y para los que duden también...
Me he acercado con alegría e interés a una de las conferencias de un
ciclo de cultura energética, que en la casa de todos, el Ajuntament de
Barcelona, se vienen celebrando con periocidad distendida pero
continuada. El acto forma parte de las jornadas de debate
organizadas por la Agencia de la Energía de Barcelona (la agencia
local, igual tu también tienes la tuya cerca, punto ideal de
información pública sobre temas de renovables, eficiencia, ahorro) que,
bajo el título genérico de “Repensar la energía”,
reúnen varias temáticas con el objetivo de adelantar, desde el ámbito
local y desde la información y el debate, hacia un modelo energético
global más sostenible.
Hoy he sabido de primera mano el fregao climático al que sin más
remedio nos tenemos que ir preparando para afrontar como especie. Y
ciertamente es lujillo que te lo cuente alguien que trabaja desde la
responsabilidad política estatal, Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario
general de Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático
–dependiente del Ministerio de Medio Ambiente– nos ha ilustrao desde su
conferencia “Instrumentos e indicadores para la lucha contra el cambio
climático”. Que de aquí al 2050 el delta del Ebro y zonas de
Doñana estén bajo el agua, ya no lo para nadie. De que por primera vez
en la historia y solo es el comienzo, hayan llegado dos tormentas
tropicales a las costas europeas, vaya las del Golfo de Cádiz y en las
Canarias, ya me enteré hace unos meses, y todos nos iremos enterando
porque a partir de ahora serán más frecuentes y más agresivas. Todo
esto porque estamos muy por encima de lo que tendríamos que estar (los
países enganchados al CO2 por un tubo), aquí no llegamos a Kioto ni
hartos de buen vino. Pero hay que hacer y mucho para adaptarnos a lo
que es inevitable, las consecuencias económicas, ambientales y sociales
del cambio de era energética, del petróleo a la de las sensatas y
limpias fuentes de energía.
Pero lo más cercano para mí ha sido a continuación la presentación de El Contador,
una publicación que nace con vocación anual y como compromiso de la
Agencia d'Energia de Barcelona. La ha contextualizado un pionero de la
ecología, el Dr. Ramón Folch quien ha presentado con su toque maestro.
Te recomiendo que le eches un vistazo, porque muy parecido a Barcelona
puede que sea la ciudad donde tu ahora vives y porque muy parecidos
pueden ser también los datos que se presentan, seguro que no se van
mucho de los que a ti también te incumben. Medir y conocer lo que
tenemos entre manos es tan necesario como todo lo que podemos sentir y
apreciar con los sentidos y el conocimiento. Medir y ocuparse de la
energía, su uso y producción, sus servicios y efectos sobre la vida,
para el homo tecnologicus, es vital. Es bueno hacerlo para
anticiparnos a la segura crisis por llegar, para hacer de todos el
compromiso de reducir gases causantes del efecto invernadero, para que
no se hunda lo bueno del sistema económico. A nivel individual y
colectivo, saber y hacer un uso eficiente y sensato de la fuente
energética del futuro puede ser, porque no, una valiosa misión para ti,
y para todos.
Muy breve, la conclusión más activista. Para avanzar hacia una
ciudad (viviendas, ciudades, países...) más saludable, más solidaria,
más competitiva (en lo bueno) y mejor preparada para afrontar el
futuro, hacen falta mejoras en nuestras actuaciones personales. Por
ejemplo, para BCN, si cada año: -cambiásemos el 15% de las bombillas de las viviendas de la ciudad por bombillas de bajo consumo -si cada familia de la ciudad cambiara el coche por el autobús 5 veces para recorrer la distancia de 5 km -
si disminuyeramos el 0,5 ºC la temperatura del termostato de la
calefacción y aumentáramos en 0,5 ºC la temperatura al termostato
del aire acondicionado en nuestras viviendas y establecimientos... pues
entonces...
entre todos, en cuatro años, habríamos ahorrado 415.000 MWh y 6,6
millones de euros y habríamos dejado de emitir 16.842 toneladas de
gases con efecto invernadero, el que más pesa el CO2 pero muchos
otros también. En definitiva, habríamos alcanzado de sobras los
objetivos de
moderación del consumo energético que se propone la ciudad. Habría sido
muy fácil y habríamos ganado todos. Aquello que en la Fundación
Terra es lema, de que los pequeños cambios son poderosos, créetelo
amigo.
Para completar la invitación a la acción, llevo un tiempo aplicándome en los consejos ecológicos -CO2 del terra.org, donde estás ahora.
Otra cosa de la que me he enterao que recientemente se ha presentado el Observatorio de la Energía de Barcelona,
cuya misión es hacer un seguimiento de la situación del sector de la
energía en la ciudad y, sobre todo, suponer un foro de vinculación de
los diversos agentes que tienen que ver con la energía, con el fin de
establecer nexos de relación entre ellos.
No has notao en el ambiente que lo energético, lo ambiental, lo
concerniente a las repercusiones del cambio climático y las ganas de
pensar en hacer cosas, está subiendo rápido. Hasta los que no tienen
remedio ya necesitan del discurso, el artista de Bush no hace mucho ha
precisado de él.
Buenos tiempos para cargarse de buenas energías, tomar parte
responsable y solidaria con el uso de todo lo que nos rodea, y buenos
tiempos para comenzar a pasarlo bien rediseñando el mundo. |