Llevo ya unos años asistiendo fiel a la entrega de los premios de Eurosolar, convocatoria española. Y es que considero que premiar las buenas cosas energéticas limpias, eleva esa acción de distinción tan dada en lo humano, a un peldaño superior a muchos premios que se dan porque hay que darlos para justificar medianeces o intereses mercantiles. Es un auténtico lujo asistir al acto de entrega a cada una de las entidades premiadas, que al momento presentan a los asistentes lo relacionado con el motivo de valoración de su premio, ya puede ser un proyecto, una realización o un éxito, todos vinculados al desarrollo y aplicación de las energías limpias.
Siempre va bien que lo que es bueno sea reconocido y bien valorado, acostumbrados como estamos a hacerlo con lo más negativo de lo cotidiano y a darle muchas veces más bombo del necesario, las preocupaciones y lo mal hecho no se merecen mucho más que rectificar y mejorar y listos. Dicen que una cosa mal hecha o que no nos gusta la comunicamos hasta 7 veces, una cosa que nos gusta por bien hecha o sentida muchas veces no pasa de una vez. Para los reconocimientos públicos y sobre todo los dedicados a las energías renovables como símbolo del buen hacer humano ambiental y social, yo doy palmas, vítores y hasta gritillos y desde aquí lo cuento a más de 7, para invertir la sartén.
Todos los premios me han emocionao, que menos para un adicto a las renovables, de algunas realizaciones había odio hablar, de otras había leído algo y de todas, me he situado mejor después de atender a las presentaciones.
Puedes conocer con todo detalle, en el econoticias nacional, las descripciones básicas de cada una de las siete realidades premiadas y desde allá hacer un fascinante viaje solar de descubrimiento y cultura de las renovables por las páginas de los premiados. Desde un municipio con un ayuntamiento solarizante, el de Camargo en Cantabria, al primer hotel calificado como energéticamente sostenible, o uno de los edificios bioclimaticos más interesantes de los que he sabido que alberga el Centro de Formación en Energías Renovables del Gobierno de Navarra (Imarcoaín, Navarra).
Aquí puedes conocer más sobre esta y las anteriores ediciones de los premios, ósea, más de 25 realidades a favor de una sociedad energéticamente limpia, mucho más inteligente y muchísimo más solidaria.
Otros premios de nombre Sol y Paz, a los que no hace falta describir para explicar que representan, se entregarán allá por julio, en la 11ª edición del Encuentro Solar, en una ciudad cargada de historia y en un lugar repleto de cultura y ciencia. No te pierdas el Encuentro Solar 2006, en Granada y en su Parque de las Ciencias, donde esos días se batirá el record de humanos por metro cuadrado amantes de las renovables en acción.
Las autoridades solares descentralizadas recomiendan el que des a conocer en tus cercanías las buenas noticias de las buenas cosas y haceres de las buenas energías limpias y renovables y de sus buenas gentes. |