Motivos valorados para llevar a cabo la 2ª operación UTAN:
Ocurre que del tren todo son ventajas. Desplaza a millones de viajeros diariamente, de casa al trabajo o a los estudios, por motivos varios y también por el placer de moverse sigilosamente, con poca huella. De noche, en los trenes hotel, genial binomio de servicios, el viaje en cama o litera puede convertirse en una pequeña y relajante aventura. Pero algo bueno, lamentablemente y a pesar de todo, viene cuando el tren deja de correr por las vías y estás caen en olvido. ¿Cuantos trenes llenos de historia y servicios han dejado de existir ante el todopoderoso motor de combustión fósil para particulares?
He dicho bueno porque sus trazados, siempre suaves, atraviesan muchas veces espacios fabulosos, pueblos y paisajes llenos de aromas, ambientes, historias... Miles de kilómetros de antiguas líneas de ferrocarril son hoy fabulosas vías verdes preparadas para la circulación de humanos a pie y por propulsión ecomecánica con la reina de las maquinas móviles, la bicicleta.
Pues bien, la UTAN decidió llevar a cabo la operación "Vía Verde" para obtener información de primera mano y analizar por sus medios los servicios sociales y ambientales de esos caminos ganados al olvido y liberados de peligrosos coches. Caminos que pueden brindar libertad y ocio a la ciudadanía más afín al movimiento rodante. Por supuesto, es prioridad en este tipo de operaciones el que se realicen con transportes públicos, reduciendo la huella ecológica y las emisiones de CO2 durante los disfrutones desplazamientos. Ficha Acción UTAN 002 Objetivos propuestos: Conocer la adecuación de una vía verde, disfrutar y descubrir sus espacios naturales periféricos, identificar valores culturales de la región, sentir el otoño, poner a prueba la resistencia física... Objetivos conseguidos: todos los propuestos Lugar de la acción: Comarcas de Girona - La Garrotxa Objetivo: Ruta del Carrilet desde Olot a Girona Tiempo total invertido: 4 horas de desplazamientos en transportes públicos, 4 horas de pedaleo y una par de horas de relajos. Distancia recorridas (ida y vuelta): (autocar: 150 km, tren: 95 km: bicicleta: 60 km) Presupuesto: Bus (12 euros), tren (5,10 euros) Agente: S La ruta elegida se conoce como del Carrilet o Vía Verde del Carrilet, y transcurre entre Olot y Girona, por el trazado del antiguo ferrocarril que unió ambas poblaciones.
El viaje ha comenzado a las 9:30 de la mañana en la parada de autocar de la empresa Teisa en Barcelona. Después de abonar el billete de BCN a Olot y pagar 12 euros (precio algo desproporcionado, a no ser que la empresa cobre una ecotasa por el combustible consumido para invertir en la captura natural del CO2 emitido, algo que desde la UTAN se agradecería mucho, aunque dudamos que eso este ocurriendo ahora). Después de ardua negociación con el conductor he conseguido meter mi bici plegada sin funda protectora (no la llevaba) en el maletero. Me ha comentado que podría la bici dañar maletas de otros pasajeros, lo he calmado diciéndole que iría atada con los útiles pulpos que siempre en la bici hay que llevar. Me ha servido el fregao para recordarme lo de tomar la funda en los próximos viajes en autocar.
Antes de llegar a Olot, un antiguo conocido que ahora es novedosa conocida me ha sorprendido desde el asiento de al lado al preguntarme si yo era quien soy y yo decirle que no sabia que ella era aquel que yo conocí. La diversidad de la vida siempre te da sorpresas. Después de despedida amistosa y desplegado de la bici ante la atenta mirada del conductor, parto rumbo a la antigua estación del Carrilet, hoy rehabilitada como centro social. Me esperaban 59 kilómetros, que no son pocos.
Para conocer la ruta realizada hoy con detalle del bueno, te aconsejo ir directamente a un sitio donde esta explicada pero mucho mejor que si lo hiciera yo. Visita virtual, mapas, accesos, detalles curiosos, alojamientos, lugares pintorescos... aquí todo lo que hay que saber para disfrutarse la Vía Verde del Carrilet de Olot-Girona.
Después de cruzarme con ciudadanos ciclistas y caminantes locales, la primera parada la he realizado en el Parc de la Pedra Tosca, cuya cercana estación ahora es un centro de información con barecillo acogedor. Siguiendo un informe táctico realizado por un "amic de la bici", la parada es obligada para realizar la visita de rigor al Parc, de reciente apertura y donde se puede observar como en terrenos duros las gentes de antes se trabajaron y nutrieron de los frutos de la tierra. Ahora, detectando los problemas, marcándose objetivos y obteniendo resultados positivos, desde el ayuntamiento de Les Preses y con el apoyo de diversas organizaciones, se trabaja en el aprovechameinto del agua, el freno a la degradación de los recursos naturales y también el freno a la perdida de cultivos tradicionales.
Cuando uno va por la vida, pedaleando además, y con los sensores abiertos, es mas fácil conectar con gentes especiales. Ante mi pregunta de si era posible caminar junto a la bici, el guía del parque me ha dicho que mejor la aparque, deje los bártulos en el centro de información y que le siga que me enseñaba el lugar. Ha sido una hora y media inolvidable, Jordi Mary nos ha trasladado la historia de esas parcelas, mostrado sus cabañas de piedra seca, autentica arquitectura volcánica, también los procesos de recuperación ecológica, los restos de la última cosecha de trigo sarraceno, las curiosidades de los habitantes no humanos de la zona, sus huellas y señales, la urraca y el tejón, los hongos alucinógenos, los cultivos de altramuz, las hierbas medicinales, el cultivo de la colza y los intentos de recuperación de tres variedades de maíz autóctono... y nos ha brindao su sabiduría como experto fitoterapeuta. A cada planta curiosa a un lado y otro de los caminos, Jordi canta el nombre el catalán, luego en castellano y al final en latín, y si había tiempo, las propiedades para la salud y el modo de administrar la pócima natural. Se le nota el amor hacia lo vivo, el amor por sus contornos cercanos (vive en la zona) y el rechazo al mal sueño de los transgénicos, que traslada de forma suave a los guiados, el que escribe y dos parejas entrados en años. Jordi, ya al final de la ruta y preguntándole de donde ha sacado tanto conocimiento suelta que es descendiente de druidas de la Bretaña francesa, aquellos curanderos de bella y armónica etapa humana. Unas ramitas cortadas de una menta especial y otras de trigo sarraceno han sido su regalo, con detalles para su conservación. El tríptico de promoción del lugar guarda algo prensados dos tesoros vegetales desde esta mañana. Absolutamente recomendable la visita, Jordi y otros guías están todo el día atentos a los visitantes, desde las 10 de la mañana hasta la puesta del sol y se puede acordar cita en el teléfono del ayuntamiento 972 693 232. Embobao por la intensidad de lo percibido, sumando olores, vistas y sensaciones en espacio humanizado en perfecto orden natural, la hora se me ha echao encima y al poco yo encima de la bici me echao a correr vía verde pa lante. Perfectamente señalizado el recorrido, es difícil extraviarse. La ruta es suave, sin casi esfuerzos, y es que debo decir que he elegido la opción cómoda, la de la placentera bajada desde Olot a Girona (al contrario es una hora más de pedaleo y un montoncillo de esfuerzos y calorías más a quemar). He pasado, claro, por donde pasaba el tren entre cortados en la roca, puentes de todos los tamaños, frondosas zonas boscosas, entre campos de cultivo de maíz (espero que no sean transgénicos), y me he cruzado con gentes que utilizan la vía en los entornos de las poblaciones para pasear con tranquilidad.
Volcanes lejanos a una lado y otro del camino, ermitas diminutas en horizontes destacados, algunos ciclistas que iban y venían, también decenas de especies de árboles, castaños, encinas, robles y otros que poco a poco voy aprendiendo a identificar. Las antiguas estaciones del recorrido, sobre todo las que están integradas en las poblaciones, son hoy en la mayoría de los casos bellas rehabilitaciones con usos sociales. De las más perdidas solo quedan las ruinas y digo yo que para las gentes locales de mayor edad, deben quedar recuerdos rodados con humaredas de carbón y emociones del viaje a la capital. Existen decenas de bancos para sentarse a contemplar vistas variadas, he cruzado por la planta embotelladora de renombre, Font Picant, y visto gran variedad de espacios, la estación aprovechada como acuartelamiento de bomberos, presas de gran calado que paran las aguas del río para reservorio y fuente de energía limpia con gran impacto. Ya pasado me percato de una minicentral hidráulica que cuenta en su aliviadero con unas esculturas pétreas obra de gran aficionado a las culturas mayas o parecido. Cuando el sol a mis espaldas ya caía, un vistazo a su regalo cromático me ha servido para imaginar una despedida de postín. Entre las alamedas imponentes de entrada a Girona, otra puesta de sol obsequiada para un otoño disfrutón. A la hora prevista, caída la noche y refrescando, la ciudad en fiesta mayor toca a traca final y yo me subo al tren Delta que me ha dejao en un rato en medio de la bulliciosa ciudad por la que circula mi cuerpo, mi vida y parte de mis ilusiones. Durante el día y en más de una ocasión me he visualizado mirando desde las ventanillas del antiguo tren a carbón, disfrutando de los mismos lugares por los que estaba pasando, veloz, feliz, con poca huella. La UTAN recomienda aprovechar todo trayecto ciclable para el disfrute de los sentidos, la riqueza cultural local y el acercamiento a la naturaleza.
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