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La combinación tren y bicicleta es la mejor alternativa para una movilidad interurbana sostenible.
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Carriles bici segregados para las comunicaciones interurbanas, una asignatura pendiente.
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Valdespartera (Zaragoza), un ejemplo de urbanismo ecológico y ecoarquitectura de protección oficial. |
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Displays
energéticos disponibles en España. Efergy, más pequeño y manejable, permite almacenar los datos, muestra el consumo energético y los mide con precisión centesimal. En
cambio, el Owl es sólo decimal y no guarda los consumos.
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Energía solar en una cubierta urbana participada popularmente.
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Al
final, la mejor razón para cambiar es el amor por la belleza de
nuestro planeta y para que las futuras generaciones la puedan seguir
gozando.
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La
undécima hora, la penúltima hora: es ese momento poco antes del final, en
el que aún es posible frenar en seco, darse la vuelta y seguir en otra
dirección. Pero la pregunta clave es: ¿Estamos realmente a una hora del
final? ¿Hay aún tiempo para girar en redondo? Una cosa es clara, en el
fondo, todas las crisis son siempre una única y misma crisis, con un
denominador común: el expolio de los recursos naturales del planeta. Solo que por primera vez esto no se limita a una isla, a una región, sino que se trata de una situación global
que amenaza con llevar nuestra civilización hasta la extinción o al menos a que quede gravemente diezmada por la contaminación tóxica y radioactiva. El día 3 de octubre de
2008, en Barcelona, varios científicos de renombre mundial presentaron la
Declaración de Barcelona, una llamada a que los gobiernos del mundo
tomaran las riendas para luchar contra el cambio climático. En el año 2008,
nuestra atmósfera (que en 2007 ostentó el récord de CO2, con 383 ppm en la
atmósfera, o sea, la cifra más alta de los últimos 20 millones de años) continúa creciendo en gases con efecto invernadero y
España sigue superando el 50 % de incremento de sus emisiones tóxicas respecto a la base de 1990.
Es evidente que si alguien todavía tiene dudas sobre si estamos en la
penúltima hora, es que quizás sufra del llamado síndrome de la rana
hervida. Los gobiernos, al final, no hacen sino
tomar –en el mejor de los casos– la gestión de lo común según las demandas de la ciudadanía. Es
hora de levantar una ola de estímulos para que el Gobierno de España
tome las riendas contra la crisis ambiental que está en el alma de la
crisis socioeconómica que nos amenaza. Hace cinco años que este diario
empezó a recoger el pulso de experiencias, lugares, encuentros, cuentas y recetas
para atajar la crisis ecológica. Hoy queremos compartir nuestros
mejores deseos para el 2009, celebrando lo que nos queda por hacer y
animando una propuesta sintética de algunos de los deberes que tenemos
para afrontar la penúltima hora.
Ecomovilidad low cost e infraestructuras asociadas
El coche es el medio de transporte que más utilizamos para desplazarnos; representa el 12 % de la energía consumida en España y
aproximadamente el 40 % de todo el consumo en energía del transporte
por carretera. Para reducir el uso del automóvil privado hay que
invertir en la red ferroviaria. Pero para ello es necesario lanzar un
plan de actuación urgente ferroviario, tanto en planificación del
servicio como en infraestructuras.
La gestión del tren como eje básico de movilidad debería estar
coordinado con otras propuestas de transporte por carretera e incluso
de servicios de carsharing, complementarios en horarios y destinos desde
las estaciones ferroviarias y basados en la gestión de la demanda (no al estilo del dumping ecológico de la llamada bicicleta pública). Asimismo, debería lanzarse un plan de viajes de largo recorrido basado en
trenes nocturnos de calidad, destinado a reducir el tráfico áereo.
La planificación y ejecución de nuevos proyectos ferroviarios –en
especial de redes de metro ligero o tranvía para áreas metropolitanas o
comarcales– debería ser con tramitación acelerada. Por ejemplo, en la comarca de Lleida tienen un tren no electrificado que une la capital con Balaguer a través de un rosario de pueblos. Convertir esta línea de tren en un "metro comarcal" y electrificado se podría hacer en un periquete (en 10 días Renfe colocará casi 10 km de nueva catenaria en el corredor de cercanías de Barcelona). No tomar decisiones como esta por todo el país en el ámbito de la movilidad es claramente una prueba de que el cambio climático le importa un rábano a la mayor parte de los políticos, empezando por el Presidente de Renfe.
Uno de los lastres para motivar el uso del transporte colectivo es la
coordinación horaria y la minimización del tiempo del trayecto. La
primera es muy fácil de conseguir, pero parece imposible a la vista de la realidad a la hora de conectar medios de transporte (eso es porque los que deciden no los usan). La segunda exige a veces
infraestructuras, pero en otros casos es una cuestión de diseño en el
servicio, algo en lo que los gestores públicos no siempre aciertan, porque
lamentablemente no usan nunca el tren. ¿Alguien sabe de
algún político de alto rango que tenga como medio de transporte
habitual el ferrocarril en sus desplazamientos ejerciendo sus funciones?
Es necesario un plan urgente de construcción de carriles protegidos para bicicletas en
las principales vías interurbanas que estructuran la movilidad de las
áreas metropolitanas del país, muy especialmente paralelos a las vías
ferroviarias de cercanías. La construcción de un km de carril bici
segregado puede costar alrededor de 500 mil euros. El plan de mejora de
redes viarias, por ejemplo en Cataluña para el 2009, es de 561 millones
de euros. Con sólo un 10 % de la inversión se podrían construir más de
100 km y con una bicicleta con asistencia eléctrica puede recorrerse la
distancia de 25 km con sólo un 20 % más de tiempo que un coche, pero con
un ahorro energético del 90 %. Es necesario incentivar el ahorro energético en el ámbito de la movilidad y contribuir a la reducción del número de kilómetros
recorridos en coche. Un coche que se utilice más de 20.000 km al año
consume tanta energía como la consumida en una vivienda media.
Plan de Reahabilitación de edificios
Recogemos aquí la idea del Plan de Ecoreabilitación de edificios
lanzado por Carlos Hernández Pezzi, Presidente del Consejo Superior de
Colegios de Arquitectos de España; Domingo Jiménez Beltrán, que fue el
primer Director de la Agencia Europea de Medio Ambiente y Joaquín Nieto,
Presidente de Honor de SUSTAINLABOUR. En síntesis, proponen rehabilitar
2.250.000 viviendas y 150.000 edificios para hacerlos más habitables,
con mejoras en el comportamiento térmico de su envolvente e instalación
de energías renovables, mejoras en la accesibilidad, reducción de la
dependencia y factura energéticas, así como las emisiones de CO2, y
crear 390.000 empleos año que absorban el desempleo como consecuencia
de la caída de la vivienda de nueva construcción. La inversión de este
Plan 2009-2012 sería de 25.200 millones de euros. Recordemos que en
España existen alrededor de 25 millones de viviendas y 1.400.000
edificios industriales o de servicios.
La propuesta puede apoyarse en la Directiva Europea 2002/91/CE relativa
a la eficiencia energética de los edificios, la cual establece la
obligación de implantar un certificado de eficiencia energética también
en los edificios del parque edificatorio existente y que el Real
Decreto 47/2007 traspone a nuestra legislación. Pero existen otras propuestas de criterios para fomentar la sostenibilidad en la vivienda. Finalmente, recordemos que el Ministerio de
Vivienda ha anunciado un Plan RENOVE para final de año dirigido a las
viviendas más antiguas con objetivos concordantes respecto a la
eficiencia energética y mejora de la accesibilidad, con una dotación
presupuestaria inicial de 800 millones de euros que es claramente
insuficente.
Instalación obligatoria de displays energéticos en todos los edificios domésticos y del sector terciario
El consumo eléctrico de una vivienda media es de unos 4.000 kWh, suponiendo que el suministro sea totalmente eléctrico (datos promedio del IDAE). Hay que
continuar apoyando las campañas de sensibilización y la renovación de
aparatos eléctricos de mayor consumo por otros de más eficientes, incentivando las bombas de calor inverter de última generación y
frigoríficos de classe A++, que entre unos y otros pueden sumar un 33 % del consumo
eléctrico doméstico.
Sin embargo, es conocido que para conseguir ahorros energéticos no
basta con introducir aparatos eficientes. Es necesario cambiar hábitos
y sobre todo racionalizar el uso de los mismos. Esto sólo puede
conseguirse visualizando el consumo eléctrico instantáneo, a partir del
cual se pueden tomar medidas realmente efectivas de ahorro.
Existe la tecnología de los displays energéticos, que son de fácil
instalación; más lo serían si se cambia la normativa para que los
cuadros eléctricos de las viviendas los puedan incorporar fácilmente.
Un plan destinado a favorecer la instalación de displays energéticos es
imprescindible para reducir el consumo eléctrico en los hogares. A
continuación se debería incentivar el desarrollo de la misma tecnología
para el consumo de gas natural, traducido a unidades de kWh. Además, en
este último caso, la medida podría tener un interés complementario en
cuanto a seguridad. Un display energético podría ser instalado por un
coste inferior a 80 euros y crear 5.000 puestos de trabajo en los
próximos 4 años. De paso, el resultado de la introducción de forma
masiva de los “centinelas energéticos” contribuiría al ahorro
energético del 30 % de la factura de los hogares españoles.
Incentivos para la energía solar fotovoltaica en cubiertas urbanas
El consumo eléctrico de una comunidad de 4 pisos y 12
vecinos con ascensor puede ser de media de unos 3.000 kWh/año. Con una
cubierta fotovoltaica de 10 kW se generarían unos 13.000 kWh año de
media, con lo cual se obtendría un excedente energético que, con una tarifa
de interconexión incentivada de 0,5 euros/kWh basada en el excedente de
esta electricidad, podría facilitar la amortización de la instalación en menos de 10 años, y los vecinos abrían invertido unos 5.000 euros, que podrían ser a crédito a cuenta de la producción eléctrica de su cubierta fotovoltaica.
Una modificación de la actual legislación, para que en cubiertas de
edificios plurifamaliares o espacios públicos se incentivaran las
centrales solares de participación popular, contribuiría a que la
ciudadanía se enchufara al sol y se incrementara la sensibilización por
la lucha contra el cambio climático. Recordemos que cada kWh generado
con el sol es un kWh menos de combustibles fósiles. Con una inversión
en subvenciones de 3 millones de euros en un plazo de 4 años, podrían
participar más de 10.000 ciudadanos que aportasen por su parte 1.000
euros en energía fotovoltaica popular. Cada 1.000 euros de inversión en
energía fotovoltaica equivale a contribuir a un ahorro del 10 % del
consumo de la electricidad por persona.
Estos cuatro ejes de actuación prioritaria son nuestros deseos para el
2009, con los que invitamos a reflexionar al Gobierno de España para
que lidere y de un vuelco no sólo a la dependencia energética del país de
los combustibles fósiles, sino también a contribuir a una
sensibilización ambiental sin parangón. Estamos en la penúltima hora y
no vale con buenas palabras, sino con la actuación decidida
gubernamental y la corresponsabilización de la ciudadanía.
Tenemos la tecnología y los recursos para tomar acciones a favor de la
lucha contra la crisis ambiental. Este ecologista lo tiene claro y lo
comparte para crear un estado de opinión favorable a tomar acción en la
penúltima hora (consigue el libro+DVD de Leonardo DiCaprio que seguro te emociona). Muchas personas estamos convencidas que no es tan difícil, e ideas como las expuestas contribuyen además al empleo y a la dinamización socioeconómica.
Para que luego digan que no hay cómo salir de la crisis.
¡¡¡Feliz Año
2009!!.
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