Cuentas anuales de un ecologista, cambio de ciclo

El año 2014 no os compartí mis cuentas de sostenibilidad. Así que en esta ocasión lo hago de forma comparada con las del 2013 no publicadas. Me gusta compartir estos datos ya que seguro contribuyen a ser consciente de la huella que dejamos. No es un tarea difícil, sino todo lo contrario ya que tan sólo es necesario saber contar y disponer de los aparatos medidores adecuados. De hecho, todos los que moramos en una vivienda convencional disponemos de contadores para la electricidad, gas, agua. Así que tan sólo es necesario anotar la lectura al inicio y luego al final de año.  En mis cuentas tambien incluyo los kilómetros realizados con medios de transporte. Son unas cuentas simples. Para quien quiera doctorarse en contabilidad ambiental puede seguir el método de Jim Merkel, Simplicidad Radical. Yo sinceramente, y para tener una visión amplia sólo lo hago de los aspectos esenciales: agua, energía, residuos, movilidad.

La energía solar sigue siendo la mejor opción para aplicarse en reducir la huella ecológica personal. Foto del autor.

El consumo eléctrico en 2013 fue  por persona (somos dos) de  916 kWh, mientras que en 2014 fue menor, 655 kWh. Este menor consumo se debe esencialmente a que hemos vivido un verano nada caluroso en Barcelona y el otoño también ha sido muy benigno con lo cual no hemos utilizado para nada la climatización. En cambio, ha habido algunas horas de sol menos en 2014 por lo que el calentador solar de apoyo al acumulador termosifónico ha sido de 75 kWh este último año contra 64 kWh en 2013.  Esto supone pues 255 kg de CO2 por persona en consumo eléctrico (incluida la climatización y la cocción de alimentos.

Como dato curioso señalo que este 2014 mi frigorífico de 200 litros de la marca danesa GRAM, que ahora no se comercializa en España, adquirido en 1994, ha cumplido 20 años. En aquel momento era una de los pocas marcas que fabricaba algunos modelos con eficiencia energética de clase A. Este frigorífico (que no tiene congelador) a pesar de los años sigue siendo muy eficiente ya que sólo consume 300 Wh por día.

El consumo de agua el año 2013 fue de 43,66 m3. Este dato nos llevó a plantearnos el objetivo de reducir un poco más el consumo para el 2014 (aunque de por si ya es bajo); así que reduciendo algo el tiempo de ducha, en 2014 hemos conseguido reducir 4 m3 respecto a la cifra del 2013. Con estos números de 47,8 m3 en 2014 supone un gasto de agua por persona y día de 54,18 litros. La media en Barcelona es algo más de  100 litros por persona y día.

La movilidad diaria, como siempre, la realizo en mi bicicleta urbana Fetama con la que he recorrido 2.602 km a lo largo de 2014. Por haber recorrido este kilometraje a pedales, en lugar de por ejemplo hacerlo en transporte público, he ahorrado unos 161 kg de CO2.

El tren y la bicicleta son las combinaciones para la mejor movilidad ecológica. Foto: Fundación Tierra.

Una vez por semana me traslado a una población del área metropolitana de Barcelona para asistir a una formación y lo hago en carsharing, lo cual supone una media de 53 km ida y vuelta.  En total he recorrido unos 2.400 km con este servicio de coche compartido, lo cual me añade 456 kg de CO2. Por razones familiares he recorrido otros 3.200 km en tren que suman otros 80 kg de CO2. Respecto a mis vacaciones veraniegas que crearon 92 kg de CO2, ya las comenté aquí; relato que además me sirvió para demostrar la ventaja del tren sobre otros medios para viajar.

En  cuanto  a los residuos me he aplicado. Como en mi barrio no hay recogida de orgánica la suma de basuras ha sido de 77 kg y de envases y papel 15 kg. Como cada año no he faltado a mi cita de llevar periódicamente al punto verde todo tipo de enseres inútiles pero reciclables (pilas, metales, bombillas, etc.). Esto me ha aportado una pequeña bonificación en la tasa de residuos aunque sea una cantidad simbólica.

Tambor en forma de celdas de panel de abeja, una característica de las lavadoras Miele para lavar conservando el tejido de las prendas. Foto: Fundación Tierra.

En el ámbito de aparatos y cacharros en estos dos últimos años he tenido que cambiar una lavadora de la marca  Fagor adquirida a principios del 2002 que se fundió en una sobrecarga eléctrica (tuvo la mala suerte de estar lavando cuando se produjo la sobretensión) y también dejó de funcionar una aspiradora Philips de 30 años (me la regalaron en 1984). Para sustituir tanto la lavadora como la aspiradora, opté obviamente por modelos de clase A de la alemana Miele (la lavadora W3240 y la aspiradora  de trineo C3) que, a parte de la cuestión de la eficiencia energética, en mi tienda de referencia en cuanto a electrdomóesticos ecológicos me aconsejaron que era el fabricante que ofrece mayor durabilidad en sus productos.

Para compensar mis emisiones de 883 kg de CO2  sólo tengo a mi favor la participación ambiental en energía solar fotovoltaica en la Ola Solar del Mercat del Carmel. De esta instalación solar en el ejercicio 2014 me correspondieron unos 167,72 kWh/año (el 2013, que tuvo algo de mayor radiación solar me correspondieron 171,42 kWh), o sea que he evitado en estos dos años unos 120  kg/CO2.

Sea como sea, una vez más espero que estos datos sirvan para inspirar a otras personas a reducir su huella ecológica.

Mario San Miguel, firmando su inspirado libro La Fabulosa Fórmula de la Felicidad, uno de los libros que más me ha seducido del 2014. Foto: Fundación Tierra.

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Modificado
09/02/2017

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