Doce metros de altura tiene el gnomon que sirve para marcar la hora exacta, al segundo, y que se obtiene con este puntero solar que se proyecta sobre la pared de un edificio del municipio francés de Sorède (Sureda). Sin duda se trata de uno de los mayores relojes de sol de pared que hay en Europa.
El impresionante estilo o gnomon sobre el cudrante inverso del reloj monumental de Sorède. Foto: Fundación Tierra.
El ayuntamiento de Sorède ha hecho una notable inversión en esta obra monumental destinada a ser un homenaje al sabio portugués Manuel Antonio Gomes, llamado "Padre Himalaya", quién el verano de 1900 construyó un imponente horno solar en uno de los montículos que rodean a este pueblo situado en la falda del macizo de las Alberes.
Un siglo después de la construcción de aquel primer horno solar, del cual sólo quedan los vestigios cerca de la ermita de Notre Dame du Château de Sorède, este municipio renueva su compromiso con la innovación y la tecnología solar. El reloj solar monumental de Sorède se inauguró el siete de septiembre de 2013 y es uno de los cinco relojes de sol monumentales más bellos de Francia. Esta impresionante obra tecnológica y artística, realizada en homenaje al Padre Himalaya, lleva la firma del polifacético Marc André de Figueras (1959).
El cuadrante solar que es obra de este artista de Perpignan, es un mural en el que se une la ciencia y la creación con un estilo imperecedero. La precisión de este reloj solar ha sido posible gracias a la implicación del Comité Astronómico de Francia y de su director Denis Saboya. Por tanto, se trata de un reloj solar que sintetiza la técnica de la gnomónica basada en complejos cálculos matemáticos con reflexión artística nacida de un homenaje a un pionero de la energía solar en Europa. Este reloj solar se ubica en una plazoleta en honor al Padre Himalaya.
Para la construcción de este reloj solar han sido necesarios siete años desde la primera idea puesta sobre el papel hasta su total realización. Marc André declaraba en la prensa de Perpignan en 2007, cuando se presentó el proyecto, que había concebido un cuadrante solar en el que "Los juegos de sombras y luces pretenden atraer a los transeúntes que circulen por su alrededor o interior, de forma que se adentren en la misma para una aproximación interactiva-educativa o lúdica".
Restos de la instalación del horno solar del padre Himalaya en Sorède. Foto: Fundación Tierra.
El estilo de este reloj es inconfundible. El gnomon que proyecta la sombra es de un rojo brillante y se alza como un faro por encima de los tejados de la población, a la vez que contrasta con el blanco inmaculado de la pared donde se ha dibujado el cuadrante solar. La hora solar se lee gracias al destello solar que pasa por un agujero de cinco centímetros de diámetro, taladrado en un cono de inoxidable a siete metros de altura. Esta abertura, rodeada de una superficie brillante, permite concentrar la luz del sol, la cual se proyecta sobre la pared blanca. De este modo, la mancha de luz se proyecta sobre el cuadrante solar instalado en la pared.
Las fotos que ilustran este artículo fueron tomadas el día del equinocio de otoño por lo que el destello solar se proyecta sobre la barra del equinocio. Contrariamente al funcionamiento de la mayoría de relojes de sol que utilizan la sombra del estilo o gnomon para señalar la hora, el de Sorède lo hace con un puntero de luz.
En la imagen se puede apreciar que la hora solar es las 8:30 en punto lo cual corresponde a la hora local de las 10:30. El destello solar se proyecta sobre la línea del equinocio de otoño. Foto: Fundación Tierra.
En el cuadrante solar de Sorède, en este caso, se utiliza una técnica muy antigua llamada del "cuadrante solar negativo". De ahí que lo sorprendente de este reloj, es que la hora la indica un destello de luz contrastada por la sombra del gnomon. La elección de los materiales, los colores y la estética refinada que caracteriza las obras de Marc André de Figueras convierte un "instrumento" tecnológico, en una verdadera escultura que incorpora la más excelsa de las metodologías de la gnomónica por lo que es un verdadero medidor del tiempo universal u hora solar.
El municipio de Sorède, no sólo dispone de un monumental reloj solar, sino que con este instrumento-obra de arte confirma su vocación de territorio propicio al desarrollo de las energías renovables con las que hace más de un siglo el Padre Himalaya sorprendió a los lugareños. Hoy, una asociación local recuerda los trabajos de este pionero y el reloj solar monumental seguro que se convierte en un buen reclamo.
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