Desde principios de año 2012 los consumidores pasaron a ver como sus recibos de la luz y del gas natural sufrían un nuevo incremento de hasta un 12 %, lo que supone haber duplicado el coste del recibo de la luz en los últimos diez años. Hoy los clientes pagan de media unos 66 euros más al año en relación a la tarifas que la electricidad mantenía hasta el marzo de 2012. La excusa del gobierno es hacer frente a los desajustes que registra el sistema eléctrico, y que se resumen en 24.000 millones de déficit acumulados a diciembre de 2011. El llamado déficit de tarifa es una estafa como la de los bancos y su rescate, sólo que en el caso de la electricidad se puede subsanar pagando el usuario y así engrosando las arcas de la patronal eléctrica.
Los nuevos contadores eléctricos digitales se instalan para que el usuario todavía se entere menos de lo que consume. Las corporaciones eléctricas argumentan que permiten el ahorro y la gente se lo cree sin más. Vivimos en un país de profundo analfabetismo energético.
Los clientes domésticos (o sea la mayoría de la ciudadanía) está acogida a la llamada Tarifa de Último Recurso (TUR) o a tarifas referenciadas a la TUR, aunque los usuarios del mercado libre (empresas y usuarios con potencias contratadas por encima de los 10 kW también sufrirán un recargo en las facturas hasta diciembre de unos 40 o 50 euros en total. Frente a esta presión del Gobierno español sobre la ciudadanía para que no se descubra su implicación en la estafa de la luz, -perpetrada con el eufemismo de déficit de tarifa-, algunos recomiendan contratar la tarifa más barata buscando en los comparadores de tarifa. Sin embargo, la verdadera solución está en que, pase lo que pase, apoyar a las energías renovables (contratar electricidad verde, de origen certificado) y ahorrar energía.
Invertir en ahorro energético no basta
Para ahorrar energía se pueden comprar bombillas de bajo consumo ahora mismo, especialmente las de tipo LED para sustituir las halógenas, -típicas de 50 W a 12 V). Encontramos bombillas LED de 4,5 W que ofrecen la misma calidad y cantidad de luz pero que consumen 10 veces menos y duran hasta 50.000 horas. También tenemos otras alternativas aunque el ahorro sea de dos tercios en fluorescentes convencionales respecto a fluorescentes con leds.
Disponemos de bombillas LED que permiten ahorrar casi 10 veces lo que consume una bombilla halógena convencional con la misma cantidad y calidad de luz.
Nuestros electrodomésticos pueden ser de clase A o A+ y beneficiarse de ahorros de consumo eléctrico de hasta el 50 % respecto a los convencionales. Sin embargo, para el ahorro efectivo hay que disponer de algún dispositivo que nos permita visualizar el consumo eléctrico instantáneo, en tiempo real. Esto es lo que hacen los llamados smart meters. En el mercado hay varios modelos: el caro nos llega a los 100 euros y el más barato ronda los 40 euros, aunque todos son igual de efectivos para visualizar la voracidad energética de nuestro hogar.
Cómo se instala un smartmeter
Casi [1] todos los displays de consumo energético instantáneo o smart meteres van equipados con una pinza amperimétrica que se instala en el cable fase que sale del diferencial que tenemos a la entrada de nuestro hogar, conectado al contador de la luz. No precisa de instalación de un experto, a menos que los cables del cuadro eléctrico estén muy apretados y no sea fácil identificar el punto de ubicación de la pinza. Ésta no es más que un anillo metálico con el que abrazar un cable. La pinza amperimétrica se enchufa a un aparato transmisor, que enviará la señal a un receptor que tiene el display donde se nos muestra el consumo instantáneo de electricidad que sucede en nuestro hogar. Lamentablemente, muchos hogares tienen un cuadro eléctrico nada fácil de entender y menos para colocarle una pinza amperimétrica, pero vale la pena contratar un experto si no se aprecia fácilmente y que tengamos esta visualización del consumo instantáneo de electricidad. Recordemos que para colocar una pinza amperimétrica en una instalación correcta no hay que hacer manipulación alguna de la instalación, no es necesario ningún permiso, ni ningún profesional certificado. La pinza se coloca abrazando el cable del cuadro eléctrico dentro del hogar del usuario, -el único problema es identificar el cable fase.
Un contador de electricidad tipo smartmetter que se instala en el cable fase del interruptor general automático y que permite la lectura instantánea del consumo energético del hogar.
La función de un smart meter
Los smart meters ofrecen diferentes funcionalidades y éstas son las que determinan el precio final de los diferentes modelos de estos displays o contadores. Algunos acumulan los datos recibidos y los almacenan hasta un año. Otros permiten descargar estos datos a un ordenador y otros incluso pueden conectarse a internet para que tengamos siempre a disposición estos datos.
La lectura del consumo eléctrico instantánea nos permite apreciar no sólo nuestros hábitos energéticos sino también si tenemos descuidos tales como dejarnos alguna luz encendida o algún aparato conectado innecesariamente. Por tanto, es un buen aparato para fomentar el ahorro real porque puede usarse como un chivato.
Para un usuario doméstico, el smart meter, más que un aparato de análisis exhaustiva, es un chivato que alerta para evitar los consumo innecesarios (desde los stand-by, hasta las luces que podemos dejarnos encendidas por descuido). Los usuarios habituales de smart meters reconocen que más allá del interés de visualizar el ciclo de consumo energético del hogar, este contador sobretodo alerta sobre cómo utilizamos la energía en casa. El display, al ser móvil, puede ubicarse en cualquier parte del hogar y por tanto se convierte en una herramienta pedagógica también. Es una posibilidad habitual colocar el display al lado de la puerta de la vivienda, así al salir podemos echar un vistazo y comprobar que el consumo eléctrico que tenemos es adecuado o nos hemos dejado algo encendido.
Puedes descargar el manual de instalación del Efergy para ver como hacerlo.
Sólo puede ahorrarse lo que se ve
El ahorro empieza cuando uno se da cuenta de lo que se consume. Por ejemplo, uno puede cambiar los hábitos en su forma de utilizar la encimera vitrocerámica para cocinar cuando se da cuenta de cómo evoluciona el consumo según el nivel de “potencia” seleccionado. Puedes advertir que se ha dejado la luz del baño encendida gracias a que el display muestra un incremento cuando ya conocemos los consumos habituales. Uno puede valorar cambiar una nevera cuando el ciclo de arranque y encendido es cada vez más corto, -y sólo esto ya puede superar el 1,5 kWh por día. Y así, poco a poco, el hecho de percibir de forma numérica el consumo eléctrico va variando los comportamientos. De otro modo, sin identificarla cantidad y el valor de W que estamos consumiendo, no es nada fácil ahorrar. Simplemente porque nadie toma las lecturas de su contador cada día, la mayoría de éstos no están nada accesibles a la vista y, además, no permiten visualizar el consumo instantáneo. De hecho, los nuevos contadores eléctricos digitales que están instalando las corporaciones eléctricas se fabrican para que no podamos ver fácilmente los watios hora (Wh) consumidos, sino sólo en unidades de 1 kWh (= 1.000 Wh).
Pon un contador eléctrico en el comedor de tu hogar
La patronal eléctrica tiene claro que “subiendo” de ver los watios-hora (Wh) en un contador a sólo ver los kilowatios hora (kWh) hace que el usuario desvalorice los watios-hora... en un efecto parecido a aquello de asimilar que un euro eran cien pesetas de las antiguas. Los displays de consumo instantáneo o smart meters son la mejor arma para no caer en la trampa de consumir electricidad de más. Si a ello le sumamos que podemos contratar electricidad verde con la tarifa TUR, estamos enviando un mensaje claro a las corporaciones energéticas de nuestro compromiso ambiental.
Lo interesante de los displays que muestran el consumo eléctrico instantáneo, es que nos permiten visualizarlo en cualquier punto que queramos de nuestro hogar. Algunos expertos en geobiología argumentan que estos aparatos añaden ondas en nuestro hogar, sin embargo, pensamos que sus beneficios como instrumento de ahorro energético y educación ambiental son incalculables.
Para los usuarios que quieran además estudiar su consumo energético recomendamos un visualizador más avanzado como el Envi R junto al módulo para enviar los datos por internet y verlos a través de la web. Tenemos un ejemplo de este aparato en funcionamiento en nuestra oficina para calcular la producción solar de nuestra centrales fotovoltaicas aquí
[1] Algunos smart meters sustituyen la pinza amperimétrica por sensores de pulsaciones para los contadores de luz digitales. Esto permite poder disponer de un smart meter aunque la instalación eléctrica del cableado de tu contador no permita colocar una pinza.
Artículo elaborado por el equipo de redacción de terra.org. Imágenes: Fundación Tierra.
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