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Los cajeros automáticos en España superan a la media europea
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Ser cliente de una banca ética permite que nuestros ahorros no acaben financiando economía salvaje
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Un ejemplo de inversiones éticas serían las que promueven la agricultura ecológica, las energías renovables, etc.
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Controlar nuestros gastos en tarjetas de crédito y reducir nuestro consumo es apoyar la economía solidaria y ecológica
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No te dejes avasallar por bancos y cajas
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Quizás
tenemos una confianza ilimitada con el sistema bancario al que
delegamos que nos guarde la nómina ((por imperativo legal, en algunos
casos), que pague nuestros recibos (por comodidad), que asuma el riesgo
por nuestros excesos consumistas, que juegue (políticamente correcto
sería que invierta) con nuestros ahorros, etc. Lo cierto, es que la
banca no para de ganar dinero a nuestra costa. En parte por
consentimiento sin reflexión, por pereza y por adicción al consumo. Las
ganancias de los bancos pueden correlacionarse más que otros
indicadores con la depredación de recursos naturales y consiguiente
deterioro ambiental. Quizás es hora de tomar medidas respecto a
nuestros ahorros y como evitar que incidan negativamente sobre el medio
ambiente. A menudo un simple paseo para transferir dinero de una
entidad a otra no sólo nos ahorra comisiones sino que nos convierte en
protagonistas de una acción de responsabilidad social personal.
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La banca siempre gana
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Sólo
un breve análisis de los titulares principales de las secciones de
economía de los periódicos pone de manifiesto los alarmantes beneficios
del sector bancario. Así y a título de ejemplo algunos de ellos. El
Banco Santander presentó el mayor beneficio obtenido por una compañía
española, al ganar 6.220 millones de euros, lo que supone que en el 2005
incremento el 72% con respecto al año anterior. El Deutsche Bank
aumentó también sus ganancias brutas en un 54 por ciento. El grupo Caja
Madrid obtuvo un beneficio neto atribuido de 841,3 millones de euros
durante el 2005, lo que representa un incremento del 17,1% en
comparación con el ejercicio precedente. La Caixa ganó un total de
1.495 millones de euros en el ejercicio 2005, un 83,5% más por las
empresas participadas. Los créditos alcanzaron los 113.857 millones de
euros, un 22,4% más, con un crecimiento del 25,8% en hipotecas. El BBVA
obtuvo un beneficio récord de 3.806 millones de euros en 2005, un 30,2%
más que el ejercicio anterior. En concreto, los ingresos por comisiones
aumentaron un 15,4% (3.940 millones de euros) y por seguros un 24,7%
(487 millones). Incluso bancos menudos como Bankpime vuelven a los
beneficios y ganó 1,5 millones en 2005;.
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Las comisiones suman millones a borbotones |
Tener
el dinero en una cuenta bancaria o libreta de ahorro ha dejado de ser
gratis. Las llamadas comisiones de mantenimiento de cuenta corriente,
las cuota anuales de tarjeta de débito o crédito, el sacar el dinero
propio de la red de cajeros automáticos, las transferencias y cobro de
cheques, etc. son algunos de los servicios que las entidades
financieras cobran a sus clientes. Eso, si hay quien exprime más este
negocio hasta llevar al cliente a quejarse. El 95% de las oficinas
bancarias registran más de cinco quejas de sus clientes al mes por
cobro de comisiones, y el 83% de las entidades no dispone de tarifas
completas de las comisiones máximas aplicables. La Asociación de
Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) cifra en una media de
176,42 euros anuales (2005) el coste mínimo que soporta un consumidor
tipo (con una cuenta corriente, una libreta de ahorro, una tarjeta de
crédito y otra de débito) por las operaciones financieras más
habituales. Los ingresos por servicios de bancos y cajas se han
incrementado un 40% en los últimos cuatro años y se han triplicado
desde 1992.
La falta de transparencia en la relación cliente-banco ha motivado la
intervención gubernamental obligándoles a que especifiquen cuando
cobran comisiones. A pesar de ello, sólo un 15% de los clientes sabe en
realidad lo que paga. Por su parte, un 28% de los clientes pide a su
entidad financiera que mejore las comisiones frente a un 7% que reclama
mejores intereses. Está claro que nos contentamos con la baja
rentabilidad del dinero y por ello la clave está en la presión por las
comisiones. Ideas como la tarifa plana por el conjunto de servicios la
barajan ya algunas entidades como el Banesto. Otras, como el
Sabadell-Atlántico aseguran que no cobran comisiones de mantenimiento a
un 40% de sus clientes particulares y al resto les cobra 5,99 euros al
mes por un paquete de servicios no financieros.
Lo cierto es que bancos y cajas, según consta en la memoria 2004 del
Servicio de Reclamaciones del Banco de España, han tenido que devolver
más de 677.500 euros a sus clientes como consecuencia de las más de
cinco mil quejas tramitadas. En cuanto a los motivos de queja, sin duda
son las comisiones las que protagonizan el mayor número de expedientes,
tanto en operaciones de activo como de pasivo. En estas últimas las
reclamaciones por comisiones y gastos han crecido el 46,2%, y entre las
que afectan al activo, un 35,4%. Los datos pues reflejan la creciente
presión que soportan los usuarios de servicios bancarios por la subida
de las tarifas de comisiones y gastos y por el cobro por servicios que
antes eran gratuitos.
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El gran negocio de la red de las oficinas bancarias |
En
1987, los bancos tenían 16.449 oficinas, 4.738 más que las cajas. En el
2004, como resultado del proceso de concentración de la banca pero muy
especialmente de la expansión imparable de las cajas, estas últimas han
visto como ya suman en conjunto más de 7.194 sucursales más que los
bancos. En total en el 2004, las cajas tenían 21.503 oficinas y los
bancos 14.309. Las cooperativas y Cajas rurales sumaban otras 4.559
oficinas.
Los bajos de las viviendas están repletos de oficinas bancarias.
Incluso algunas pequeñas cajas locales antes ubicadas en las fronteras
del municipio que lleva su nombre hoy se encuentran en capitales de
provincia o por toda una región. Para los usuarios la comodidad de
tanta oficina es poder disponer de dinero casi en cualquier parte. Sin
embargo, es precisamente, esta comodidad la que pagamos con comisiones
y con la que no hay que ser muy avispado para ver el potencial de
negocio. Todas las entidades financieras que han crecido en oficinas
han visto aumentar sus recursos. De ahí que se siga la tónica de
apertura de oficinas como eje clave para el beneficio. Nadie duda que
son puestos de trabajo, pero entre los bancos y la construcción estamos
desmaterializando nuestra economía y fomentando la deslocalización y,
sobretodo el régimen esclavizante de la llamada economía global.
Probablemente, combatir el actual sistema económico-financiero injusto,
ultrapasa nuestras posibilidades como simples ciudadanos, aunque
tampoco podemos menospreciar que somos cada uno de nosotros quien hace posible la suma. Aunque sea
insignificante, pero son nuestros depósitos en mayor o menor grado los que generan grandes beneficios de unos pocos y la
pobreza de la mayoría.
Experiencias como la del corralito en Argentina demuestran que tampoco
hay tanta seguridad con el supuesto ahorro en manos del sistema bancario
y que quizás deberíamos valorar con más tiento como cuidamos y “nos
cuidan” nuestros ingresos. Precisamente, la existencia de esta red
incalculable nos permite que todas las operaciones entre nuestro entidad
y otra cualquiera la podamos hacer sacando el dinero en metálico de
nuestra entidad y llevándolo andando a la sucursal más cercana a la
cual tengamos que realizar la transferencia. De este modo, andando no
sólo ahorras sino que uno se convierte en activista. En muchas
ciudades, basta andar unas manzanas para dar con casi cualquiera de la
mayoría de la entidades bancarias del país y de este modo ahorrarse la
comisión por transferencia.
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Banca ética y responsabilidad social |
Más
allá de los beneficios financieros, bancos y cajas también están
ganando merced a los negocios en los que participan. Uno puede dejar
una determinada entidad bancaria pero luego seguirla
alimentándola a través de la empresa por la que está participada.
Conocer las redes entre empresas y entidades financieras como mínimo
nos ayuda a ser más conscientes sobre a quien facilitamos que gane sin parar.
Actualmente, hay algunas entidades bancarias que se han creado no tanto
para generar beneficios millonarios cada año sino para hacer un uso
ético del dinero. Hasta ahora esta opción era posible únicamente con fondos de
inversiones. Pero no todos los mortales disponen de dinero para
invertir. Por de pronto, hay la posibilidad de contratar una cuenta
bancaria en entidades calificadas de banca ética. Esta opción no nos
libra para según que operaciones de las comisiones pero si que nos
evita ser asimilables a fruta madura apta par ser exprimida.
Igualmente, ser cliente de una banca ética, también es una forma para
ser más consciente de cómo gestionamos nuestros recursos.
Podemos amasar fortunas, pero no por ello seremos ni mejores personas
ni tenemos porque gozar de más calidad de vida. La calidad de
vida viene determinada por la salud física y mental y esta ni todo el
dinero del mundo puede ponerles remedio en muchos casos. Sin embargo,
nuestra actitud con la vida si puede convertirnos en seres felices y
saludables. Invertir o donar nuestros recursos a ONGs o a proyectos
vitales para mejorar la sociedad o el entorno forma parte de esto que
podríamos llamar Reponsabilidad Social Personal. Las empresas deberían
asumir verdaderamente políticas de Responsabilidad Social Corporativa.
Pero el esto de los humanos también, cada uno desde su condición más
humilde o más holgada, puede ser parte de un sistema económico más
ético.
Actualmente, en España sólo hay un banco calificado de estas
características, el Triodos Bank y tan sólo tiene oficinas en Madrid y Barcelona. Sin
embargo, los avances telemáticos nos permiten ser clientes de la banca
ética y aunque no evitaremos ser usuarios de cajeros automáticos de
otras entidades si podremos saber que lo propio tiene garantías.
También son una opción las bancas o cajas cooperativas pueden ser una
alternativa. La Caja Postal, por ejemplo, antes de ser privatizada y
que los gobiernos la dejaran obsoleta hubiera sido también una opción
ética.
Sea como sea, la entidad bancaria en la que gestionamos nuestros
ingresos y la forma en como operamos con ella tiene consecuencias
ambientales. Otra realidad a la que tenemos opción es la de renunciar a
los recibos en papel y ahorrar así toneladas de materias primas. Es
cierto que nos parece como más seguro, pero legalmente tiene tanta
validez el asiento en al libreta de ahorros como el recibo concreto.
Finalmente, no abusar y utilizar de forma racional el crédito es
fundamental para no ser esclavo del sistema consumista. En fin, que
tienes muchas opciones para que gestiones tus ingresos de una forma más
responsable para el medio ambiente y para la justicia social.
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