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Ayer recibí un mail que enviaba Miriam Moreno a la lista de correo de Amics de la Bici,
la estimada asociación de usuarios de defensa de la máquina verde como
medio de transporte de la que soy miembro poco activo en presencia pero
compensado, espero, en acción directa personal y transferible.
Miriam
se presentaba como ciclista desde que nació y de llevar una vida
caracterizada por tener presente la bicicleta como la primera aliada de
todo aquello que realiza día a día. A ello añadía que además de
ciclista era cantante. Nos invitaba a verla y escucharla en un concurso
de karaoke de TV3 de Catalunya, Cantamania que funciona con una
selección de los que mejor entonan representando a sus pueblos y
ciudades. Miriam pedalea por y concursaba junto a los virtuosos de su
pueblo, Vilassar de Mar.
La verdad es que del aluvión de
información que recibo, esta destacó por varios motivos. Sobre la
bicicleta, siempre leo todo lo que con ella tiene que ver, no he
ocultado nunca mi íntima pasión por la máquina más verde de todas y por
sus servicios, este diario da cuenta de ello. Una mujer apasionada por
la bicicleta y la comunicación de sus vivencias, subió mi nivel de
interés por seguir leyendo. Y llegué al punto y final ciertamente
seducido. La cita fue ayer a las 22:30 delante de la TV familiar.
Interesado por ver el rostro de la biciartista y su propuesta amorosa
sonora, no recuerdo haber llegado en los últimos tiempos puntual a casi
ningún objetivo, y mira por donde, a este llegué clavao.
Cuento
por curioso, que durante el retorno del kurro, metro combinado con bici
como es habitual, comencé a darle vueltas a la cita televisiva,
habiendo leído la personal letra de la canción adaptada por Miriam de
un tema que mi incultura musical no identifica (Walking on sunshine) pero que su traducción es caminando bajo el sol,
bueno, tema más apropiado no lo debe haber para un devoto de la energía solar. El
pedaleo rumbo al cobijo pasando por un recado no fue a ritmo cotidiano. Flipé
ya por la mañana con visualizar a la creadora de una dosis de biciarte
que imaginé sonaría divino y daría vistoso servicio al honorable y
sostenible hábito de pedalear. Eso es poco cuando también me venía a la
mente a la compañera de batallas laborales, reciente flamante ciclista
con impecable bici plegable y visual pasión in cressendo por el darle a
los pedales. El tarareo de la letra de la canción recién llegada a una
oficina con alto nivel de currantes con bicicleta, saliendo de la sala
contigua y con improvisada entonación biensonante, elevó mi interés por
plantearme la inversión del rato televisivo; no, no había excusa.
Con
la misma pasión que mi padre llegaba a toda pastilla del kurro los días
que el Félix Rodríguez de la Fuente traía los mundos y avatares de
miembros de las otras especies a casa de forma virtual, igual he
llegado, joer, apasionao por ponerme delante de las 14 pulgadas de
colores y no perder detalle de unos minutos especiales.
Y ahora
aquí dejo escrito algo que tiene que ver con una intuición. Pensé que
por lo destilado del texto apasionado recibido, la Miriam subiría al
escenario con su aliada. Y no oculté mi alegría cómplice cuando apareció montada en su bici dando vueltas entre el público y la
dejó aparcada con elegancia en el escenario durante su actuación. Era
fácil pensarlo y ha sido fácil imaginar que así sería, la bicintuición
no suele fallar. Desde EN BICICLETA, la bicicantautora ha transmitido
un mensaje, que como ha dicho, ha vivido siempre y que ha querido dar a
conocer de tan fabulosa forma. Chapó, compañera de especie, me has
dejao bicisatisfecho, me quito el casco y quedo a tus pedales rendido.
También
dejo escrito que es la primera vez en mi vida que he marcado un número
para votar por un concursante televisivo, pero amigos, no lo he podido
resistir, la Miriam ha sido para mi la absoluta, la más genial, la
admirada y más suprema de todas las propuestas oídas en todo el
panorama musical mundial, ….sí, que pasa. Vamos, que no pensé que a mi
edad me haría fan de alguien. Y ahora le diría a Miriam que se ponga
a divulgar su mensaje-canción por todos lados, y que siga cantando
sobre su agradecimiento y pasión por el mundo de la BICICLETA, aquí con
mayúsculas para que se vea bien, y aquí un espacio especial
divulgativo sobre como ganar más salud y seguridad sobre las dos ruedas.
Se trata de que llegue a ser éxito en las listas, si no ya del negocio
musical, si en esas listas que cada uno de nosotros nos hacemos de lo
que nos emociona, agradecemos y adoptamos como para compartir con los
demás, simplemente porque nos gusta y vibramos con ello.
El
mismo día que leo que los niveles de CO2 concentrados en la atmósfera e
incrementados durante estos 200 años pasados brutalmente, ya sin
dudarlo, por nadie inteligente bienpensador, resulta que son los mayores registrados
de los últimos 800.000 años tal como indica la huella dejada en el profundo hielo antártico. El dato
llama con extrema urgencia a intervenir con valentía en el mundo más
real que tenemos. Una canción dedicada a la bicicleta y parte de sus
numerosos beneficios es como un tributo excepcional, la banda musical
de los anónimos activistas que convierten sus pequeños gestos diarios
en valiosas aportaciones a lo bien común.
Y allá por tierras del
Cantábrico, algunos trabajadores de la sostenibilidad y la coherencia
andan, también pedaleando sobre sus bicicletas matriculadas algunas con
el NO OIL, en el tour Ponte en Ruta - Marcha Renovables 2006
de Greenpeace, que se hace solo para pedir que dejemos de producir
electricidad para una sociedad ineficiente quemando combustibles
fósiles y minerales radiactivos, generando cambio climático e hipoteca
de las energías renovables.
Ahora lo que me toca es presentaros la letra y su novedosa versión en castellano...
La bicicanción del siglo XXI (II)
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