Hay historias tristes. No habría que contarlas. Pero, a veces soltarlas, nos sirven para ver también dentro de nosotros y que no cristalicen en nuestro ser. Dejo primero que se presente el protagonista: “Os doy la bienvenida a este lugar. Me llamo Juan Valero Valdelvira, estoy a punto de empezar una travesía importante para mi vida y pienso que puede tener algo de interés hacerla pública...voy a recorrer la Península Ibérica en su totalidad por la cabecera de las cuencas hidrográficas, promoviendo las plantaciones de árboles dentro de otras acciones integrales que hemos convenido en llamar “El Camino de las Ardillas”, un corredor ambiental necesario”.
El Camino de las Árdillas es una de los últimos diseños del entramado de webs e ideas de este hombre: Juan Valero. Apareció en mi vida hace años con la finalidad de que diera soporte e invirtiera en árboles nobles que eran muy rentables. No cedí a su insistencia. Sin embargo, su magnetismo era poderoso. Al poco tiempo, las inversiones con maderas nobles tomaron además del aspecto económico un cariz más ecológico que culminó con la adopción del término responsARBOLidad. Era el concepto perfecto para arrastrar a personas sensibles en lo ecológico, cuando el tema del cambio climático se convirtió en mediático. Así, la empresa de Juan Valero, Maderas Nobles de la Sierra de Segura (MNSS) conseguía atraer personas, pero también empresas a poner dinero. La vertiente rentable se transmutaba en que invertir en plantar árboles era la opción más amigable para el medio ambiente. Para ello había dos opciones, o bien adquiriendo lotes de árboles para invertir en madera noble de la empresa o plantando árboles para luchar contra el cambio climático ofrecidos por la Fundación Más Árboles, también liderada por Juan Valero. El dinero circulaba pues por dos vías gracias al concepto: "calcula, reduce y compensa tus emisiones contaminantes plantando los árboles necesarios para absorberlas",
No invertí en árboles de Juan Valero y aconsejé a mis amigos que no lo hicieran. Pero la presión de los vendedores de lotes era implacable. Varias personas amigas cercanas invirtieron. Ahora son algunos de los más de tres mil “clientes” que posiblemente van a perder el dinero invertido, a algún caso en sumas cuantiosas. Finalmente, se ha filtrado que Maderas Nobles de la Sierra de Segura está en proceso de concurso de acreedores.
El negocio de los lotes de árboles estaba arropado por un manto medioambiental sólido, pues ciertamente los árboles siempre serán nuestros amigos y además los de Juan Valero, eran doblemente amigables: daban madera noble y evitaban emisiones en nuestra contabilidad ecológica. Esta madera noble una vez fuera interesante comercialmente aseguraban podía rendir lo suyo. Maderas Nobles de la Sierra de Segura prometía rentabilidades de hasta el 12% anual por una inversión mínima de algo más de 3.000 euros. La idea era que estos lotes de árboles adquiridos por el cliente rendían sus beneficios a los 22 años cuando serían cortados y se obtendría el rédito por la venta de su madera.
El contrato lo decía claro: "El presente contrato tendrá una duración de 22 años, transcurridos los cuales quedará extinguido. Este contrato se entenderá automáticamente prorrogado mientras duren los trabajos de desarraigo, venta y liquidación de la madera. La duración del contrato podrá ampliarse o reducirse de mutuo acuerdo entre las partes. Llegado al término del presente contrato, se procederá a gestionar la venta de la madera resultante de la corta de los árboles en las condiciones detalladas en el Anexo III. El 90% del importe obtenido será para el CLIENTE y el 10% para MADERAS NOBLES".
La actividad de Maderas Nobles de la Sierra de Segura junto con la de Fundación Más Árboles era un matrimonio perfecto. Una pareja de hecho que consiguió el apoyó de personalidades internacionales carismáticas a nivel ambiental como Vandana Shiva, Al Gore o la actriz Daryl Hannah entre otros. Plantar árboles contribuía a disminuir las emisiones de efecto invernadero y eso era atractivo, vaya siempre lo ha sido. Todavía las empresas cuando quieren visibilizar su interés por el medio ambiente sólo se les ocurre plantar árboles.
Árboles por CO2
La idea más sugerente que explotó Juan Valero (que por otra parte tenía un pié en la empresa y otro en la fundación) era la de incentivar la plantación de árboles para ahorrar CO2. Jordi Bigues, periodista, en su libro ResponsARBOLidad, fundamentó con datos y todo tipo de argumentos los ahorros ecológicos de cada árbol plantado.
Empresas de todos los tamaños y medidas tenían en el producto "árboles" de MNSS una herramienta para luchar contra el cambio climático; plantar “bosques” para ahorrar emisiones. La táctica era siempre la misma. Conseguir un buen impacto de medios, algunas fotos y haber pagado, convertía a los “clientes” en ahorradores de CO2 y "salvadores del cambio climático". Gracias a este tandem de Maderas Nobles de la Sierra de Segura y la Fundación Más Árboles, empresas tan importantes como Triodos Bank, Volskwagen o Bankinter se unieron a la campaña como todavía lo atestigua la web responsarbolidad. Pero también lo hicieron pequeñas empresas responsables que intentaban participar de un forma sensible en la “salvación del planeta” y pusieron amor y dinero para que MNSS plantara árboles y reducir los efectos del cambio climático.
Un concepto que permitió a la empresa MNSS dotarse de un discurso ecológico que anestesiaba a cualquiera. Imagen de la web responsarbolidad.
Las campañas de Juan Valero, tenían un marqueting potente, todos los periodistas ambientales que lo conocían vitoreaban su labor. Con esta aura todo era posible. IKEA, con la Fundación Más Árboles anunció que “desde el 30 de marzo hasta el 10 de mayo 2012, cada vez que un cliente utilice la tarjeta Ikea Family, IKEA donará 0,10 euros para la creación de bosques próximos a una de las 14 tiendas que dispone en la Península Ibérica”.
Cada idea elaborada por Juan Valero, ya fuere como Fundación o Empresa, era personalizada de forma adecuada. Otro ejemplo a citar: convencieron a la editorial Plataforma Editorial para celebrar sus tres cientos títulos publicados que hicieran un Un Bosque de libros, en el que plantar un árbol por cada libro publicado y de este modo compensar por el papel de sus libros. Durante el año 2013 plantaron los 300 árboles de Plataforma Editorial en la parcela de Canons en Sant Boi de Llobregat (Barcelona). En este caso, el motivo era no tanto en ahorro de emisiones como el soporte emocional. Las especies plantadas eran algo curiosas como mezcla: encinas, serbales, laureles, madroños, cerezos, ciruelos, níspereos, pinos y arbustos asociados. Cualquiera puede entender que la mezcla de árboles autóctonos con frutales es francamente curiosa desde un punto de vista de conservación de la biodiversiad del bosque mediterráneo. Sobre la evolución de esta plantación no hay fotos en la web de la editorial.
Otro argumento ambiental contundente, pero para nada corroborado, es que todos los árboles de responsarbolidad entraban a formar parte del proyecto 100 millones de árboles que promovía la Fundación Más árboles y que supuestamente estaban contabilizados en la campaña de la ONU Plantemos por el Planeta promovida por la Fundación Plant For The Planet, cuyo objetivo es alcanzar los 2.000 millones de árboles.
Todo estaba bien calculado, aunque no fuera cierto.
La Fundación Más Árboles
La Fundación Más Árboles se diseñó con el objetivo de "impulsar una nueva cultura del árbol que contribuya a un cambio de actitud en la relación con nuestro entorno, con el fin de contrarrestar las consecuencias del calentamiento global". En un principio se planteaba como algo independiente y su labor se materializó en muchos acuerdos para plantar árboles gracias a conceptos como "Tu árbol regalo ". Con este concepto la persona donaba a la fundación para que pudiera "plantar 100 millones de árboles en toda la Península Ibérica como barrera natural contra el cambio climático, embellecer el paisaje y proveer de alimento y refugio a muchas especies animales y previniendo la erosión del suelo, a la vez que proteger arroyos, ríos y lagos”. El árbol regalo debía ser plantado en la Finca de las Fuentes del Guadalquivir (Alcaraz) que, con una superficie de 4.308 m2 permitía, según Valero, albergar más de 1.100 árboles, con sus respectivos arbustos (autóctonas (serbales, higueras, almendros, encinas, nogales, retamas, etc.). También garantizaban que serían cuidados por su organización durante 30 años (en cambio los de los lotes de inversiones tan sólo 22 años, ¿curioso, verdad?). Supuestamente, la fundación cobraba pues de la persona sensibilizada y al final de los 30 años probablemente por la venta de la madera. Lamentablemente, tras dos años de presentación de cuentas (2008 y 2009) la Fundación fue retomada por Juan Valero y la vació de sus recursos económicos para pagar las deudas particulares de MNSS.
Una persona activa en la fundación atestigua que "hasta finales de 2010, las fincas estaban esplendidas, los riegos funcionaban, había mucha gente contratada en la finca, se plantaban árboles regularmente y se cuidaban y con cada acuerdo que se firmaba, veía la cantidad de mejoras que provocaba cada acuerdo, el número de puestos de trabajo que se podrian crear, el carbono atmosferico que se convertiria en suelo fértil, etc.". La Fundación Más Árboles entre 2008 y 2009 firmó convenios con más de 35 lugares de plantación por toda España, todos ellos acompañados de convenios con ayuntamientos que se encargaban del mantenimiento de los árboles, razón por la cual estas plantaciones siguen espléndidas. Sin embargo, esta situación cambió radicalmente a partir de 2011 cuando Juan Valero instrumentalizó la fundación para sus intereses.
Imagen extraída de la web de MNSS en la que se muestran árboles de una plantación.
El camino de la ardilla
Esta fue de una de las últimas ideas de la Fundación Más Árboles, ya tocada de muerte y se basaba, según Juan Valero, en una cita apócrifa –atribuida indistintamente a los clásicos romanos Estrabón y Plinio el Viejo-, que atestiguaba que la Península Ibérica estaba tan densamente poblada de árboles que una ardilla podía atravesarla de un extremo a otro sin necesidad de bajar al suelo. A partir de esta idea, la Fundación Más Árboles se planteó seguir captando recursos para plantar árboles que no plantaba.
Los lotes de árboles que ofrecía MNSS y que en Enero 2015 todavía eran visibles en la web de la empresa.
El aval de todo esto era el “pasaporte” HAZTE “PLANTA-ÁRBOLES” que distinguía al poseedor del mismo, o sea quien aportaba recursos económicos, como “planta-árboles sin fronteras”. Javier Mariscal diseñó este "pasaporte", el cual supuestamente otorgaba a su poseedor descuentos y premios.
No hay árboles
El problema de toda esta historia es que, a día de hoy, buena parte de los miles de árboles que supuestamente plantaron están muertos (o simplemente no se plantaron) y la empresa está en quiebra. Lógicamente, sólo han salido a colación los árboles que eran una "inversión". Los árboles que eran un pulmón para el cambio climático hace tiempo que no existen. Ahora, muchos de los afectados lamentan que no siguieron adecuadamente la evolución de sus “inversiones”, pero su tranquilidad se basaba en que todo parecía muy sólido y una fuerte carga de sensibilidad ecológica. Tampoco nadie se cuestionó sobre la figura de Juan Valero. Según eldiario.es quien habló con Valero, este declaró que "ya informó en julio de 2013 que la empresa estaba en una situación delicada que no ha hecho sino agravarse y reconocía que se ha equivocado en su gestión y que estaba intentando enderezar la situación de la empresa".
Esta ilustración de la web de MNSS no es de por si muy convincente para un experto en ingeniería forestal, pero funcionaba.
Ahora el asunto está en manos de abogados. De momento, todas las webs de este entramado están activas. No hay comentario alguno en ninguna de ellas de que la actividad de la empresa esté en quiebra. De la fundación es imposible saber nada concreto sobre sus balances económicos. La opacidad es pues total. Aunque la actividad de la fundación no difiere de la política opaca de la empresa. Lamentablemente, no es la única empresa de “venta de árboles nobles” que ha dejado a muchos clientes sin sus inversiones. Sin embargo, Maderas Nobles de la Sierra de Segura, era la que tenía la pátina más agresiva en términos de atizar la conciencia ecológica. Juan Valero era considerado en todos los medios de comunicación como un gran paladí de la lucha contra el CO2.
Los afectados afirman que el pasado mes de diciembre 2014, Valero se reunió con ellos y explicó que la deuda de la empresa "sin contar multas e intereses" asciende a unos 1,5 millones de euros, pero contando otros costes sumaría 2,5 millones de euros. Sus principales acreedores son Caja Castilla-La Mancha (actualmente integrada en Liberbank), con unos 700.000 euros, La Caixa, con 175.000, la Agencia Tributaria, con 200.000 y la Seguridad Social, con otros 100.000. En la reunión, según la asociación, Valero reconoció que "ha actuado con prepotencia" y "convencido" de que "él solo, sin ayuda de nadie más, podía solucionar todos los problemas de la empresa". También justificó "de manera aproximada, cómo se ha gastado el dinero de los clientes" y dio a entender "que no ha desviado dinero alguno de la empresa en beneficio propio". De los más de 20 millones captados de más de 3000 clientes, Valero explicó también que el 22% ha ido a parar a gastos comerciales, el 37% (7,5 millones) a terrenos, el 10% a árboles y el resto (31%) a jornales del equipo de campo (entre 15 y 20 personas).
KAO técnico, árboles abandonados
La asociación de afectados por MNSS se constituyó en julio de 2013, y por el momento ya agrupa a más de mil personas y tiene la siguiente declaración de intenciones: "Visto el fracaso de las plantaciones de árboles de MNSS, quienes invertimos en ese proyecto, como alternativa al ahorro en banca no ética, ahora afectados, queremos aclarar si la empresa Maderas Nobles es una estafa, o el resultado de una total incompetencia”.
El marketing con los árboles llevado a cabo por la trama Juan Valero es digna de estudio.
Un informe técnico de julio 2013 pasado encargado por la asociación de afectados aporta datos nada halagueños. En este se recogen comentarios tales como "árboles que no están podados desde hace varios años..., podas a veces mal realizadas a destiempo o con la consiguiente pérdida de calidad de la madera..., crecimientos pobres en los pocos árboles que han sobrevivido..., carencia de riego desde hace mucho tiempo".
El mencionado informe técnico reconocía igualmente que "Por lo que parece, se dejó de cuidar adecuadamente desde hace unos cuatro años. Pero lo más grave es que no parece que [los árboles] hayan estado cuidados desde el inicio, más bien aguantaron lo que pudieron los primeros años, muchos murieron (estrés hídrico, enfermedades, etc..). La mortandad fue sucediendo año tras año y también parece que hubo intentos de replantar dado que hay mezclas de diferentes alturas en la plantación".
Lote de árboles Paulonia con los datos para el cliente inversor todavía visible en la web de MNSS en Enero 2015.
Personajes internacionales apoyando la plantación de árboles
No es la primera vez en España que se montan “negocios” de rentabilidad financiera que luego resultan o ser una estafa o que sus impulsores emplearon el dinero recogido en otros menesteres más lucrativos. Pero Maderas Nobles de la Sierra de Segura, aunque operaba en el mercado de inversiones con madera noble, esencialmente vendía un comportamiento "ecológico".
Hoy la mayor parte de las personas afectados, la mayoría gente que puso sus ahorros a lo que consideraron una causa ambiental, han perdido todo. El dinero no estaba en un fondo de inversión ni tampoco era tutelado con los mecanismos legales al uso. A juzgar por algunas opiniones recogidas de amigos afectados, o se resignan por no haberse preocupado antes por "la inversión" o bien se lamentan que “será una estafa o no como lo de las primas únicas, pero nuestro granito de arena por la sostenibilidad se esfumó”.
A parte de la compra de "lotes de maderas nobles" había otros "productos ecológicos", o sea donaciones a la empresa Maderas Nobles de la Sierra de Segura que permitían, según Juan Valero: “que por un precio simbólico se obtuviera la satisfacción de devolverle a la naturaleza parte de lo que se toma de ella". Por eso la empresa emitía para los ‘compensadores’ un certificado personalizado donde se reflejan el número de árboles plantados, la cantidad de CO2 que absorberán, y la actividad o período compensado, además de un documento de localización de los árboles adjunto al contrato-factura.
Hoy sólo queda la experiencia: el "bosque (el marketing) no dejó ver que no había árboles (los beneficios)". En pleno apogeo, la Fundación Más Árboles en junio de 2007 montó un verdadero espectáculo de sensibilidad ecológica en Barcelona: el llamado I Encuentro Internacional de Amigos de los Árboles. Este evento contó con la presencia del exvicepresidente estadounidense y Premio Nobel de la Paz, Al Gore (en aquel momento en la cresta de la ola ambiental tras su película Una verdad incómoda) o la física, ecofeminista y escritora india Vandana Shiva, a la que MNSS nombró presidenta de su fundación.
Todas estas personalidades estaban en la foto que después Juan Valero manejaba hábilmente. En aquel macro evento (por el que se pagaba entrada) participaron más de 1.200 asistentes (yo también estuve, porqué al final algunas organizaciones recibimos entradas gratuitas) y 190 periodistas acreditados. Contó con subvenciones del Ministerio de Medio Ambiente (con Cristina Narbona al frente en aquel momento), pero también del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y empresas como la multinacional textil Mango. En julio 2011 se celebró la segunda edición del evento por parte de Maderas Nobles de la Sierra de Segura en Cáceres, que contó con el apoyo de la Junta de Extremadura, y la asistencia de, entre otros, la actriz Daryl Hannah y el abogado y ambientalista estadounidense Robert F. Kennedy, sobrino del expresidente John Fitzgerald Kennedy. Estos eventos fueron importantes espacios de captación de "clientes" que "invirtieran" en árboles para luchar contra el cambio climático.
Vandana Shiva (de izquierda a derecha), Juan Valero, Cristina Narbona y Al Gore en el I Encuentro Internacional de Amigos de los Árboles. Foto: de la galería de imágenes de MNSS
Sea una presunta estafa o sea mala gestión, durante casi tres lustros, Maderas Nobles de la Sierra de Segura recaudó muchos millones de euros con la excusa del cambio climático. Árboles que hoy se descubren que poco CO2 han ahorrado ya que están muertos o según parece ni se plantaron. Lo grave es que son muchas personas afectadas cuyos sentimientos altruistas ambientales fueron empleados de mala manera a la vista del resultado. Algunas personas no pudieron aguantar la desesperación.
La noticia de la situación económica de quiebra de MNSS me llegó en julio 2014 de un amigo que invirtió en su momento. Entonces me comentó que entre los afectados la consigna era no airear el tema. Me quedé de una pieza, pero cada cual lo suyo y guardé silencio. Ahora ya ha salido en muchos medios y cuando toque la Justícia española decidirá si las personas podrán recuperar su dinero. Mientras preparaba esta nota, me llega la noticia de la muerte súbita, de un activista de lo ecológico y lo geobiológico, Miguel Guerrero, uno de los entusiastas comerciales de MNSS y delegado de la Fundación. El principio del fin de la responsarbolidad lamentablemente no ha hecho sino empezar. Los afectados, no lo son sólo por el dinero invertido, sino también por las ilusiones estruncadas.
Que los árboles arropen tu camino hacia la eternidad, Miguel.