay que ser conscientes de lo que acarrea su utilización. Alargar la vida útil de los celulares y frenar la inercia del lucro continuo de la industria representa un primer paso de alta relevancia. Por fortuna de otro lado, y consecuencia de la imposibilidad de camuflar la magnitud de lo cuantificado, florecen opciones como lo fue en 2019 la campaña Right to Repair. En cabeza de ella andan grandes compañías con enormes intereses, sin embargo representa un primer paso para que el consumidor pueda evaluar mediante una etiqueta que establece una determinada puntuación, aquellos productos digitales que se dispone a adquirir, y que son clasificados en función de lo que contribuyen al calentamiento y a la contaminación.   

¿QUÉ PUEDO HACER YO?

  • Alargar la vida útil de los teléfonos móviles. 
  • Reparar siempre como una acción prioritaria antes que sustituir.
  • Fijarse en las etiquetas que incorporan ya algunas marcas con respecto a la huella ambiental de los dispositivos. 
  • Optimizar carga y reducir a cuanto sea necesario el uso del teléfono
  • Profundizar más en estos datos provenientes de investigaciones que escasean en la esfera pública
  • Difundir todo lo comprendido para contribuir a un cambio en la conciencia. 

ENLACES DE INTERÉS: 

ARTÍCULO PUBLICADO EN  IEE Comunications Magazine (Agosto de 2011) “The global footprint of mobile communications: The ecological and economic perspective”:
https://ieeexplore.ieee.org/document/5978416

ESTUDIO DE LA OFICINA MEDIOAMBIENTAL EUROPEA SOBRE EL COSTE DE LOS SMARTPHONES:  “Revealed: The climate cost of disposable smartphones” (Climate and Energy, 18/09/2019): https://eeb.org/revealed-the-climate-cost-of-disposable-smartphones/

WEB DE LA CAMPAÑA POR EL DERECHO A REPARAR “Right to repair”, QUE NACIÓ EN 2019 EN EUROPA Y LUCHA CONTRA LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA: https://repair.eu/ 

ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD MCMASTER DE CANADÁ SOBRE EL IMPACTO DE DIFERENTES SECTORES DE LAS TELECOMUNICACIONES EN LAS EMISIONES DE CARBONO: “Assessing ICT global emissions footprint: Trends to 2040 & recommendations” (Science Direct 10/03/2018):
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S095965261733233X… 

RADIACIÓN DE TELÉFONOS MOBILES Y SALUD – PREGUNTAS Y RESPUESTAS, INSTITUTO NACIONAL DEL CÁNCER, EEUU: https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/radiacio…
 

Modificado
24/02/2023

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