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Hagamos de forma manual todo lo que no nos supone un gran esfuerzo. | |
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Escojamos el programa adecuado para cada tipo de ropa. | | |
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La revuelta de los robots |
Una casa típica puede tragar el equivalente en
energía a 450 l de petróleo al año. El 40 % de esta energía la consumen
los electrodomésticos. Además, el espacio que ocupan todos estos
utensilios puede hacer inhabitable un lugar tan vital como es una
cocina. |
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No siempre nos hacen la vida más fácil |
Al contrario de lo que la gente suele suponer, los
pequeños aparatos eléctricos no aumentan en mucho la factura de la
electricidad. No obstante, la fabricación requiere importantes
cantidades de energía, tanto por los materiales plásticos de los que
están hechos como porque, en general, son de vida corta. La mayor parte
están elaborados con materiales no reciclables. Muchos de ellos en
realidad no hacen más cómoda la vida, sino que a menudo hay que pensar
en los recambios, que no siempre son fáciles de encontrar.
Por
otro lado, en muchos de los casos ni siquiera nos ahorran tiempo. En
este sentido, es curioso darse cuenta de que, desde los años 50, no ha
variado el tiempo que se invierte en las tareas domésticas. |
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Tenerlos y cuidar de ellos |
Lo más importante es mantener los electrodomésticos
en buen estado. Por ejemplo, una capa de hielo de 5 mm en el congelador
de la nevera hace aumentar el consumo eléctrico en un 30 %.
Para
lavar la ropa, podemos organizarnos de forma que solamente pongamos la
lavadora cuando esté llena. Si separamos la ropa de color y la blanca,
ahorraremos detergente. Cuando lavemos a 60 ºC de temperatura, no nos
hace falta utilizar lejía para sacar las manchas más rebeldes de la
ropa blanca, especialmente si antes las hemos untado de bilis de buey.
Los aparatos de gas, como el calentador, tienen una llama piloto que consume a lo largo del día hasta un 25 % más de gas. |
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Sólo los necesarios |
Con menos electrodomésticos en casa dispondremos de
más espacio y podremos hacer un poco de ejercicio. Reduciremos el
estrés, el ruido, el desorden y ahorraremos dinero, porque no los
tendremos que comprar ni reparar.
Adquirir únicamente los
aparatos domésticos necesarios permite contribuir a evitar el
calentamiento de la atmósfera, ya que se ahorra energía y se evitan
residuos. Si estos pequeños electrodomésticos de plástico van a parar a
las incineradoras, son una importante fuente de dioxinas, sustancias
muy tóxicas para la salud humana.
Si se trata de aparatos para
calentar la casa, es conveniente adquirirlos siempre con un termostato;
pensemos que un grado menos de temperatura en la casa ahorra un 5 % de
la energía necesaria para la calefacción. | |