parte (I)
Ya en casa y mientras
preparamos un sistema simple para aprovechar el agua de la ducha e instalamos
también el sistema de riego por goteo de nuestro metro y medio cuadrado para el
cultivo biointesivo de alimentos en el balcón, todo gracias al agua, mientras
sentimos como 6000 humanos dejan de existir cada día por no poder jugar como
nosotros con el agua, mientras el sistema social del que formamos parte se
prepara para transportar el agua en barcos para que una gran parte se vaya por
el retrete y la limpieza de los coches, entre otros usos de la higiénica
sociedad, mientras en eso divagamos, nosotros hemos empleado algunos recursos y
un buen rato para aprovechar unos estimados 200 litros de agua usada por semana que ahora van ya de
nuestra lavadora -donde utilizamos para el limpio saneo las ecoballs (bolas con
zeolitas) y magno ball (bola magnética) de Ecoliving (aquí más de qué va esto)
y que nos permiten lavar lo casi limpio sin ensuciar casi nada- a su destino, que es
ese espacio de depuración biológica tan usado de forma universal en el mundo
acomodado en posaderas e higienes. Por cierto, que hay ocasiones en las que nos
vamos al futuro pensando en cómo lo que sale de la tierra vuelve a ella de
forma inteligente y de cómo lo que ahora arrastra el agua hacia la depuradora mal
oliente, algún día será un nutriente biológico cotizable incluso en la bolsa,
cuando esta deje de dedicarse a la usura, claro.
La cantidad de agua que
reutilizamos no es grande porque tampoco ponemos lavadora cada día. Tiene la
instalación más de ejemplo reivindicador que de inversión rentable, añadida al particular taller para todos de intentos de vida más ecológica posible, en los tiempos que corren, donde el agua está a punto de
dejar de ser cualquier cosa. Contaminada a nulo coste, ahora que
tenemos poca, a pagar todos la falta de amor hacia el recurso. En el
sistema, además, hay que gastar rápido el volumen de agua con riqueza
orgánica, por los posibles olores (a esperas estamos de que lleguen los
calores del verano y a ver) pero somos así, qué le vamos a hacer, cuando
nuestro cobijo se ha convertido en el más emocionante de los
laboratorios de vida sostenible que tenemos a mano.
Paso a paso y materiales
utilizados para el sistema que hemos llamado “de la lavadora al WC, depurando
ensuciando lo mínimo”:
Compramos una caja de plástico
en IKEA de 130 litros de volumen, con una broca de corona realizamos
con el taladro las perforaciones para el paso de los racords de uralita (ojo
que si no se hace bien se puede agrietar el plástico, mejor poner en el lado
opuesto a la broca una taco de madera y presionar para contrarrestar fuerzas).
En la fontanería del barrio adquirimos todo lo necesario más una manguera sin
uso y enlaces de ella a grifería junto con un grifo molón, de los terminales de
manguera y listos. La conducción de la manguera, aprox. 7 metros, la hemos cogido a la pared con unas abrazaderas
de chapa.
El tiempo estimado con
todo a mano no pasa de 2 horas, más 1 hora de compra de suministros y un valor
de inversión de aproximadamente 32 euros en total.
Materiales de sistema
“lava.va.a.wc”:
- manguera de jardín de 20 (sin
cadmio) - 4 enlaces rápidos de
conexión manguera/elemento fontanería - 1 grifo surtidor para
manguera - 2 racord Uralita de ¾ de
pulgada - 1 racord Uralita de ½ de
pulgada - 6 arandelas zincadas y
gomas planas - 2 codos metal de ¾ pulgada
macho/hembra - 1 codo metal de ½ pulgada
macho/hembra - …y el cubo de fregar Aquí un video conmemorativo de la acción
Las depuraciones de gran
descarga son las más disfrutonas: como el tiempo invertido es mayor y da para
la contemplación, las vistas de la galería unen wc con depósito acumulador, y
la musiquilla acuática que se genera por la caída a gravedad hacia el cubo
cuando en cómoda posición sobre la taza se abre la llave de paso, le da un
toque sibarita asilvestrado al momento. Pero después de bien depurado -y cuando
la limpieza con agua no limpia arrastra por el sifón y luego por el tubo esa rica
materia orgánica desaprovechada, eso sí, después de atinar con el necesario
arte con el cubo recogedor que es toda un técnica fruto del entrenamiento
y la habilidad, para que el volumen, la altura y la presión consigan hacer
desaparecer los valiosos productos sin tirar una gota de agua fuera del wc- en
fin, puedes llegar a quedarte mucho más a gusto que cuando lo que hace lo mismo
son 10 litros de
agua potable traída en barco del quinto pino o desalada con ingentes costes
energéticos para creerse la mentira de que tendremos, de esa forma, un mundo
impoluto y justo.
Para los activistas finos
o que pillen el momento -aunque es una inversión pinta como un tecnosueño- el sistema
de Hansgrohe, el Pontos lo recomendamos totalmente, inspirador para los que
gustan de anticiparse a los tiempos, dispongan mejor de ejecución de obra nueva
o apuesten fuerte, ya que no queda mucho para que desde el ecodiseño de este
mundo patas arriba se
reutilice el agua de lavadora y ducha, sin dudarlo, en el ámbito
doméstico. En fin, la sensibilidad en el tema del agua está a flor de
piel: lee sino la contundente crónica de la escritora Lucía Etxebarría titulada "Agua y Solidaridad".
Y como hoy es otro día de
esos, el día internacional de la POESIA, tan recomendable para no perder la cabeza en la
veloz sociedad de la globalización salvaje, me toca recomendar lo último de un
admirado ecopoeta que leí el otro día en el suplemento Natura, el libro con sus principales poemas de tema ecológico, Con los ojos
abiertos de Jorge Riechmann, que es investigador de
temas ecosociales y un poeta que mira hacia otro lado y se sitúa sin nostalgia
en el mundo que le ha tocado vivir. Y lo hace con los ojos abiertos, con una
mirada en la que caben la perplejidad y el asombro (ver cada cosa/ como si nunca
antes/ la hubiera visto) ante la vida, pero también denuncia de lo que no
funciona (pero una vez que ya se ha destruido tanto/ ¿cómo dejar de destruirlo
todo?). Sigue aquí leyendo la poesía de Jorge.
Bueno y como hoy también
es el dia forestal mundial, la ostia, poesia, agua y árbol, nosotros estamos
esperando el 30 de marzo por que le toca
el día a nuestros árboles, además de participar en la convocatoria local de Catalunya Radio, plantemos el futuro traducido, no te cuento lo que me pasa por el alma cuando se une
agua, árbol y sol..., sólo te animo a que estés atento al discurrir de estos días,
lleno de retos que van mas allá de lo simbólico; las dos sabinas que hemos
cuidado durante todo el invierno, que hemos regado con agua reaprovechanda y el
sol lo propio con sus bondades, están a la espera del citado momento y un
pequeño lugar en la tierra de este planeta sorprendente.
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