Lleva conmigo bastantes años, y lo compre por la ilusión que me
hacia tener uno a disposición. Lo cierto es que lo he usado en contadas
ocasiones, y también ha estado almacenado largas temporadas. Siempre
me han seducido todas las utilidades de la bici, pero el transportar
materiales y volumen, esto me interesa y me ocupa pasionalmente.
Mi carrito para la bicicleta vive momentos de gloria rodada. Resulta
que estoy dando algunos servicios de reparto y es gracias a su
usabilidad y prestaciones que me lo llevo allá donde el portabultos y
la mochila no llegan por volumen. Solo hay una cosa que no me cuadra, y
es precisamente el cuadro de la bici. Resulta que con mi apreciada
Dahon no hay manera de colocarle en la horquilla trasera el soporte
donde se atornilla el brazo del carro. Esto me lleva a usar mi segunda
y también apreciada bici, donde no hay problemas para el soporte ni
tampoco con los olvidos. Debo reconocer de todas maneras que yo tengo
una relación más intensa con mi bici plegable que es más juguetona.
De momento hago un viaje por semana, que no esta mal para un
aprendiz de repartidor a pedales. Cada viaje con bici y carro me genera
enorme satisfacción. Estoy haciendo ejercicio, aunque hecho de menos el
sistema de pedaleo Rotor y también el saludable sillín Duopower. Lo
grato de desplazarme con carga me compensa toda carencia. Una bici con
carro más = un coche menos y todo lo que esto quiere decir, unos gramos
menos de CO2 a la atmósfera y un montón de gases tóxicos para el
ambiente urbano sin olvidar que es menos petróleo en sangre.
Además, debo decirlo, el efecto ejemplarizante es destacado, algunas
personas pueden sorprenderse, muchas pasan, pero a otras intuyo como se
le vienen a la mente posibilidades para sus entornos.
Las cargas
que desplazo serian sufridas si las hiciera a pie, aunque si es cierto
que me las podría apañar con un carro similar, pero amigos, con la bici
todo es mucho más cómodo, rápido y disfrutón.
He retratado
algunos momentos de mis épicos repartos por BCN. Los comento con
apreciaciones que pueden ser de utilidad para ti, quizás. Me toco
trasladar dos cocinas solares parabólicas Ksol 14 y lo que es igual a
38 kg + 6 Kg de las ollas, total 42 Kg. Amigo, que aventura, lo primero
no tuve forma de colocar la pesadas cajas sino que de forma
descompensada. Esto es peligroso y hay que extremar la prudencia al
circular. Muy peligroso en zona de baches. Si te fijas la bici queda
elevada y cuando estas pedaleando y alteras lo mínimo la suspensión,
comienzas a pegar botes desde la rueda de atrás, y la verdad que
acojona.
Mi carrito tiene una caja plástica como puedes apreciar
en otra de las fotos. En la segunda imagen está Isabel de Ecrac, que
posa con un cargamento de vasos y platos de papel más algunas otras
cosillas. Ha sido su primer suministro a bici carrito y el memorable
momento ha quedao reflejado en la imagen. Aquí ningún problema, solo
que no se te olvide llevar contigo varios pulpos elásticos, que son
piezas claves para asegurar la carga.
Mas abajo, el porte no era
peso sino volumen, y para hacerlo todo de un viaje necesite echar mano
de la mochila. Cuando no se lleva exceso de peso, el trayecto es más
placentero, por supuesto siempre que además sea bajada en el retorno
con carga.
Mis portes sin CO2 se han convertido en la novedad de
esta última temporada, y cierto es que alivia no tener que pensar en
coche o transporte para mover cargamentos moderados. El último
retrato me lo hicieron precisamente yendo cargao hasta los topes a
portear material del colectivo Amics de la Bici, y esto amigo, ir en
bici ha llevarle a los amigos de la bici sus cosas, es como supremo.
Mira
tu por donde, que alguno del trabajo también se ha anima a mover cargas
con el carrito, aunque me comenta que el esfuerzo es grande y la salud
del ciclista carretero limitada. Cierto que hay cosas que cambian, como
es lógico, pero ya le digo que a pesar de todo, bicicarretear en la
ciudad es un acto solidario, limpio, saludable para ti y para los demás
y sobre todo, divertido si no hay prisas con la entrega o recogida.
Y
como son las cosas, que yo que me creía un ilegal, resulta que me
entero que la nueva normativa de circulación permite llevar carritos
aunque con unos pesos u medidas que para nada cuadran con el que yo
llevo. Lo cierto es que más de un urbano me miró y hasta sonrió. De
momento vamos o transportamos bien a pesar de ser no del todo legales. Aquí la legislación y los comentarios de la gente de la militancia ciclera.
Y ha sido una sorpresa enterarme, leer y ver sobre las experiencias de
otros emocionados carreteros pedaleros. Yo ya le he ehao el ojo a un
carrito para ir a hacer la compra, y ya digo que no tardara en llegar.
Está en catalán pero se entiende muy bien, las fotos animan.
¡¡Bicicarritos urbanos toman las calles de la ciudad en el sector de
reparto comercial ¡¡, como me gustaria leer esto en la prensa, por lo
menos para compensar el vomito que me genera leer hoy que el número de
todoterrenos en la ciudad aumenta año tras año. Mama mia, cuanto nos
queda que hacer... |