Quizás ha llegado la hora de cambiar el curso del tiempo. Nuestra existencia no es cómo en una película en la qué podemos reescribir el guión para evitar aquellas escenas que propiciarán un desastre. La vida real no funciona como una película. Es hora de pasar a la acción y lo único que podemos hacer es controlar lo que hacemos en el instante presente. Cómo vivir nuestras vidas siendo conscientes de lo que consumimos, de como nos relacionamos, de como votamos, en cada momento es imprescindible para asegurar nuestra supervivencia y que nuestros líderes conozcan que sabemos la verdad acerca de la crisis socioambiental que padecemos como civilización. Sólo actuando les mostramos que sabemos esta verdad incómoda y que queremos ser parte de la solución.
Vivir simplemente proporciona múltiples beneficios, pero no es fácil mantener un compromiso con el cambio a largo plazo. Si desea vivir con menos cosas, menos estrés y menos obligación para que pueda tener más tiempo, dinero y energía para perseguir lo que más significa para la persona hay que comprometerse con uno mismo.
Cada vez más personas están por crear el tiempo y el espacio en su vida con un único objetivo prosperar y crecer en su vida y volver a conectar con las personas y experiencias que se aman. El fenómeno se está extendiendo. En nuestras sociedades desarrolladas, un número cada vez mayor de ciudadanos se plantea modificar sus modos de consumo. No estamos hablando de los hábitos alimentarios, sino de toda la consumosfera que nos incluye: vestidos, electrodomésticos, decoración, etc. La simplificación vital no es nueva y hay numerosas obras que marcaron esta tendencia a principios del siglo XXI, La bolsa o la vida, de Joe Dominguez y Vicky Robin (1997) o Simplicidad radical, de Jim Merkel (2003) por citar algunas de ellas.
Sin duda, la crisis socioambiental ha sido clave en este sentido. Película como My Stuff o las experiencias de vivir sin residuos como Recipes for disaster (2008) ya anunciaban una tendencia. Pero esta se va estendiendo como lo prueba en Estados Unidos el movimiento por la simplicidad vital, por las casas pequenas, etc. o el éxito de la serie documental de Rob Greenfield “Viajero sin dinero” (Discovery Channel).
También en el ámbito de la moda hay ejemplos de personas que dejaron de comprar ropa. Dejaron de sentir que la ropa no tiene nada que ver con nuestra personalidad, o quizás sí, pero para demostrar todo lo contrario. Otras personas ya hablan que la cuestión no es tanto la vida simple sino la desintoxicación, de liberarse del consumo acumulado. Medios alternativos, como Adbusters, lo impulsan en cada uno de sus magníficas ediciones y que incitan a la lucha pacífica contra los abusos del consumismo para dejar al descubierto la perversión del sistema capitalista y a que este se apoya en la necesidad de fabricar necesidades gracias a la manipulación psicológica de la publicidad.
Quizás una de las prácticas más complejas en el mundo actual es la desintoxicación digital. Los smartphones han impulsado una constante "participación" en mantener las redes y por tanto en dedicarles nuestra vida a cambio de perder no tanto nuestra intimidad (al fin y al cabo, los seres humanos somos iguales cuando estamos desnudos y no sólo de ropa) como de presencia.
El movimiento de los “exconectados” o “desconectados” florecen como contraposición a la plaga de los grupos de WhatsApp, a los miles de mensajes cortos de Twitter, o al escaparatismo Facebook o Instagram. Sin duda las tecnologías digitales son una ayuda inestimable en muchos aspectos pero las llamadas "redes" han sido diseñadas por corporaciones que desean nuestro consumo y nuestra continua ya que de este modo no pensamos.
Miles de objetos innecesarios nos asfixian y agotan los recursos del planeta. Somos antenas vivas de la Tierra no sus parásitos . Ante la ceguera colectiva la acción comprometida de los ciudadanía simplificando la vida personal es un testimonio imprescindible. .
Las 10 cosas más importantes para simplificar en su vida
La simplicidad trae equilibrio, libertad y alegría. Cuando empezamos a vivir simplemente y experimentamos estos beneficios, se abre una pregunta esencial: "¿Cómo puedeo eliminar la distracción y simplemente enfocarme en lo esencial de esta existencia única que disfruto en la Tierra?"
"Pureza y sencillez son las dos alas con las que el hombre se eleva sobre la tierra y toda la naturaleza temporal." -Thomas à Kempis.
1. Reducir posesiones - Demasiadas posesiones materiales complican nuestras vidas en mayor grado. No sólo vacian nuestra cuenta bancaria sino que nos obligan a invertir más energía para no parar de consumir.
2. Agenda mínima - Nuestras agendas están llenas de eventos. Cuando sea posible, es útil liberarse de los compromisos de tiempo que no están en línea para mejorar nuestra presencia como seres humanos.
3. Objetivos mínimos- Reducir el número de propósitos a los que condicionamos nuestra existencia nos permite vivir mejor en el presente. No pensemos tanto en el futuro como en estar disponibles a lo que este nos ofrece.
4. Sólo pensamientos positivos - La mayoría de nosotros nos dejamos llevar por las emociones negativas completamente inútiles. Las noticias de los medios de comunicación se han diseñado para evitar los pensamientos positivos. El perdón es una buena terapaia para limpiar las heridas pasadas y reemplaza pensamientos negativos por otros positivos.
5. Sin deudas - Puede que tengas una tarjeta de crédito. No la uses pensando que el mes siguiente ya lo recuperarás. Es mejor pedir la ayuda a tus amistades si así fuera necesario. Sacrificar el lujo hoy permite disfrutar de la libertad mañana.
6. Menos palabras más silencio - Hablamos mucho y escuchamos poco. Entre ambos extremos está el silencio. El silencio nos da libertad y controlar las palabras seguridad. No sueltes pensamientos que no sean propios y honestos. No repitas lo que te dicen y evita los chismes.
7. Sin aditivos y alimentación saludable - Evite las grasas saturadas, los productos con harinas refinada, los lácticos y los azúcares. Minimizar estos ingredientes mejorará su nivel de energía a corto plazo y su salud a largo plazo. Reduce el consumo de medicamentos farmacéuticos.
8. Desconecta de la pantalla - La televisión ininterrumpida los videojuegos gratuitos o las, películas a la carta son medios para que tu ocio no sea disfrutando de la naturaleza ni de la convivencia con los seres queridos. La única manera de deshacerse de su influencia es apagar tantas pantallas.
9. Connexión horaria- Las relaciones con otros son buenas, pero el contacto permanente impide y destraye de lo esencial. Aprende a encender tus datos en el smartphone no más de 3 veces al día. Contestas y apagas. Reducir este constante flujo informativo te dará libertad.
10. Una tarea cada vez - Nos han han condicionado para pensar que realizar varias tareas a la vez es un lujo. Todo lo contrario, comer y leer mails en el smartphone aumenta el estrés y disminuye la asimilación nutritiva. Centrarse en una tarea nos hace más eficaces y nos da seguridad.
(1) Insipirado en el libro de Joshua Becker, Living with Less, The more of Less y en su blog “Becoming minimalist”.