El almacén de semillas más grande del mundo, la Bóveda de Svalbard, fue creada en una de las islas del archipiélago de de Svalbard (conocido también por el nombre Spitsbergen que es una de sus islas) en pleno océano Glacial Ártico. El archipiélago está en territorio de Noruega pero bajo un particular tratado(1) como consecuencia de los pactos del fin de la Primera Guerra Mundial y que fue firmado en 1920 por 40 países. En él existe una cierta desmilitarización del territorio, así como una serie de condiciones y deberes para la propia Noruega. Se recoge en él un espíritu multinacional que desde antiguo había presidido al parecer la actividad en las islas.
La construcción de la Bóveda fue anunciada al mundo como una especie de arca de Noé moderna para salvaguardar la biodiversidad de las especies en caso de catástrofe climática o bélica. Por ese motivo fue bautizada en los medios de comunicación como la "Bóveda del fin del mundo". El nombre dado por la prensa sonaba lógico con el escenario de shock de la última década, construido con terrorismo televisivo, milenarismo y crisis económica global.
Situación geográfica de la Bóveda de semillas de Svalbard, bajo soberanía noruega.
Detrás de esa construcción aparentemente apocalíptica y destinada a preservar códigos genéticos esenciales para el bienestar humano, está la aportación de muchos países e instituciones. Pero algunas voces ya se han levantado denunciando que tras todo ello también están presentes las mismas empresas(2) que intentan imponer el cultivo de transgénicos alrededor del planeta. En sus planes está el diseño de un mundo con cultivos totalmente acaparados por semillas modificadas genéticamente (OMG). Las semillas no modificadas que se conservan en Svalbard provienen de siglos de esmerada selección por parte de pequeños campesinos, y en un mundo con patentes de semillas las multinacionales no pretenderían más que quitar el derecho a cultivar con las propias semillas.
Con esa hipótesis puramente comercial y haciendo un símil de moda en internet, en un mundo acaparado por semillas con licencia, la existencia de semillas gratis y con código genético "libre" supondría a primera vista una amenaza para esa dominación comercial. De hecho, en la base del negocio de los cultivos transgénicos está la capacidad de poder programarlos a voluntad para distribuir su vida útil y temporalidad, y por tanto también la producción de las cosechas. Pero una vez se considera ese escenario futuro de un mundo en donde todos los cultivos del planeta fuesen de OMG sujetos a patentes y licencias, entonces este tipo de almacenes de semillas originales se revelarían como parte fundamental del gran negocio para crear nuevos productos y controlar los mercados y patentes.
La organización GRAIN mostraba sus precauciones al respecto en un artículo (3): "El problema más profundo de concentrarse exclusivamente en el almacenamiento ex situ de semillas (problema que la bóveda refuerza) es que éste es fundamentalmente injusto. Es un sistema que recolecta semillas de variedades únicas entre las comunidades que originalmente las crearon, seleccionaron, protegieron y compartieron, y que luego las almacena y las hace inaccesibles para esas mismas comunidades. Lo lógica del sistema es que a medida que las variedades tradicionales son reemplazadas por otras nuevas provenientes de estaciones experimentales -semillas que supuestamente producen más para alimentar una población creciente- las semillas antiguas deben guardarse como “materia prima” para mejoramientos genéticos futuros."
Esquema del diseño de la Bóveda de Svalbard. Excavada dentro de una roca gigantesca de piedra, dispone de 3 almacenes con capacidad para 2.000 millones de semillas, conservadas a 18 grados bajo cero dentro de cajas de aluminio estancas.
Quizás la gran Bóveda de Svalbard pudiera ser un caso distinto, y el interés de esas multinacionales surja de la preocupación por los efectos de sus propios proyectos (a los que por otra parte siguen sin poner freno). Svalbard centraliza semillas pero también muchas dudas. Situada al lado del ártico y en un territorio dotado de neutralidad en la comunidad internacional, podría también cumplir un rol similar al de una gran reserva de lingotes de un banco centralizado, como parte del control de los equilibrios con otros bancos menores, de las patentes y recursos futuros para la alimentación.
Un pasillo de una de las cámaras de la Bóveda de Svalbard que almacena semillas provenientes de todo el planeta.
El tiempo aclarará el verdadero motivo de la Bóveda de Svalbard. Actualmente, de lo que hay certeza es que los bancos de semillas son hoy considerados un recurso principal para el mercado en la investigación y la producción de nuevos vegetales modificados genéticamente. Svalbard no es el único. Otros bancos de éste tipo se han construido también en China, Rusia, Japón, India, Corea del Sur, Alemania y Canadá.
Referencias
(1) Svalbard Museum: The Svalbard Treaty
http://www.svalbardmuseum.no/eindex.php?id=27&kategori=4
(2) GlobalResearch.ca: "Doomsday Seed Vault" in the Arctic" http://globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=23503. Traducido al castellano por el diario Rebelión.org: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=60339
(3) GRAIN: Problemas en la Bóveda No todos están celebrando Svalbard
http://www.grain.org/articles/?id=37
Más información:
Características de la Bóveda de Semillas de Svalbard:
http://es.wikipedia.org/wiki/B%C3%B3veda_Global_de_Semillas_de_Svalbard
GRAIN. Una ONG internacional con trabajos de referencia para observar la evolución de la agricultura en el planeta: http://www.grain.org/
Archipiélago de Svalbard:
http://en.wikipedia.org/wiki/Svalbard
Isla de Spitsbergen:
http://en.wikipedia.org/wiki/Spitsbergen