Castañas de Viladrau es la única iniciativa en Cataluña que desde hace ya 14 años se encarga de recolectar castañas propias en el Parc Natural del Montseny

JORDI GISPERT (15/11/2022)

Simple no ha de ser dejarlo todo para hacer un bien al bosque y a muchas personas. Cambiar una actividad, en este caso la ganadería familiar, por otra que se desconoce en un principio. Suplantar la nula o escasa especialización en la materia con la práctica diaria y la constancia. Y más allá, aplicar tenacidad y valentía. Son los ingredientes que hace ya 14 años coinciden en Viladrau, municipio del noreste catalán, que se funde en el frondoso bosque de Les Guilleries, para dar continuidad a una tarea única y pionera. La que en 2009 emprendió Joaquim Soler, que por cierto, es Serrallonga, y desciende del linaje legendario que es figura omnipresente en estos bosques. Las hazañas de su ancestro “bandoler” se convierten ahora en hitos que ya tienen gran efecto sobre el clima y la comarca. Castanya de Viladrau es efectivamente, una empresa familiar que dedica sus esfuerzos a recolectar y producir castañas propias, un trabajo que en el Principado no ha emprendido hasta el momento nadie más. Tras enorme esfuerzo, el proyecto ya gestiona unas 2.000 hectáreas de castaños, y los poda, y aprovecha, y limpia márgenes para librarlos de la muerte y las enfermedades como lo es el chancro (infección por hongos de los géneros Colletotrichum y Gloeosporium) que ha manchado hojas y tejido, y ha diezmado enormes proporciones de esta especie en los últimos años.

EL LONGEVO CASTAÑO

El castaño, originario del Asia menor y la península de Grecia, es un árbol milenario de apariencia majestuosa, símbolo del entorno mediterráneo, con un tronco ancho que puede sobrepasar los 20 o 30 metros de altitud. Vive en zonas húmedas, valles y hondonadas, entre el límite costero y la montaña media. Su flor, ubicada en el extremo de la rama, brota en primavera, eclosiona en junio y siembra frutos que maduran a mitad de otoño. Los erizos puntiagudos eclosionan entre octubre y noviembre, y contienen hasta tres castañas cada uno. Son productos naturales ideados para fomentar la descendencia, recubiertos por dos cáscaras diferenciadas, que han sido desde antaño muy preciados por sus altas calidades nutritivas. Son un alimento rico en hidratos de carbono (40%) y aportan asimismo proteínas, sales minerales y tres vitaminas: A, B y C. Fue este árbol empleado y difundido ya por los romanos, que cosecharon el fruto inconfundible para dar comida a los caballos y hacer pan para sus tropas. Vivió máximo esplendor en el medievo y fue usado a posteriori para el aprovechamiento de su flexible madera, fácilmente moldeable y resistente a la temperatura, y de los taninos que presenta en su corteza y en sus hojas, que dibujan un contorno grueso y dentado, y sirvieron de remedios curativos para combatir la tos, la fiebre, el reuma y las inflamaciones de faringe.   

PRODUCCIÓN AUTÓCTONA ESCASA

Los cultivos madereros y frutales, decayeron a partir de los 70 en Cataluña, por la aparición del plástico, que se erigió en el relevo del mercado de embalaje de alimentos, y a causa del auge de los medios de transporte que facilitaron la continua importación de mercancías desde Francia y el oeste del estado. La casi totalidad de las “perxades”, plantaciones de diversas dimensiones de jóvenes cepas de castaño destinadas a servir como bastones, muebles, elementos de la industria de la construcción y también y sobre todo transformadas en contenedores para el tráfico marítimo, fueron finalmente abandonadas a su suerte, degradadas y suplidas en el tiempo por encinas, hayas, robles o coníferas (pinos y abetos). Las comarcas de Osona y La Selva (Massís del Montseny) cobijan actualmente al 90% de las poblaciones remanentes de esta especie, que bien gestionada, sirve de hábitat a jabalíes, rapaces, aves forestales, roedores o murciélagos. Del total de 13.000 hectáreas aún presentes en el Principado, 9.000 son masas puras y el resto zonas mixtas que alternan el paisaje con especies diferentes. Las comarcas del Vallès (Corredor), el Maresme (Montnegre) y la Conca de Barberà (Muntanyes de Prades), cuentan también con enclaves puntuales y minoritarios.   

VERDADERA ECONOMÍA CIRCULAR

Castanya de Viladrau, es oasis y esperanza para un cambio de mentalidad. La reconversión hacia un modelo productivo más que necesario en el marco del calentamiento acelerado y de la urgencia planetaria. Un negocio que es al mismo tiempo un valor público preciado. Un trabajo de gestión y recuperación que anda lejos del bullicio y de la urgencia, y respeta escrupulosamente el ritmo y el compás que marca sabiamente la naturaleza. Son ya 7 fincas gestionadas en la zona, que permiten dar empleo a ambientalistas, manufactureros, biólogos y pequeños comerciantes. En total 2.000 hectáreas, unos 2.500 campos de fútbol, destinados a recolectar el fruto y a servirse de los restos madereros, que permiten asimismo llenar restaurantes de cultura gastronómica tradicional, y atraer a un turismo que demanda actividades en plena naturaleza.

La recolección de las castañas se concentra en tan solo dos meses, pero su envasado y su procesamiento en forma de conservas o de harina, permite gozar el año entero de un sabor característico. Castanya de Viladrau, proporciona la materia prima a otros productores para elaborar también cerveza, queso, chocolate o butifarra de castañas, y, por otro lado, mesas, sillas, cestas, muebles varios, bigas, vallas o estacas. Representa hoy en día el 2% del mercado de este fruto seco en Cataluña, que a pesar de su longeva historia e inmenso potencial, continúa importando las castañas, en un 80%, de Galicia (parte de ellas adquiridas desde Francia), y en un 18%, lo oyen bien, desde China y Turquía. La despensa en combustible y el fomento del comercio insostenible intercontinental dan ya argumentos suficientes para dar un empujón a dicha producción local. Más cuando esta se dedica a retornar los beneficios en la forma de gestión y custodia del territorio, y contribuye al equilibrio de biotopos, que a lo largo por lo menos de los 15 siglos anteriores, rebosaban de vitalidad. 

¿QUÉ PUEDO HACER YO?

• Comprar castañas, muebles, madera y otros productos derivados de proximidad.
• Comprobar siempre las etiquetas y evitar adquirir frutos y otros componentes conseguidos de manera insostenible o provenientes de lejana procedencia.
• No coger castañas de los parques naturales y tampoco de zonas delimitadas por los productores y gestores.
• Visitar las zonas conservadas para adquirir un mayor conocimiento de la biología del castaño y la historia de su aprovechamiento.
• Ahondar e investigar en la materia y difundir conocimientos.
• Promocionar la tarea de conservación de los gestores, y respetar y contribuir, si es que se puede, a su gran trabajo en pro de la naturaleza.

ENLACES DE INTERÉS:

WEB CASTANYA DE VILADRAU

 https://castanyadeviladrau.cat

EL CASTANYER A CATALUNYA (MANUAL DE GESTIÓ, 2012): 
https://www.researchgate.net/profile/Pau-Vericat/publication/332107938_El_castanyer_a_Catalunya_Manual_de_gestio_conservacio_i_valoritzacio/links/5ca1101045851506d7389fa7/El-castanyer-a-Catalunya-Manual-de-gestio-conservacio-i-valoritzacio.pdf

ESTADÍSTICAS APROVECHAMIENTOS FORESTALES EN ESPAÑA (2019): 
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/estadisticas/aef2019_09_otrosaprovechamientos_tcm30-529161.pdf

EXPLICACIÓN DE “BIOTOPO”

Biotopo, en ecología, es un área de condiciones ambientales uniformes que provee espacio vital a un conjunto de flora y fauna. El biotopo es casi sinónimo del término hábitat con la diferencia de qué hábitat se refiere a las especies o poblaciones, mientras que biotopo se refiere a las comunidades biológicas. [Fuente: Biotopo. (2022, 26 de junio). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 10:57, noviembre 23, 2022 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Biotopo&oldid=144421286.