Cosmopoética sobre pedales

Cosmopoética es un auténtico festival de poesía que durante el mes de marzo y abril 2010 ha inundado la ciudad de Córdoba con su séptima edición de poesía organizado por su ayuntamiento. Entre las particularidades de este año me llamaron para participar al ciclo En-bíciate (bicicletas, poemas, ecosistemas y sostenibilidad), que se desarrolló entre el 5 y el 7 de abril en el Jardín Botánico. Este ciclo especial, organizado por el filósofo, ensayista y poeta que es Jorge Riechmann, puso sobre el papel de la bicicleta como herramienta para alcanzar el paraíso ecológico y cómo la poesía puede contribuir a cambiar de rumbo y propiciar la conservación del medio ambiente. Así que tren+bici me lancé camino de la capital del Al-Andalus a saborear pedales con poesía.

Cosmopoética sobre pedales en un bicianuncio rodante.

Las jornadas fueron una auténtica marea alta de poesía a pedales, en la que se incluían itinerarios ciclopoéticos por la ciudad que me degusté con mi pequeña plegable. Acabada la ruta en el Jardín Botánico el primer día de En-bicíate se abrió la tarde del día 5 de abril con el poeta-escritor Robert Bringhurst, presentado por Bernd Dietz. Bringhurst es un hombre polifacético y conocido en nuestro país por su clásico sobre la tipografía, aunque menos por ser un enamorado de la cultura indígena y en especial de los indios Haida que habitaron en la British Columbia y de los que recopiló parte de su saber ancestral. Su obra poética en nuestro país es inédita, pero en cambio se publicó el relato Cuentos del Cuervo: Mitos y leyendas de los indios Haida. La lectura de sus poemas destacó por la musicalidad de sus palabras en una voz singular. El Dr. Bernd Dietz trasladó a los asistentes la traducción de los poemas que Bringhurst leyó. Sólo habrá que esperar que algún día publiquen una antología de su obra. A modo de ejemplo transcribo una estrofa:

Una gota de sangre, una gota
de agua de lluvia contiene
la verdad final, la temporal
mentira, el día, la noche,
la tierra, el cielo,
la oscuridad, el mundo
aún por desplegar.

Jorge Riechmann con Robert Bringhurst.

Para el día 6 había programadas tres horas de lujo. La primera hora, le tocaba a este ecologista dar un viaje por las posibilidades de la bicicleta como tecnología titulada “Sin bici no hay paraíso”. La segunda hora fue un diálogo entre Gerardo Pedrós, catedrático de física de la Universidad de Córdoba, ecologista, ciclista empedernido junto con el naturalista-escritor Joaquín Araujo, sobre el libro de Marc Augé, Elogio de la bicicleta. Y la tercera hora fue una auténtica explosión poética que corrió a cargo de cuatro poetas que dejaron al auditorio boquiabierto. Joaquín Araujo, Juan Carlos Mestre, Antonio Orihuela y Eladio Orta. En fin, al terminar la sesión este ecologista permaneció pasmado con el recital por varias horas. Luego, todavía con el espíritu perdido me deslicé entrada la noche por las callejuelas de aquella ciudad universal. No sabría qué destacar, así que me limito a transcribir algunos comentarios que uno puede encontrar por la red sobre estos poetas-activistas de la sostenibilidad…

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Los poetas en acción: Araujo, Orta, Orihuela y Mestre.

Eladio Orta (Ayamonte, 1957) que puede provocar cualquier cosa menos indiferencia. Hablar de Eladio sólo se puede hacer desde la proximidad afectiva o desde el rechazo visceral, para quién todavía no lo conozca adelantemos que hablamos de un poeta consecuente con sus ideas, empecinado y procesado, una rara avis que zozobra en el humedal de Isla Canela (Huelva), entre la defensa de los abejarrucos y el bofetón expansionista de las excavadoras. Los críticos literarios que lo ignoraban o lo machacaban alternamente empiezan a encontrar matices interesantes de pureza espiritual, resistencia única a la filigrana, e incluso criptografías escondidas en sus claridades. Para regocijo de todos, la editorial Cacúa acaba de publicar Tierrafirmista, título que reúne la casi totalidad de sus textos escritos en verso y prosa, editados entre el año 1992 y 2006.

Antonio Orihuela (Moguer, 1965). Doctor en Historia por la Universidad de Sevilla y militante anarquista. Aquí lo definimos como un autor excelente y mejor persona. Además es de los poetas que lejos de aburrir despiertan el interés del público allí donde va. Me maravilla que haya alguien como él, que toque el alma con palabras y con pasmosa belleza retrate la cruenta realidad. Es un poeta de la vida, es un ser coherente con sus ideas y le admiro. Ojalá hubiera más personas como él:

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Marcadores para las bicis que participaron en las ciclorutas poéticas.

UNA IDEA DE LIBERTAD

Cuando más cogido por los huevos me tienen,
busco la ventana por donde se ve más lejos
y me quedo allí
con la nariz aplastada
esperando siempre
unos pájaros
que nadie ha visto
que sé existen,
pero que no vienen.

Juan Carlos Mestre (Villafranca del Bierzo, León, 1957), Premio Nacional 2009 de Poesía es poeta y artista visual. Se licenció en Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona. Con su primer poemario, "Antífona del otoño en el valle del Bierzo", ganó el premio Adonáis en 1982. Más tarde ha seguido publicando poemarios durante sus diversas estancias en Chile, España e Italia, entre ellos "La poesía ha caído en desgracia", con el que obtuvo en 1992 el premio "Jaime Gil de Biedma" y "La tumba de Keats", por el que se le otorgó el "Premio Jaén de poesía" de 1999.También ha realizado las antologías sobre la obra poética de Rafael Pérez Estrada y de Rosamel del Valle, además de la edición comentada de la novela de Enrique Gil y Carrasco, "El señor de Bembibre". Como artista visual ha expuesto su obra gráfica y pictórica en galerías de España, EE.UU., Europa y Latinoamérica y ha obtenido la Mención de Honor en el Premio Nacional de Grabado de la Calcografía Nacional en 1999 y en la VII Bienal Internacional de Grabado de Orense en 2002.

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En plena ruta ciclopoética en medio de la plaza de la Corredera de Córdoba.

Joaquín Araujo (Madrid, 1947) se entrenó literariamente a la sombra de Rodríguez de la Fuente, con el cual trabajó durante años poniendo palabras y datos naturalistas a la voz del presentador. Premio Global 500 de la ONU, ha sido embajador de películas como Nómadas del Viento, autor de decenas de libros y comisario de múltiples exposiciones sobre la naturaleza. Le encantan los haikús y los ideogramas chinos. Su vida se mueve al ritmo de las apacibles temporadas en su finca Vento con la más frenética actividad viajera y de comunicador. Y es que él necesita de estas dos facetas y dice no distinguir entre ocio y trabajo. En cualquier caso, toda su obra está volcada a la naturaleza, la de la divulgación y la real ejerciendo de agricultor y ganadero en su finca de Cáceres como demuestran los callos de sus manos que comparten las delicadas teclas del ordenador con el vetusto mango de la azada.

Y frente a todos ellos, Jorge Riechmann, (Madrid, 1962) el coordinador de En-bicíate, el filósofo que hizo del ecologismo su obra no sólo como ensayista sino también como poeta, arte con el que ofició de maestro de ceremonias de este ciclo. Jorge Riechmann tiene recién salido del horno una nueva obra “Entre la cantera y el jardínque en la solapa del mismo se define perfectamente su propósito: “Llevamos treinta años de hablar, hablar, hablar y no hacer nada. Narcotizados, sonámbulos, presos los más en su ceguera voluntaria, como si nada hubíesamos aprendido de los siglos pasados. Treinta años sugiriendo que “menos es más”, treinta años leyenda en las pantallas y escuchando en los altavoces “no te conformes con menos”… El daño a la biosfera y el socavamiento de la autonomía del ser humano se están produciendo ahora; el trabajo de los poderes económico-políticos contra las alternativas que nos salvarían está teniendo lugar ahora. El momento de la verdad es ahora…Frente a la teología del mercado y la líbido de los grandes almacenes, el sueño de una sociedad en la que los ecologistas, los comunistas y los pacifistas ya no sean necesarios…Porque todo esto es posible, sí, cambiando las relaciones sociales”.

Algunas personas en su quehacer cotidiano deben imaginar la poesía mientras van sacando el polvo a la historia.

En fin, el remate fue que al salir alucinado de tanto compromiso ecológico poético y realista fui asaltado por un par de regordetas gitanas que se lanzaron sobre mi estado catatónico para leerme el futuro. Con las líneas de la vida cogidas entre sus manos hipnotizantes me desplumaron… y cuando cariñosamente les protesté (cualquiera se atreve -mientras le tienen las manos cogidas- a forcejear y que le echen un mal de ojo) me dejaron con un poema “el dinero siempre va y viene, no es importante, porque vas a gozar de mucho amor en la vida”…Jozúuu y oléeee....¿Qué más se puede pedir a Cosmopoética?

Bringhurst no hubiera elegido mejor epílogo:

There will be nothing in the end,
and that is everthing that ever was
and will be.

Fotos: Fundación Tierra

Modificado
09/02/2017

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