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La ropa que no usamos acaba convirtiéndose en comida para las polillas. | |
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Otras personas pueden aprovechar aquello que ya no nos ponemos.
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Millones dentro del armario |
Cada año van a parar a la basura unas 100 mil
toneladas de ropa usada y retales de confección. Con esta ropa
podríamos ahorrar los 5.000 millones de pesetas que cuesta importar las
80 mil toneladas de ropa usada para fabricar trapos de limpieza y
materiales de relleno.
Nuestra ropa habitual está hecha de
cuatro tipos de materiales básicos: el algodón, la lana, la seda y las
fibras sintéticas. En estos momentos, incluso la fabricación de la ropa
hecha de fibras naturales comporta procesos que pueden perjudicar el
medio ambiente: tintes, recubrimientos, blanqueo, mercerización, etc.
Con el fin de dar una mayor vistosidad o apariencia a la ropa, las
fibras se tratan con toda clase de procesos químicos, muchos de los
cuales utilizan sustancias tóxicas para el medio ambiente.
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Contaminación atmosférica y agotamiento del petróleo |
Las fibras sintéticas, como el nailon, el perlé, la
licra, etc., se obtienen de derivados del petróleo y su fabricación
genera una importante contaminación atmosférica. El éxito de las fibras
sintéticas se debe al hecho de que son muy económicas y fáciles de
planchar; en cambio, a muchas personas les provocan alergias. Esto se
da especialmente en prendas de ropa interior, tanto femenina como
masculina. Por ello, el algodón sigue siendo un material fundamental en
la confección (un 52 %).
El consumo de fibras sintéticas contribuye al agotamiento del petróleo. En consecuencia, es importante no consumirlas con abuso. |
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Algodón ecológico |
El algodón se obtiene del cultivo de una planta que
precisa muchos fertilizantes, pesticidas y agua. Una de las causas de
la desertización de la cuenca del mar de Aral en Rusia han sido las
grandes plantaciones de algodón que se cultivan en toda su área de
influencia.
La seda se obtiene del capullo de ciertas orugas y
la lana de las ovejas. Las prácticas agrícolas y ganaderas para obtener
estas materias primas han de realizarse con modelos de economía
sostenible para que respeten el medio ambiente. En estos momentos ya
hay un floreciente mercado para el algodón ecológico. |
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Despertar una nueva conciencia sobre la ropa |
Debido a que las fibras naturales se obtienen de
recursos naturales limitados, es muy importante reciclar la ropa. El
principal problema es que, generalmente, llenamos el armario de ropa
que solamente utilizamos muy esporádicamente y, encerrada en éste,
únicamente se llena de polvo y se convierte en comida para las
polillas. Es como si colgásemos billetes de mil que no utilizamos
porque pasan de moda. He aquí, pues, un despilfarro de recursos
naturales no renovables (fibras sintéticas) o limitados por el espacio
territorial y el agua (caso del algodón y la lana).
Instruir a
los jovenes para poder transformar la ropa sin necesidad de comprar
constantemente modelos nuevos debería ser una práctica fundamental de
la educación escolar. Pero, sobre todo, hace falta que la gente se
conciencie de que la ropa se puede reciclar, no sólo para hacer nuevas
prendas, sino para poder vestir a otras personas con menos recursos.
Habría que enseñar a conservar la ropa, lo que significa: cómo cuidarla
en el momento de lavarla, secarla o simplemente guardarla en el
interior de un armario. | |