Hasta el momento y sobre el asunto de los transgénicos, he prestado la atención básica y colaborado esporádicamente en algunas acciones para nada a favor del invento. Me miro con atención las etiquetas de lo que compro fuera de la oferta ecológica y ando atento tambien a las indicacines de consumo precavido que van apareciendo.
Sí, hablo de las viandas que salen de esos cultivos dirigidos desde la ultima planta de varias sedes de multinacionales del negocio de la alimentación y la ingeniería genética, término que suena bien cuando se usa para hablar del sueño de curar todos los males del ser humano, pero que encierra enormes dudas y tiranías, como toda la ciencia aplicada controlada por unos pocos.
Una organización a la que respeto al máximo describe así su postura, que la hago mía, sobre este tema tan caliente e invasor. Greenpeace opina que la liberación de Organismos Modificados Genéticamente al medio ambiente es un acto irresponsable, dado el riesgo que supone para la biodiversidad así como para la salud. La contaminación genética tiene efectos irreversibles e imprevisibles, así como numerosas consecuencias en cascada sobre los ecosistemas. Los riesgos sanitarios a largo plazo de los OMG, presentes en nuestra alimentación o la de los animales de los que nos alimentamos, no están siendo evaluados y siguen siendo desconocidos. Por último, refuerzan la dependencia de la producción alimentaria y de los seres vivos hacia algunas empresas multinacionales. Conoce la campaña de transgénicos de Greenepace aquí.

Hace unos días mi buen amigo Ricard me puso al día de la situación local y me contó cosas como que ya son 58 mil hectáreas de cultivos, la mayoría maíz, los que andan este año distribuidos a lo largo y ancho de la geografía ibérica. En Catalunya ya nadie se atreve a cultivar maíz ecológico, debido a que las no deseadas vecindades transgénicas les contaminan la producción invalidando la cosecha certificada como tal. Un ecoagricultor de Huesca, protector de la biodiversidad vegetal patrimonio de la humanidad porqué llevaba 14 años cultivando y multiplicando una apreciada variedad de maíz rojo, este año ha perdido su loable labor por contaminación cruzada desde el maíz tecnológico de un vecino.

Hoy he ido a ver a un viejo conocido, de profesión comerciante de alimentos procedentes de la agricultura ecológica y activista veterano de causas sociales y ambientales. Hoy a tenido que ir a declarar a una comisaría de Barcelona, porque esta imputado por una acción social molesta para los intereses mercantiles, parece ser.
No ha ido solo, más de 60 activistas le han acompañado al tramite, y yo con mi bici. Ha sido un momento de encuentro y compromiso para los luchadores antitransgénicos. He acudido al llamamiento que desde la Plataforma Transgènics Fora y la Assemblea Pagesa de Catalunya han convocado para este acto contra los cultivos transgénicos y la represión social. Esta plataforma está formada por movimientos sociales urbanos y rurales.

El objetivo de la concentración ha sido el de apoyar al compañero que ha realizado una declaración policial como imputado en un delito de daños a raíz de la acción que se realizó el 3 de julio en un campo experimental de trigo transgénico del IRTA. Este campo esta situado en Lleida y fue destruido por la Plataforma Transgènics Fora de Catalunya.
La concentración ha pretendido ligar el tema de la represión a activistas y a campesinos que están sufriendo la peste de los transgénicos, así como relacionarlo con la impunidad con la que se está plantando el maíz transgénico en Catalunya, que este año son unas 15.000 Ha. También se ha querido reaccionar y mostrar el desacuerdo con la elaboración de la nueva ley de coexistencia (que pretende dar luz verde a la plantación masiva de transgénicos, y que no protege a los campesinos, ecológicos y convencionales de las contaminaciones). Aquí puedes leer el comunicado de prensa en catalan, de lo acontecido en la jornada. Y es que ahora que se abre la veda a las multinacionales del transgenico en Europa, las cosas se estan calentando a tope.
En fin, me uno al grito ¡Catalunya libre de transgénicos,¡ ...y el resto de mundo también. ¡No a la ley de coexistencia¡

Te animo a que pases lista a tu consumo de comestibles y eches mano de un documento en verde y rojo que Greenpeace ha elaborado y actualiza continuamente. La Guía Roja y Verde, es una guía que identifica a las empresas y sus productos, si lo hacen mal, sin pensar en riesgos ambientales y para la salud de los seres vivos, aparecen en rojo, en los matices de alarma, stop, precaución, cuidado.
A las empresas que hacen las cosas mejor, ósea que no incorporan riesgos transgénicos en sus viandas, pues verde, que es un color alegre y armonioso, tanto que anima en los caminos hacia un futuro saludable para todos.
Míratela, ahora la están actualizando, pero la Guía puede serte tan necesaria como útil para vivir libre de transgénicos.

¡¡ Que te aproveche ¡¡