|
|
El Presidente de Renfe, hombre feliz, lo cual no quiere decir que reparta felicidad entre los clientes de su compañía.
|
|
|
|
Un tren Talgo iniciando su viaje hacia el Sur.
|
|
|
|
La alta velocidad es compatible con servicios ferroviarios nocturnos de calidad.
|
|
|
|
El calendario Lunar, una obra para vivir con plenitud la energía lunar.
|
|
|
|
Literas de un tren nocturno Estrella. |
|
|
|
La
vida de uno se expresa en los sueños y las personas equilibradas tienen
sueños positivos. Pero está claro que el actual board of directors de
Renfe en realidad tiene pesadillas (y no por las obras). Lo hemos
sentenciado ya en alguna ocasión, y a la vista de la política de Renfe
con los trenes nocturnos, está claro que empezando por su Presidente, Don José Salgueiro Carmona, tienen pesadillas, odian la noche (bella y llena de buenos augurios porque sirve para reposar el cuerpo y la mente).
Aunque
anuncien nuevos trenes nocturnos TALGO-Alvia con asiento
superreclinable (nada de literas turistas, que salen caras por lo de
las sábanas y demás), la apuesta de este país es la alta velocidad al
precio que sea. Eso no les deja ver que viajar en tren de noche es la
opción más ecológica y que no hay tren de alta velocidad que pueda
ponerte en Granada a las 9 h saliendo de madrugada de Barcelona. Mientras en toda
Europa los trenes nocturnos de larga distancia cumplen su función, aquí
están por eliminarlos como sea. Y no hay otra explicación racional, a
menos que los directivos de Renfe tengan miedo a la noche.
El
hasta ahora tren-hotel Talgo Barcelona-Granada no circulará –según
RENFE.com– a partir del 12 de enero, cuando era diario. En atención al
cliente argumentan que están organizando horarios por las obras de
Sagrera, en Barcelona, pero la realidad es otra. Lo cierto es que tenía
que viajar precisamente el lunes 12 por la noche a Granada y no hay
tren-hotel nocturno para esta fecha.
También me han
argumentado que quieren rentabilizar la alta velocidad y van a cargarse
todos los trenes nocturnos de larga distancia que puedan. Lo hicieron
ya con el tren-hotel Talgo Madrid-Barcelona y viceversa, con la excusa
de la puesta en marcha de la alta velocidad, pero lo cierto es que
estos directivos insomnes no pueden conseguir con la alta velocidad que
ningún tren Siemens 103 llegue antes de las 9 h a Madrid (lo hacen
porque parece ser que en esta ciudad no sale el sol antes de esta
hora).
Pero hay otro detalle que ya hemos advertido en este
diario y es que, por la misma vía de la alta velocidad, un tren-hotel
nocturno viajando a baja velocidad y, por tanto, con un impresionante
ahorro de energía, es la mejor opción: uno podría salir a las
23,30 h, cuando ya ha dejado la familia atendida, y llegar a las 8 h a
Barcelona o Madrid de forma imbatible en concepto de emisiones con
efecto invernadero. Por ejemplo, para Granada podría hacerlo en unas
9,5 horas por la vía de alta velocidad y luego por la vía convencional.
La tecnología para el cambio de ancho de vía y tensión no supone
problema alguno y está disponible en RENFE. Eso sí, enviando un tren
nocturno por la vía del AVE hacia el Sur vía Madrid desde Barcelona, se
pierde un importante enlace por el corredor mediterráneo.
Lo
cierto es que a partir del día 12 de enero, diario, sólo queda un tren
diurno de largo recorrido: el Barcelona-Málaga, por lo que en
realidad Barcelona-Granada se queda sin tren (si no es pasando por
Madrid, ¡¡olé!!). El Granada-Málaga es un trayecto que
tenía una organización excepcional, pues un mismo tren era separado en
Linares-Baeza y un pedazo se iba a Málaga y el otro a Granada. Lo mismo
que se hace con otras Y o junctions
en los que se unen o separan dos trenes para luego seguir un tramo
conjunto o diferente. Si uno pretende a día de hoy, por ejemplo, viajar
en alta velocidad de Barcelona a Málaga o viceversa, lo dejan tirado en
Atocha 45 minutos y al final el viaje se hace tedioso porque dura casi
7 horas, pero diurnas, o sea, tiempo que uno se podría ahorrar con el
viaje nocturno en dulces sueños.
Don José Salgueiro Carmona y su
equipo de directivos en Renfe confunden la rentabilidad de las vías de
la alta velocidad con el servicio ecológico que prestaría ésta con
trenes nocturnos, donde entre 8 y 10 horillas pusieran la larga
distancia entre todas las capitales en felices sueños. La última vez
que viajé en nocturnos fue desde Mieres (Asturias) y a pesar de ser un vetusto tren nocturno y con 14 horas de viaje, éste fue una gozada.
Pero,
claro, para ello, el viajero no puede ser insonme (regalan tapones para
las orejas para mitigar el ruido de las viejas vías). Y es que la
verdad de todo este embrollo de supresión de trenes nocturnos sólo puede
argumentarse, insistimos… por el terror a la noche de quienes
planifican el servicio ferroviario. Quizás les ayudaría perder el miedo
a la noche comprender los designios de la Luna y las estrellas. El
Presidente de Renfe debería leerse el calendario Lunar
para saber que, bajo su influjo, la vida bulle con igual intensidad que
bajo el sol de la alta velocidad. La noche en tren es una preciada
hucha de ahorro de emisiones, pero sobre todo es una forma de respeto
con las mejores horas de las personas para que a uno se las roben en
trenes.
De nada sirve ser ecologista o consciente de la
necesaria reducción de emisiones de gases con efecto invernadero que
causa el transporte, si para llegar un martes a primera hora a Granada
no hay tren nocturno el lunes por la noche. La opción fácil es
pillarse el avión el día antes y buscarse un hotel (eso mejora el PIB
del país, aunque joda al medio ambiente). Pero está claro que a Don
José Salgueiro Carmona todo esto le importa un rábano. Como humano
misericordioso, evita que sus fobias las puedan padecer otros en el
tren, no fuera que la España Ecológica descubriera un modo de viajar y
gozar la noche. La actual falta de trenes nocturnos de calidad impide
ser ecológicos y gozar de nuestros sueños… pero esto no importa, porque
como empresa estatal ya se definen como ecológicos 100x100 (¡menuda
mentira!).
Una vez más, pues, descubrimos cómo la insensatez en la
planificación de los servicios ferroviarios se ha apoderado de RENFE.
De momento, a partir del día 12 de enero no saben-no contestan qué van a
hacer con este tren hotel nocturno de calidad, que hasta ahora era
diario (con dos comboies, uno para cada sentido del recorrido) y que
casi siempre va lleno. Por tanto, no es una cuestión de rentabilidad,
sino de fobias (no de los clientes) y otras oscuras razones. Lamentable.
Para
no usar el avión sólo tengo una posibilidad para la ida: coger el AVE
desde Barcelona a las 13 h que llega a las 16 h y a las 17 h tomar un
Altaria en Madrid, que llega a las 21,40 a Granada, y buscarme un
hotel. Para la vuelta, esta combinación no puede ser y sólo me
queda ir de Granada a Málaga en autobús y allí tomar un AVE
Málaga-Barcelona que sale a las 17 h y llega a las 23,30 (con una
paradita de 40 minutos en Madrid para tomar el fresco) y todo esto por
casi 250 euros (hotel aparte). En fin, con el avión –pagando unos 50
euros de media por trayecto y 1,30 horas– no hay problema. Eso sí, el
coste de carbono del avión son 390 kg de CO2 en los 868 km que se
calculan entre Granada y Barcelona o viceversa. En la combinación
AVE-Tren convencional podría ser aproximadamente la mitad y en el tren
nocturno sería sólo de 21,7 kg por trayecto. En fin, como dicen en
inglés, no way out. Pero esto
es sólo el principio de la perversidad de la alta velocidad en manos de
insomnes, pues en sus vías mejoradas todavía los sueños serían mejores
a baja velocidad. Para mí, este viaje sí que será una verdadera
pesadilla para evitar el avión. A lo mejor es que a Don Salgueiro le
hicieron una putada al convertirlo en presidente de Renfe, cuando
aspiraba a serlo de una aerolínea.
Que el tren es ecológico se
lo pueden poner en la boca tanto como quieran ese puñado de insomnes
que pagamos entre todos, pero la realidad demuestra que con sus
acciones hacen todo lo contrario. Una vez más, lamentamos que Don
Salgueiro tenga pesadillas y nos las traslade al resto de la población.
Mi relación con Granada y el tren-nocturno ya está en el patíbulo de
los planificadores ferroviarios. Como decía un amigo mío, al final de
nada sirve tener convicciones si no hay más salida que transgredir las
convicciones ecológicas para evitar el cambio climático. Y mientras,
España supera en un 50 % sus emisiones respecto al compromiso de Kyoto.
Así
que nada, a joderse y a contribuir a la plaga planetaria del cambio
climático con alegría y buen humor. Yo lo evitaré tras esforzarme en
planificar mi viaje, peró dejaré en él 18 horas de vida diurna en
las vías, cuando hubieran podido ser de dulces sueños. ¿Sabe alguien de
algún terapeuta para recomendárselo al Presidente de Renfe y evitar que
no interrumpa los servicios nocturnos ferroviarios de larga distancia?
|
|