La Casa Real declara que en el 2011 el Rey cobró 292.752 euros de sueldo y gastos de representación. El príncipe de Asturias percibe 70.259 euros como retribución y 76.117 por gastos de representación. Pero no hay que alarmarse, porque un alcalde como el Sr. García Albiol (Badalona) que además es Diputado Delegado de Salud Pública y Consumo de la Diputación de Barcelona, se lleva 90.000 euros de este cargo y otros 46.500 en concepto de dietas del ayuntamiento que preside. En Madrid, un concejal con delegación del ayuntamiento de Tres Cantos cobrará 51.047 euros. Y muchos alcaldes de villas y ciudades medianas se adjudican estos sueldazos. Mientras, el Gobierno congelará en 641 euros el salario mínimo en 2012. El Salario Mínimo Interprofesional subió en un 1,3% en 2011 y queda en 21,38 euros al día y 8.979,60 euros en cómputo anual. Tampoco importa que todos los ministros del Gobierno de España actuales provengan de quienes están intentando vaciar el Estado de bienestar. El gobierno mundial sólo tiene una regla, y no es actualmente la libertad democrática sino el miedo como elixir. Cada día nos abruman con mensajes para deprimirnos como los anunciados en este párrafo.
Las ideas más brillantes parten de soluciones aparentemente sencillas pero bien compenetradas. Foto: Fundación Tierra.
Que los bancos en connivencia con los gobiernos y con la modorra de los consumidores nos lanzaran al desaforado expolio consumista es algo cierto. Pero ahora, cuando ya nos han cebado y estamos dormitando como boas panzudas, unos pocos se reparten el botín de medio siglo de aportaciones para el bienestar colectivo. Lo llaman privatización, pero en realidad es un robo a escala global. Quieren que simplemente seamos abonados en lugar de partícipes o ciudadanos. La verdadera guerra está entre ser seres humanos o simples consumidores. Por eso nos lanzan millones e anuncios de publicidad por todos los medios de comunicación.
Los medios de comunicación trabajan a sueldo para convencernos de que el atraco del poder financiero con los guantes de seda de los cargos elegidos es en realidad para el bien colectivo. Les sorprendimos con la indignación, pero esta es inocua sin el compromiso y la reacción cambiando hábitos. Intentan apagar todo resquicio de luz mientras intentan que permanezcamos sin ambajes en el actual modelo de producción cuando se necesitan más de dos planetas para que funcione, lo cual no es posible en la vida real.
Los nudos y las cuerdas que nos atan para evolucionar están ya envejecidas. Bastara un poco más de tirón para que cedan y evolucionemos hacia una sociedad más durable.
Pero entre las alternativas de decrecimiento no hay manuales de uso. El decrecimiento esencialmente es la toma de conciencia de que la vida no puede poner en jaque a la propia vida. Puede haber muchas opciones, pero sea la que sea tiene que ser con otros valores: valores como la solidaridad, la cooperación, la corresponsabilidad, la equidad o el compromiso. Así que quizás en lugar de comprar debemos comprometernos con lo que necesitamos. Uno puede comprar una bici o muchas, o puede simplemente pagar a la tienda una cuota mensual por uso que permita al vendedor vivir del servicio que ofrece como intermediario de proximidad entre el fabricante y el usuario que le da el mantenimiento y que establece una relación humana con su cliente comprometido. Y cada cual se compromete con la tienda que mejor cuadra con sus sensibilidades. Lo mismo debería aplicarse a todo lo demás. Hay que olvidarse de la seducción por el mejor móvil gratis y más moderno cada año y apostar por quien ofrezca un servicio de telefonía minimizando la contaminación electromagnética, y que vale lo que aporta y no un conjunto de “regalos” envenenados para el medio ambiente (coltán, antenas, residuos electrónicos, etc.). No existe sólo la banca ética. Cualquier servicio o empresa tiene que ser ética al igual que nuestro comportamiento como usuarios de bienes y servicios.
El vértigo por los nuevos caminos no es más que la adrenalina para abrirse a nuevos espacios más vitales. Foto: Fundación Tierra.
El optimismo empieza con la toma de conciencia para luego pasar a la acción. Las ideas de cómo organizarnos frente a la depredación organizada corporativa con el visto bueno de los gobiernos son bien conocidas. La lucha no violenta para recuperar desde la banca como servicio comunitario real o que la ética se siente en los Gobiernos será imprescindible. Pero no bastará con ocupar las plazas públicas por indignados. Habrá que comprometerse con el amor hacia nosotros mismos y por tanto hacia nuestro planeta.
La resistencia pacífica o la desobediencia civil empiezan en nuestro corazón, aceptando el compromiso por un nuevo estilo de habitar. El Universo está con nosotros si queremos cambiar. No es fácil, porqué hay que optar por una nueva concepción de sociedad, pero el 2012 está ahí para abrazar este optimismo para reaccionar y cambiar. Nos pondrán espejitos refulgentes por todas partes para que no veamos el camino del cambio verdadero. Así que habrá que desenmascararlos uno a uno y correr la voz.
La luz es el código que nos muestra la información para salir del laberinto. Foto: Fundación Tierra.
Somos tantos los perros sarnosos que unos pocos gatos orondos (adjetivos utilizados en la película Margin Call) no podrán detener un tsumani cardíaco cargado de amor, humildad y compromiso. Estas son nuestras cartas para el 2012. Desde aquí seguiremos inspirando ideas prácticas para un mundo más ético y durable como el que nos merecemos.
Bienvenido Nuevo Año!.